La comunidad china sale de Pere Garau y salva del cierre los bares de barrio en Palma

Migrantes de origen asiático han tomado los mandos de muchos establecimientos de la capital balear que amenazaban con desaparecer por la jubilación de los dueños locales. Mantienen los clientes y sus tapas de siempre y a veces añaden platos de sus lugares de origen, como el arroz o los fideos tres delicias

Redacción

La lista es larga y desborda los límites del barrio de Pere Garau, el de mayor presencia china en Palma. El Doro (en es Fortí), el Bar del Peix (en el Mercat de l’Olivar), A Estribor (detrás del Corte Inglés de Jaime III), Bons Aires (cerca de la Misericòrdia) o el Fujiyama (en Camp Redó) son algunos bares de toda la vida que ahora son regentados por ciudadanos orientales, una tendencia al alza que no es nueva pero que alcanza dimensiones insospechadas en Ciutat. ¿Qué hay detrás de estos traspasos?

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK / DM

En primer lugar, hay que reconocer que muchos de estos emprendedores chinos han salvado literalmente muchas cafeterías de barrio. «Están cubriendo lo que deberían ser relevos generacionales en familias mallorquinas y españolas», expone el presidente de la Asociación China de Balears (Achinib), Fang Ji. De hecho, señala, esta misma situación la está sufriendo la primera generación de asiáticos que vinieron a Mallorca a abrir un restaurante de comida china y se reproduce con sus hijos. «Prefieren trabajar en una oficina y tener vacaciones y más días libres», asegura el empresario.

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK / DM

Caftería El Parque en Nou Llevant

Lin Qing fue uno de los pioneros en la isla en servir frit, tumbet, albóndigas, ensaladilla o tortilla de patatas. En 2008 cogió el traspaso de la cafetería El Parque en Nou Llevant. «Mismas recetas mallorquinas que la señora María y Jaime», cuenta a este periódico el tabernero de ojos rasgados que ya tiene hasta dos nietos nacidos en la isla.

Antes de recalar en Baleares, Lin pasó una temporada trabajando en Santander. «Y vine aquí, donde tengo familiares y amigos». En su bar, trabaja también He Qishuo, «acostumbrado a un clima mucho más frío, es mandarín», ríe el responsable de la cafetería. Lin es de Fujian, provincia del sureste de China, famosa por sus ciudades costeras. «La mayoría de chinos que han emigrado a Mallorca son de esta zona o de Zhejiang; de hecho, uno de cada tres chinos que están en el archipiélago son de esta última región», confirma el presidente de Achinib.

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK / DM

Acometer un negocio de restauración está entre las prioridades de muchos recién llegados del Gigante Asiático. «Primero porque están en una situación de inmigración y lo que buscan es sobrevivir y poder mantener a la familia. Luego creo que hay que destacar también el espíritu emprendedor que tenemos, lo llevamos en la sangre. Los chinos siempre quieren tener su propio negocio y además a pie de calle, es algo cultural», sostiene Fang.

El caso del bar Fleming

Este es el caso también de Huang y Xiu, mesoneros del bar Fleming que tuvieron que aprender a tirar cañas. Llevan dos años tras la barra del establecimiento en la plaza homónima. Su hijo Lin es quien domina el castellano. También trabaja en el bar, pero no quiere llevar el negocio cuando llegue el momento. «Son muchas horas». Antes de llegar a la isla hace seis años, habían residido en Barcelona cuatro años más. «Vinimos a España a trabajar en la restauración, aquí hay muchos negocios. Nos gusta más la isla que la península, este barrio es tranquilo y al bar vienen los clientes de siempre», cuenta. En la carta han añadido algunos platos chinos «que funcionan». Lin está convencido que mucho compatriotas que llegan a Palma optan por negocios de hostelería «ante la dificultad del idioma»: «Es un trabajo en el que no hace falta hablar mucho español, se trata de servir cafés».

LOCAL. CHINOS QUE REGENTAN BARES DE BARRIO.

