Bares "normales" en Palma: El último refugio de los residentes

Los palmesanos ya no se reconocen en la mayoría de cafeterías abiertas en el centro de la ciudad, enfocadas al turismo y a las nuevas tendencias

El Tony, el Plata, el Tulsa, el Savoy o Can Vinagre son el último bastión, la resistencia al café con espuma y al aguacate

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

En el bar Tony aún hay quien se acomoda en la barra para tomar un café con leche en vaso de cristal. Sin espuma. Por el Tony los años no pasan. Es un bar «normal», uno de los últimos refugios para parroquianos locales en el centro de Palma, donde el tomate de ramallet ha resistido los envites del aguacate y donde sabes que aún te esperan por las mañanas, aunque después en el saludo no se note el afecto. Somos mallorquines.

Los abuelos de Joan Pizà lo abrieron en 1954. Eran vecinos de la calle Argenteria. «Aquí al lado estaba la comisaría de Policía, venían muchos agentes al bar. Debían andar con cuidado al hablar de política entre estas paredes», confiesa el joven, nieto de los fundadores y ahora al frente con su mujer, Conchi Humanes, del establecimiento de la plaza Santa Eulàlia número 4. A día de hoy, casi todo es diferente: ves salir por la puerta al poder político -el jueves, a Iago Negueruela, por ejemplo- y al administrativo, comentando las últimas jugadas de PP y Vox estampadas negro sobre blanco en las portadas de los periódicos. Porque estos bares son también el último bastión de la prensa en papel. Romanticismo, pero pasado por el tamiz de una clientela fija matutina con aire a burócrata. Qué duda cabe que antaño estos locales cobijaron vidas más bohemias.

Fotos Bares "normales" en Palma, el Tony, el Plata, el Tulsa, el Savoy o Can Vinagre el último refugio de los residentes

Fotos Bares "normales" en Palma, el Tony, el Plata, el Tulsa, el Savoy o Can Vinagre el último refugio de los residentes / Bernardo Arzayus

Cafés de viejo

Si no fueran de verdad, todos estos cafés «de viejo» -con todo el cariño- parecerían diseñados por el director de arte de las películas programadas en Cine de Barrio. Y lo bueno es que en Mallorca los hipsters no han conseguido canibalizarlos, sobre todo porque la mayoría cierra a las 15 horas. En estos bares no van de tonterías.

En el Tony la nota distintiva son los cuadros, «regalos de todos aquellos pintores que quedaban aquí para hacer tertulia». Entre policías y artistas, también rutilaban los toreros. «En el sótano se reunía la asociación taurina, en Palma había muchísima afición», relata Pizá, orgulloso de los llonguets que sirve: del Forn de la Pau y embutidos caseros.

Discreción mallorquina

¿Qué clase de palmesano eres si no has pisado el bar Plata, el Savoy o Can Vinagre? En los dos primeros, ni una voz más alta que otra. De nuevo funcionarios de la Administración, que comen con la misma discreción mallorquina que si masticasen la luz con las pestañas. En algunas mesas, parece que, en vez de hablarse, se ocultan cosas. Periodistas y jueces progresistas gustan del Savoy en la costa den Brossa y su panet de trempó, solo o con anchoas. Se dedican algunos off the record entre aceituna y sorbo de café. Y quizá, si alguien tiene un día malo, comparte una confidencia con el tabernero Joan Gomila, que con tres años se educó en aquella barra populosa que ahora es el reino de su mujer Agustina. Oído en el Savoy, en boca de la clienta Aina Martínez: «En Palma es más fácil comprarse un bolso de Louis Vuitton que una bombilla».

Fotos Bares "normales" en Palma, el Tony, el Plata, el Tulsa, el Savoy o Can Vinagre el último refugio de los residentes

Fotos Bares "normales" en Palma, el Tony, el Plata, el Tulsa, el Savoy o Can Vinagre el último refugio de los residentes / Bernardo Arzayus

El bar de los 'rojos'

Desde la mesa de la terraza del bar Plata (calle Argenteria) se contempla la majestuosa iglesia de Santa Eulàlia, pero Tolo Serra no te cobra las vistas. Precios de persona, llonguets de jamón serrano cortado al momento y café sin corazones en la superficie. Los orígenes del Plata se remontan a 1934. «Mi padre cogió el traspaso en el año 56. Era un bar más de barra que ahora. Antes se hablaba más, ahora hay menos empatía», constata Serra. La clientela también era otra: «En esta calle vivía gente humilde y venían también los trabajadores de las joyerías y las imprentas. Ahora hay pisos carísimos y la mayoría de clientes son funcionarios, pero gente de aquí. En alguna ocasión ha entrado algún crucerista: me han pedido un ristretto entre dos con la excusa de emplear el baño», relata. En el Plata, el café aún puede tomarse por 1,25 euros. El diputado Vicenç Vidal bebe uno -este jueves-. Todavía hay parroquianos que se acuerdan del padre del actual dueño: «Fue un valiente, en el bar se hacían reuniones de socialistas y republicanos en pleno franquismo. Se la jugó, estaba perseguido», evoca.

Fotos Bares "normales" en Palma, el Tony, el Plata, el Tulsa, el Savoy o Can Vinagre el último refugio de los residentes

Fotos Bares "normales" en Palma, el Tony, el Plata, el Tulsa, el Savoy o Can Vinagre el último refugio de los residentes / Bernardo Arzayus

El Tulsa (plaza del Comtat del Rosselló) tiene nombre de cine: Tulsa, ciudad sin ley. Aún reverbera en sus paredes el rumor de los espectadores del cercano Teatro Balear. Clientela poco ortodoxa en los 50 y 60. La familia de José Manuel González se puso al frente del local hace 25 años. El variat despunta. Servido con llengua amb tàperes. Los chinos han sacado la billetera para comprarlo, pero el Tulsa no está a la venta. Continuará...

*Consulta la sección Bares Normales, en Diario de Palma. Un espacio en formato de artículo y vídeo disponible en la web de este periódico todos los miércoles. También podrás ver los bares normales en las redes sociales de Diario de Mallorca.