Fútbol. Primera División.

El Mallorca logra la permanencia matemática

Los bermellones empatan ante el Almería en un partido de locos, lo que unido a la igualada del Cádiz ante Las Palmas, les da la salvación a falta de una jornada (2-2)

Redacción

El RCD Mallorca seguirá el año que viene en Primera División. El sufrido empate ante el Almería, unido a la igualada del Cádiz ante Las Palmas, le da permanencia matemática a los bermellones. Larin ha adelantado a los de Javier Aguirre, aunque los de Pepe Mel han remontado con tantos de Arribas y Bruno Langa. Finalmente, el gol de Darder ha dado un empate decisivo que pone el punto y final a la temporada.

No será un año para recordar en Liga, pero se ha conseguido el objetivo. Será la cuarta temporada consecutiva en la máxima categoría. Un partido lleno de minipartidos, en el que ha destacado Sergi Darder y en el que, salvo sorpresa, ha servido de despedida de Aguirre.

La final del curso ha llevado a Aguirre a emplear al mismo equipo que intentó el asaltó del título de campeón de la Copa del Rey en La Cartuja, con la única novedad de Rajkovic por Greif y de Jaume Costa por Lato. Los minutos previos sobre el campo, esperando a que arrancara el partido, eran de nervios y emoción por lo que había en juego.

En el primer minuto, Muriqi avisaba con un disparo que se le marchaba alto. No iba ser el mejor día del kosovar en el primer periodo.El Almería, que ha demostrado tener mucha calidad arriba y flojear detrás, demostraba que no había venido de paseo a Mallorca. A pesar de no crear ocasiones, la presencia de Luis Suárez, que le ganaba la tostada a Raíllo en cada acción, y de Arribas y el excanterano Luka Romero (silbado en cada acción), metían miedo en el cuerpo.

A los de Aguirre les faltaba atreverse a más. Larin, con una arrancada, dejaba atrás a Fernando, pero su remate, apenas sin ángulo, se paseaba por la línea de gol. El canadiense, hoy más acertado que otros días, volvía a tener otra con un remate de cabeza que se marchaba desviado.

Con el paso de los minutos, atenazados sin duda por los nervios pero sin noticias de otros campos, poco a poco los bermellones iban cercando el área de Fernando. Pero de nuevo, como en muchos otros partidos, las jugadas a balón parado iban a desencallar el choque. Un saque de esquina botado por Darder lo peinaba Samú Costa en el primer palo. El balón se ha paseado entre un oceáno de piernas hasta rebotar en Copete, que ha hecho una asistencia involuntaria a Larin, que solo ha tenido que empujarla.

Era el minuto 28 y lo más difícil estaba hecho. Pero de nuevo el miedo a fallar se apoderaba de los de Aguirre, que daban un paso atrás. En el centro del campo, Samú, muy falló, regalaba contras innecesarias. Dani Rodríguez apenas participaba y Darder se veía demasiado solo. Aún así, Muriqi ha tenido el 2-0 con un remate de cabeza que se ha marchado fregando el palo. Meter el 2-0 era más necesario que nunca, pero lo que ha llegado ha sido el empate.

Una indecisión de Gio con Bruno Langa ha acabado con el balón en Centelles, que ha metido un buen centro al área que Raíllo no ha acertado a despejar, llegando Arribas solo a la frontal del área y cruzándole la pelota a Rajkovic. Un jarro de agua fría en Son Moix, que se sabía en Primera a pesar de todo si el Cádiz, al que le habían anulado un gol, no ganaba a Las Palmas.

Luka Romero, que seguramente no se esperaba este recibimiento tan hostil de la que fue su casa, ha enfurecido los ánimos con una rabona cuando el juego estaba detenido que ha provocado que sea amonestado. Así se marchaban ambos equipos a vestuarios, con la sensación el Mallorca de haber desaprovechado una gran oportunidad.

El mal partido de Samú acababa con la entrada de Mascarell tras el descanso. Mayor posesión y control en un partido en el que había que ganar, bajo cualquier concepto, para evitar un drama de última jornada. La segunda parte, con el Mallorca un poco más arriba, arrancaba con un disparo flojo de Darder tras una gran jugada personal y otro de Larin a pase del artanenc.

El canadiense tendría, poco después, otra ocasión, pero Fernando vencía en el mano a mano. El Mallorca pecaba de lo mismo que le ha provocado jugarse la permanencia hasta el final, la falta de acierto en el tramo final. Y eso que el Almería, con una pérdida detrás de otra, le abría las puertas del gol. Aguirre daba entrada al campo a Abdón, buscando el factor sentimental, y a Morlanes, buscando piernas frescas.

Los minutos pasaban y un gol del Cádiz cambiaría todo. Pero lo que nadie se imaginaba era que Bruno Langa se sacara de la mano un misil que entraba por la escuadra de Rajkovic. 1-2 y el terror más absoluto en Son Moix. Los nervios se apoderaban de Son Moix, que no entendían la lentitud a la hora de tener el balón y así se lo hacían saber a los jugadores en forma de silbidos. La segunda parte avanzaba y cada vez parecía más obvio que el Mallorca iba a depender del fallo del Cádiz y no de su acierto. Un disparo de Darder volvía a encender los ánimos del estadio.

Pero en el minuto 82, Sergi Darder, que las había tenido de todos los colores, ha cazado una pelota con la izquierda para empatar y hacer estallar de alegría al estadio. Un gol más y la permanencia sería matemática. Abdón tenía el tercero con un gran disparo, pero no llegaba. En los cinco de añadido el marcador nos e movería y los ojos se irían al Nuevo Mirandilla, donde el empate del Cádiz confirmaba que la permanencia ya era un hecho. Después de mucho sufrimiento, la temporada llega a su fin. A celebrar.