Fútbol

La misma historia y el mismo final del RCD Mallorca

El conjunto bermellón volvió a perder en Liga, sigue con un solo triunfo tras trece jornadas y se le acumulan las excusas en forma de falta de puntería, errores en defensa o malas decisiones arbitrales

La falta de calidad, su condena ante el Atlético de Madrid

Los jugadores del Mallorca saludan al final del partido ante el Atlético a los aficionados desplazados al Cívitas Metropolitano.

Los jugadores del Mallorca saludan al final del partido ante el Atlético a los aficionados desplazados al Cívitas Metropolitano. / RCDM

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

El tiro de benjamín de Amath ante Oblak, la ocasión fallada de Larin ante el Barcelona o el penalti por mano de Gio González ante el Rayo Vallecano. Y así más momentos, más jugadas puntuales o decisiones que acaban en contra. El baúl de los «y si...» comienza a rebosar en el RCD Mallorca, que sigue siendo incapaz de amarrar un triunfo en Liga, más allá del logrado ante el Celta, y que sigue dependiendo del flojísimo papel de los vigueses, Granada y Almería para mantenerse a salvo. 

Ante el Atlético de Madrid se cumplieron los pronósticos y los bermellones se fueron de vacío (1-0). Un gol de Griezmann y un fallo de Amath. El resumen de un partido en el que los de Aguirre, otra vez, defendieron por encima de todo y terminaron cayendo. La misma historia de siempre esta temporada con el mismo final. Orgullo intacto y promesas de mejora que no terminan de llegar. La autocrítica no entra en los planes de Javier Aguirre, que habló de una derrota en el Cívitas Metropolitano de la que salen «reforzados». Un movimiento inteligente sabiendo que se juega su futuro, al igual que el equipo caer en descenso, en los dos próximos compromisos ante el Cádiz y el Alavés

Aguirre, durante el Atlético-Mallorca.

Aguirre, durante el Atlético-Mallorca. / RCDM

El dejavú de cada partido

El partido propuesto ante los del Cholo Simeone se ha visto mil y una veces con el mexicano al frente. Y se ha aplaudido siempre que ha acabado en un resultado positivo para los rojillos. Pero este curso no suelen acabar bien. Parapetados en defensa, Abdón como una isla en ataque y el balón, lo más lejos posible de la portería de Rajkovic. 

Y lo cierto es que, tras un inicio dubitativo, con el paso de los minutos el Mallorca se fue haciendo al encuentro, sintiéndose más cómodo e incluso recuperando en algunos momentos una presión arriba que tan bien le funcionó el curso pasado. Muchos metros corriendo detrás del balón que le pasaron factura a más de uno, como Toni Lato, que en el minuto 60 ya hacía estiramientos al sentir calambres –algo preocupante teniendo en cuenta que han tenido 21 días de descanso competitivo–. 

Defensivamente, el equipo rendía a buen nivel y el Atlético no encontraba las rendijas para hacer daño. De hecho, el primer disparo a puerta de los colchoneros no llegó hasta el minuto 47 de la segunda mitad. Pero en ataque la inoperancia volvió a aparecer. En la primera mitad, el Mallorca no pisó el área contraria con el balón controlado. En la segunda sí lo hizo, pero decidiendo mal. La falta de calidad es evidente y ni titulares ni suplentes logran convertir los esporádicos ataques en ocasiones reales de peligro. 

Darder, junto a Rodri de Paul.

Darder, junto a Rodri de Paul. / EFE

La defensa cinco, inútil tras el gol

Defender a setenta metros y llegar poco al área contraria llevó a los jugadores del Mallorca a decidir mal en los últimos metros. Saber que igual era la única ocasión en la que llegarían a puerta les hacía precipitarse, fruto también de la ansiedad. 

 Y como en otras ocasiones, el gol cayó del lado rival. Griezmann remató de cabeza tras un centro más que cómodo de Hermoso, con Copete acompañando con la mirada al galo, que de cabeza es casi más peligroso que con los pies. Y otra vez a remar en contra. Pero tuvieron que pasar veinte minutos, una eternidad, para que Aguirre se decidiese a romper la defensa de cinco. De repente, el Mallorca se puso a atacar, a combinar y a crear cierto peligro. 

Amath y su ocasión

Gio González se sacó de la chistera un voleón desde el vértice del área que obligó a emplearse a fondo a Oblak. Pero el empate lo tuvo Amath en sus botas y, tras su fallo, se acabó el partido. Una gran recuperación en el centro del campo acabó con el balón en Darder. Este, de primeras, sirvió una asistencia de lujo en profundidad al senegalés, que tuvo demasiado tiempo para pensar qué hacer. Se colocó mal sobre el balón, echándose demasiado encima y escogiendo la peor opción, un tiro cruzado que se marchó fuera. 

El disparo de Amath, fuera tras superar a Oblak.

El disparo de Amath, fuera tras superar a Oblak. / RCDM

«Tenemos que mejorar y vamos a hacerlo», un mantra que ya se ha instaurado en el pospartido de los partidos del Mallorca desde hace dos meses. Más vale que llegue esta semana.