LOCAL. CHINOS QUE REGENTAN BARES DE BARRIO. / DM

Un factor más en la ecuación es la «gran solidaridad y unión» que presenta la comunidad asiática en Baleares. «Nos ayudamos mucho entre nosotros», asevera Fang, «y también es cierto que estamos acostumbrados a trabajar más de ocho horas, algo que ya sabemos que se da en la hostelería, pero no tantas como dice la leyenda».

La inmobiliaria Huading facilia la búsqueda de locales

Lo de ser una comunidad conectada, lo ejemplifica el presidente de Achinib así: «En 2017 abrió una inmobiliaria china que está en Faust Morell, Huading. Este hecho supuso una gran ayuda para buscar locales con el fin de emprender negocios. Antes los chinos iban por la calle buscándolos, era más difícil, y en Idealista muchos se perdían por el idioma. Me consta que esta inmobiliaria tiene su propio canal de mensajes en WeChat. Ahí publica anuncios de locales y negocios para alquilar o traspasar. Tiene como 4.000 ó 5.000 seguidores asiáticos de aquí».

En toda Baleares, hay unos diez mil chinos, «en Palma se concentra algo más de la mitad, entre 5.000 y 6.000. En las islas es una comunidad igualada a la filipina en número, pero tenemos mucha más presencia porque muchos negocios nuestros están a pie de calle. Es algo cultural: en nuestro país la venta ambulante de comida es muy popular», indica.

LOCAL. CHINOS QUE REGENTAN BARES DE BARRIO.

LOCAL. CHINOS QUE REGENTAN BARES DE BARRIO. / DM

A Estribor, otro local muy valorado

A Estribor es otro local muy valorado por los clientes. Están al frente Lin, de Shanghái, y su marido Haibo, el cocinero. Sirven comida diariamente a los trabajadores del Corte Inglés de Jaime III y de los comercios aledaños. Llevan once años en el establecimiento de la calle Berenguer de Tornamira. Aterrizaron en España para trabajar en la restauración. «Tenemos un hijo de 22 años que estudia Informática y ADE en la Universidad Politécnica de Madrid», cuenta Lin. En la carta se combinan los platos mediterráneos con especialidades chinas: pato con crepes, pollo al curry con patata y arroz blanco, tallarines con chuleta de cerdo, alitas de pollo o rollos de primavera.

Fang Ji, presidente de ACHINIB.

Fang Ji, presidente de ACHINIB. / Manu Mielniezuk

Ejemplo de convivencia

El presidente de Achinib muestra una foto tomada en un bar chino de Nuredduna. Se ve a un abuelo mallorquín jugando al ajedrez con el hijo de los propietarios. «Estos lugares son un ejemplo de convivencia. Los chinos consiguen mantener la clientela de antes, eso significa que la cuidan bien. Además, están contratando a mucho personal que es local y español. Es cierto que podemos parecer desconfiados, pero es por la barrera del idioma. Siempre tenemos una sonrisa, somos humildes y educados», considera Fang, quien también confirma que muchos asiáticos pueden coger estos traspasos «porque llevan años ahorrando, los chinos son muy ahorradores. Y es cierto que se ayudan mucho entre familiares, también económicamente». Además, aclara, «el 95% de los productos los compran a distribuidores locales, contribuyen a la economía mallorquina».

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK

BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK / DM

Otros bares

Este diario lanzó la pregunta en redes sociales sobre qué bares de Palma ya eran regentados por chinos. La nómina que dieron es extensa e incluso traspasa las fronteras de la capital balear: La Esquinita y las Columnas en Pere Garau, donde casi todos los bares lo son, excepto el Gost o La Llubinense; Las Palmas (calle Joan Alcover); Arenas (plaza Drassanes); bar Capitol; el antiguo San Vicente; bar Centro y Encuentro en Son Cotoner; el Boira en Francesc Fiol i Juan; Max & Davy en Blanquerna; bar La Parada en calle Heura ; el Barrilete en Aragó o Moyer en Gabriel Alomar, entre otros. En Llucmajor, cabe citar Es caçadors.

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BARES DIRIGIDOS POR CIUDADANOS CHINOS. MANU MIELNIEZUK / DM

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