­Bartomeu Oliver ha perdido la holgada mayoría de la que ha disfrutado durante cuatro años. El PP vislumbra el camino oscuro de la oposición tras diferencias abismales anteriores con el resto de partidos de la oposición.

No ha sido tanto la gestión del equipo de Oliver como el lastre del castigo propinado a José Ramón Bauzá por los electores del municipio del president. El caso es que el PP ha perdido unos 2.300 votos; es decir: cinco concejales menos respecto de las elecciones de 2011.

Por lo que respecta a las fuerzas de izquierdas, cabe destacar que la gran ganadora es la coalición Més. Ha pasado de 1.706 votos a 3.427. Eso supone duplicar los resultados electorales de hace cuatro años y traducido en escaños significan tres ediles más. Eso suma un total de cinco concejales.

La clave

Guanyem es otro de los ganadores de la noche pues su irrupción en el consistorio no sólo es de aprobado, sino más bien de aprobado con nota. Obtuvo casi 2.000 votos, lo que supone disponer de tres concejales en el nuevo panorama consistorial local y ser imprescindible para un posible pacto de progreso.

El PSOE ha experimentado un tímido avance pues no ha llegado a sumar 200 votos más; igualando prácticamente los resultados de hace cuatro años. Los independientes han empeorado sus resultados después de unirse al Pi. Han perdido unos 300 votos y han rebajado su representación a un solo concejal.

El panorama se presenta muy oscuro para los populares. Tienen pocos "amigos políticos" entre el resto de fuerzas electas y la opción más probable es la de que se unan excluyéndole del nuevo gobierno municipal.

En principio, Més, PSOE y Guanyem sumarían doce concejales si unieran sus fuerzas y podrían gobernar con amplia mayoría.

Sin opciones

El convidado de piedra en el nuevo puzzle municipal parece ser la coalición Independents-Pi cuyo voto no es decisivo en ninguno de los hipotéticos casos.

Marratxí es un municipio muy atomizado. No tiene un sólo núcleo poblacional definido y lo componen muchos pueblos y urbanizaciones. Su gobierno es muy complicado pues resulta casi imposible ser equitativo. Arrastra un problema urbanístico desde muy antiguo, con multitud de urbanizaciones por recepcionar, legalizar y también por resolver la papeleta de varias de ellas ilegalizables. La próxima legislatura no resultará sencilla la nueva mayoría