Fútbol. Primera División

El Real Mallorca solo ha podido vencer en dos ocasiones al Sevilla en Son Moix

Los únicos triunfos barralets frente a los hispalenses en Camí dels Reis fueron en 1999 y 2013

Alejandro Alfaro marcó los dos goles en la última victoria del Mallorca ante el Sevilla en Son Moix

Alejandro Alfaro marcó los dos goles en la última victoria del Mallorca ante el Sevilla en Son Moix / Tooru Shimada (DM)

Pau Ferragut Massanet

Pau Ferragut Massanet

Uno de los grandes beneficiados del traslado del Mallorca desde el desaparecido estadio Lluís Sitjar al de Son Moix es el Sevilla. Desde 1999 los bermellones solo han podido doblegar en dos ocasiones a los andaluces tras 17 enfrentamientos. La primera, curiosamente, fue en el bautizo de los sevillistas en la entonces nueva casa de los barralets (1999-2000). El equipo dirigido por Fernando Vázquez se impuso por tres goles a uno al de Marcos Alonso, con dianas de Carreras, Ibagaza y Prieto en propia meta.

El último triunfo del Mallorca ante el Sevilla fue en la campaña 2012-13. Un doblete de Alejandro Alfaro sirvió a los de Gregorio Manzano, que había relevado a Joaquín Caparrós en el banquillo tras una nefasta racha que fue la causante del descenso a Segunda tras 16 años seguidos en Primera, para imponerse por 2-1. Una victoria que esperan repetir este sábado el Mallorca.

Siete empates

El balance en el cara a cara refleja otros siete empates (tres igualadas sin goles, otras tantas a uno y un 2-2) y hasta ocho victorias para los hispalenses. La última precisamente el curso anterior (0-1) con Javier Aguirre en el banquillo. Un solitario tanto del serbio Gudelj, desde fuera del área, dio el triunfo a los de Jorge Sampaoli.

Las dos goleadas más abultadas a favor del Sevilla fueron el 0-4 en Liga de la campaña 2001-02 y el 0-5 en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey (2012-13). Con Sergio Kresic al mando del Mallorca, el tropiezo agravó la crisis en la temporada recordada por la histórica participación en la Liga de Campeones. Precisamente en el otro banquillo estaba un Caparrós que, una década después, dirigía a los mallorquines en la malograda eliminatoria del torneo del KO.