Turismo del Consell de Mallorca acumula 4.000 expedientes pendientes de tramitar

En el departamento de la institución insular, el nuevo equipo del PP se ha encontrado con que el retraso en resolverlos llega hasta dos años

En la imagen, 1.600 expedientes en una dependencia de Turismo en La Misericòrdia, en Palma. | DM

En la imagen, 1.600 expedientes en una dependencia de Turismo en La Misericòrdia, en Palma. | DM / Myriam B. Moneom.b.m.

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

Cuando se cumple un mes desde que los nuevos consellers del Consell de Mallorca tomaran posesión de su cargo, trasciende el panorama que se han encontrado en el departamento de Turismo sus responsables: se acumulan alrededor de cuatro mil expedientes a los que todavía no se ha dado respuesta, con retrasos de hasta dos años.

Fuentes de la institución insular achacan a «la deficiente» transferencia de las competencias del Govern al Consell de la situación que van a tener que enfrentar. Un problema de gestión acusado por la falta de personal en Turismo y las diferentes dependencias por las se reparten los trabajadores.

Hay que recordar que el Consell de Mallorca era la única institución insular que no tenía transferidas las competencias de Turismo. Por fin, desde el 1 de enero de año pasado, el Consell asumió las correspondientes a a la ordenación turística, que incluye la planificación y gestión de la oferta, la facultad inspectora y también la sancionadora. Y desde el 1 de abril, además, se le cedió la Bolsa Consorcio de Alojamientos Turísticos (CBAT). La promoción turística se traspaso en 2018.

El origen del colapso se achaca a la «deficientes» transferencias desde el Govern al Consell

Pues bien, al llegar a La Misericòrdia el nuevo equipo del PP, donde tiene su sede Turismo, ahora dirigido por el conseller José Marcial Rodríguez, se han llegado a encontrar hasta 1.600 expedientes en una habitación. «Y todo en papel, después de haber pasado la legislatura de la digitalización a cargo de los fondos europeos Next Generation», critican fuentes del Consell. La mayoría corresponden al CBAT, no obstante, aunque la Administración no haya respondido, el DRIAT (Declaración Responsable de Inicio de Actividad) permite mantener la actividad turística.

Se destaca que con el traspaso de funciones por parte del exconseller socialista Andreu Serra, este ya advirtió de la situación en su departamento. Los expedientes pendientes de tramitar corresponden a servicios técnicos, de calidad, la bolsa de plazas turísticas y de instrucción, que retrasan las inspecciones turísticas.

Digitalización

Para resolver el colapso administrativo en Turismo se va a incorporar más personal, por ejemplo, cuatro trabajadores al área de instrucción. Ahora en total la plantilla asciende a 140 personas. También se va a subcontratar la digitalización de los expedientes para deshacerse de las montañas de papel y agilizar su resolución.

Como origen del problema, se señala que desde la conselleria de Turismo de Govern, con el socialista Iago Negueruela al frente, no se transfirió al Consell a todo el personal que correspondía con la asunción de las competencias. «Fue un traspaso poco riguroso y deficiente», se incide.

Lo que queda por delante es incrementar los medios humanos y técnicos para agilizar el tiempo de respuesta y que sea en «un tiempo razonable», sin tener que esperar uno o hasta dos años la resolución por parte de la Administración insular.

El acuerdo de traspaso de la calle Montenegro a La Misericòrdia incluyó 61 puestos de trabajo, entre ellos 16 inspectores. Al final de la legislatura anterior la plantilla de inspectores de turismo se amplió a 20 funcionarios.

Personal repartido en cuatro dependencias

Uno de los asuntos a resolver en el departamento de Turismo del Consell es que el personal está repartido en cuatro dependencias diferentes, entre La Misericòrdia, el hipódromo de Son Pardo, el edificio Alba y la sede de la Aetib. Se da la circunstancia, por ejemplo, de que hay jefes de servicio que se tienen que ir desplazando, lo que ralentiza los procesos. Se considera prioritario centralizar todos los servicios y los trabajadores en un solo lugar. Tras ese objetivo ya estaba el exconseller socialista Andreu Serra.

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