Inspector, autor de ‘Escuelas que enseñan. El conocimiento sí importa’.

Miquel Àngel Tirado: «Hay escuelas que han abdicado de enseñar»

Doctor en Educación, Tirado expone en su libro que la aplicación de determinadas metodologías está alejando al sistema educativo de su objetivo fundamental (que los niños aprendan). Advierte que las familias vulnerables serán las más afectadas.

Miquel Àngel Tirado, autor de 'Escuelas que enseñan. El conocimiento sí importa': "Hay escuelas que han abdicado de enseñar"

Redacción

Redacción

Su libro se titula ‘Escuelas que enseñan’, ¿eso quiere decir que hay escuelas que no enseñan?

Lo escribí porque me preocupa que haya escuelas que han abdicado de enseñar, centrándose en unas metodologías con las que no se consigue que los alumnos adquieran más cultura, más conocimientos, que es la base fundamental de personas con pensamiento crítico que puedan pensar por ellas mismas. Por tanto, es la base de la democracia. Las leyes educativas, especialmente la última, han puesto el acento en desarrollar unas competencias vacías de conocimientos.

¿Es un libro contra la innovación o contra el innovar de cualquier manera?

No es un libro contra nada, es un libro que pone el foco en la importancia de decidir qué método es el más adecuado para llegar al aprendizaje de la forma más efectiva. No es lo mismo aprender a leer que aprender sobre la Guerra Civil o que aprender a bailar. La innovación debe ser evaluada para saber si ha tenido los efectos que pretendía: ¿leen mejor, escriben mejor, son capaces de resolver problemas matemáticos más complejos, leer textos con mayor profundidad y de diferente tipología... adquieren más conocimientos?

Estas ideas innovadoras se ligan a ideas (y partidos) progresistas, pero usted advierte que a nivel social su efecto puede ser el contrario, ¿no?

Sí, los resultados de los informes internacionales, como PISA, muestran que los niños de contextos más pobres están a casi tres cursos de diferencia de los niños más ricos, una brecha insostenible para una democracia. La escuela no puede dejar de asumir su papel de ascensor social para niños de contextos vulnerables. Si aprendemos a partir de lo que ya sabemos, cuanto más sepamos más podremos aprender. La escuela tiene que centrarse en que logren una cultura y unos conocimientos amplios que les permitan pensar por ellos mismos.

‘Pero si todo está en internet’.

Claro, pero no en tu cerebro. Para pensar, necesitamos tener conocimientos en nuestra memoria a largo plazo, porque si no, no podemos razonar. Los conocimientos son los ladrillos que te permiten pensar y tienen que estar bien organizados en nuestra memoria. Tenemos más información que nunca, pero el conocimiento es otra cosa: la apropiación selectiva de la información.

¿Los niños de hogares con recursos y familias implicadas saldrán adelante y los más vulnerables pagarán las consecuencias?

Correcto, cuando entran en la escuela los niños de tres añitos ya vienen con un capital cultural de casa. Los padres que leen a sus hijos un libro cada noche, durante sus primeros cinco años de vida, les están regalando una exposición a 78. 000 palabras más cada año que a los que no. La investigación ha acreditado que el vocabulario es un factor crítico en Infantil y primer ciclo de Primaria, y que predice el rendimiento en Secundaria. Si la escuela no compensa el déficit de vocabulario y conocimientos que algunos niños traen de casa no conseguiremos que suban al ascensor social. Además, hasta 3º de Primaria se aprende a leer, a decodificar, a partir de ahí se aprende leyendo: la lectura es el más potente instrumento para adquirir conocimientos, si no se han conseguido unos niveles de lectura apropiados antes la brecha se va incrementando de una forma exponencial. Van perdiendo la posibilidad de seguir aprendiendo y cuando llegan al instituto se suman las hormonas y aquello es de difícil control.

¿El ascensor social de la escuela está en parada técnica, en caída libre...?

A ver, ha habido mejoras, en los últimos 12 años el abandono prematuro se ha reducido 15 puntos y la tasa de graduación se ha incrementado 10 puntos en 10 años. Pero que se gradúen más no significa que hayan aprendido más, esas estadísticas no se corresponden con los resultados de las pruebas internacionales, donde los resultados en lengua y matemáticas no crecen.

La educación ‘paralela’ ha crecido (clases particulares o academias para el que se las pueda pagar, planes de refuerzo como PROA, ‘cursos cero’ antes de empezar la carrera en la UIB...): ¿un indicador de lo que usted denuncia?

No podemos pensar que, como se gradúan más alumnos, el sistema educativo va bien: los alumnos que se están graduando no están mostrando los niveles de conocimiento esperables. Hace poco se publicó que en la prueba de acceso al grado de Educación Primaria ha disminuido el porcentaje de aprobados y una universidad que ha redactado un manifiesto alertando de que los estudiantes cada vez entienden menos los textos complejos a nivel académico. Algo no está funcionando.

¿Puede ser que las escuelas se hayan lanzado a estas metodologías al estar desbordadas y buscando soluciones para salir adelante ante todo lo que les cae encima: diversidad y complejidad social, cambios normativos, fenómenos como las redes sociales, la pandemia de salud mental infantojuvenil...?

Tenemos muy buenos profesores, muy implicados, pero creo que estamos como desorientados ante tanto ‘input’ que nos viene de fuera, que no nos permite reflexionar sobre qué necesitamos y cómo implantarlo. Se ve con la tecnología también y con las metodologías innovadoras, que en realidad no lo son tanto: tienen más de un siglo y sabemos qué impacto han tenido en otros países como Estados Unidos, Suecia, Noruega o Francia. Vamos a rebufo y ni siquiera aprendemos de la experiencia de los otros.

