Juzgan a dos jóvenes por patronear una patera con 20 personas desde Argelia a Mallorca

Los dos sospechosos niegan haber tripulado la barca y señalan que ellos también pagaron por realizar el viaje

Los dos jóvenes acusados, ayer en el juicio en la Audiencia de Palma.

Los dos jóvenes acusados, ayer en el juicio en la Audiencia de Palma. / D.M.

Redacción

La Audiencia de Palma juzgó ayer a dos jóvenes de nacionalidad argelina por presuntamente patronear una patera desde su país de origen con 20 personas a bordo, que arribaron a la Colònia de Sant Jordi a mediados de junio de 2023.

Los dos acusados negaron ser los patrones de la barca. “Yo no conducía la patera. No cobré. Yo pagué como todo el mundo a Abdalá”, manifestó uno de ellos a preguntas de su abogado. Ambos solo respondieron a sus letrados. “No cobré ni conduje la barca. Mi único objetivo era venir a trabajar y ayudar a mi familia”, señaló el otro muchacho.

Los supuestos patrones, que están encarcelados desde el pasado mes de junio, se enfrentan a sendas peticiones de condena por parte de la fiscalía de siete años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Mientras, las defensas solicitan la libre absolución.

Un testigo protegido recordó que antes de llegar a las costas de Mallorca, hubo dos viajes fallidos. El hombre manifestó que antes de hacerse a la mar, estuvieron dos días esperando en un bosque junto a la playa argelina. Según su versión, eran un grupo de 18 personas subsaharianas, dos de ellas mujeres. Cuando llegaron a la barca, allí había “dos árabes” que les esperaban y que los llevaron hasta España.

Sin chaleco salvavidas

“No llevábamos chaleco salvavidas. Todos pagamos 4.000 dinares para tener chaleco, pero no nos lo dieron. Yo también pagué 2.000 dinares por la comida, pero no compraron comida”, especificó el testigo protegido, quien identificó a los dos sospechosos como las personas que patroneaban la nave. “Ellos dos manejaban la patera, ya que ningún subsahariano sabía manejarla”, confirmó. “Yo tuve miedo, solo Dios me podía ayudar”, reconoció.

Un policía nacional que estuvo con varios de los ocupantes recordó que fue muy complicado hablar con ellos porque “estaban muertos de miedo”. Según su versión, “pasaron mucho miedo, pensaron que iban a morir; también tenían mucho miedo a hablar con la Policía; les obligaron a apagar sus teléfonos móviles durante la travesía, no les dejaron utilizarlos”. Otro agente subrayó que no llevaban agua suficiente en la patera y que tampoco disponían de bengalas ni chalecos. Además, la barca iba sobrecargada.

Al finalizar el juicio, uno de los jóvenes acusados indicó en el turno de la última palabra: “Quiero la libertad. Nos han dicho que España es un país con derechos. Estoy aquí para ayudar a mi madre y a mi familia”.

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