Su discurso es discordante, ¿le acusan de nostálgico, de caer en el ‘todo tiempo pasado fue mejor’?

No hay nostalgia en el libro. Sabemos, tenemos mucha información, lo que funciona y lo que no funciona, y sabemos que la lectura y la escritura son pilares fundamentales. También sabemos que para aprender es necesario esforzarse, no sabes que has aprendido algo hasta que no lo evocas, pero no hemos alejado de ese concepto.

La pérdida de la cultura del esfuerzo es a nivel social, ¿la escuela sola puede combatir eso?

Efectivamente las soluciones de toda problema social acaban dirigiéndose hacia la escuela. Y eso hace que desbordemos el sistema educativo y estemos absolutamente desorientados sobre qué es lo principal. Pero si la escuela no asume su papel de transmisión de conocimientos, ninguna otra institución lo hace y esto acaba perjudicando a las personas más vulnerables.

Ve la atención «en peligro de extinción», algo que también es un problema social del que la escuela es víctima y contra el que es difícil luchar, ¿los docentes recurren a estrategias de ‘parque de atracciones’, como dice Gregorio Luri, en un intento de captar y motivar?

Sí, pero al final lo que hacemos es dar continuidad a esta dinámica del estímulo de respuesta corto, lo que dispersa la atención, que es lo más relevante para aprender. Si no estamos atentos a lo que hacemos, leemos, escuchamos, no podemos aprenderlo, porque no entra en nuestro cerebro y no podemos procesarlo. Nos volvemos locos con las tecnologías, pero no hay cosa más potente para procesar un aprendizaje que la escritura a mano, que es exponer ideas, organizarlas en tu mente y generar nuevas ideas. Esto es insustituible por ninguna pantalla.

¿Qué efectos cree que tendrá la LOMLOE?

La aplicación que se ha hecho en Baleares incide en la introducción de determinadas metodologías muy concretas. Las situaciones de aprendizaje es un eufemismo de aprendizaje basado en proyectos. Para todo, para todos, para cualquier aprendizaje y para cualquier edad, cuando sabemos que el aprendizaje por descubrimiento puede ser útil para profundizar en lo que has aprendido, pero no para descubrir el nuevo conocimiento. Y por tanto, las metodologías exploratorias son útiles, pero en determinados momentos y en determinados contextos.

Como inspector, ¿cómo ve la aplicación de la LOMLOE, qué se respira en los centros?

Con los centros que trabajo estoy contento porque no han olvidado de que lo principal es el aprendizaje y tienen una organización y una estructura muy clara de qué es lo que los alumnos tienen que aprender de forma gradual en cada área. Lo que veo es que el profesorado necesita que se le rebajen los niveles de burocracia para dedicarse a preparar, corregir y dar clases de calidad: el tiempo en la escuela es limitado y no hay que hacer cualquier actividad, hay que hacer las mejores. También necesitan un currículum bien estructurado, que les ayude y sea útil, no que les ponga trabas. Los criterios de evaluación son de difícil comprensión.

¿La LOMLOE es un obstáculo para que las escuelas enseñen?

Es un obstáculo para que el profesorado pueda centrar la atención en lo importante, que es el aprendizaje. En los docentes veo preocupación y desorientación.

¿Hay familias que también han abdicado de educar y es otra cosa más que se pone la escuela a la espalda?

Sin la participación de las familias, la escuela no puede dar respuesta a todo. La escuela se basa en la confianza de la sociedad en su trabajo. Y ahora esa confianza no se da con la suficiente fuerza. Ahora, la escuela ha de esforzarse en que todos los niños aprendan, vengan de donde vengan.

En su libro alerta sobre el papel fundamental que la LOMLOE da a la educación emocional, ¿es incompatible lograr niños felices y niños que aprendan?

Estar contra el afecto y la sensibilidad en la escuela es como estar en contra de la idea misma de educación. Los buenos docentes consiguen crear ese clima de afecto y siempre han trabajado la gestión emocional, pero centran la atención en que los alumnos aprendan. Ahora es como si la emoción hubiera desplazado a la razón.

Tecnología en el aula, ¿lanza la misma advertencia que con las nuevas metodologías?

Sí, la diferencia está en que sabemos los efectos de estas metodologías, la novedad se encuentra con el uso de los dispositivos electrónicos en las aulas como medio de aprendizaje. Es cierto que debemos trabajar las competencias digitales, ¿y si lo hacemos con la pantalla apagada? Por ejemplo, para poder seleccionar información por internet y hacer la lectura superficial que te promueve la pantalla necesitas saber antes hacer una lectura profunda. Con la IA quizás repitamos errores, afrontándola sin reflexión.

En Cataluña hay un movimiento de familias contra el trabajo por proyectos, incluso un grupo de padres ha forzado que un equipo directivo dimita, ¿este movimiento llegará aquí?

Es una buena noticia que las familias se movilicen para gritar por una educación de calidad para todos. Entre los profesores se están moviendo cosas, también en Baleares. El docente es el principal factor para la calidad de un sistema educativo y para que sea bueno necesita saber de lo que enseña; saber enseñar; y tener conocimiento pedagógico sobre los contenidos que enseña.

Cuando va a los centros, ¿se plantea el tema lingüístico?

No, están a otras cosas. La lengua toca los sentimientos más profundos de las personas. Y por desgracia, cuando la cuestión lingüística se pone en el centro del debate educativo, inmediatamente se politiza y se desvía el foco sobre lo relevante, que es una cosa en la que todos estamos de acuerdo, que es que los alumnos tienen que lograr los máximos niveles de escritura, de lectura y oralidad en ambas lenguas oficiales.

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