Fútbol. Primera División.

El Real Mallorca se afianza en Primera División

El club va a enlazar su cuarta temporada en la elite, la segunda racha más longeva de su historia tras la vivida entre 1997 y 2013

Raíllo se abraza a seguidores de la Grada L’Infern1916 tras conseguir el Mallorca la permanencia matemática.

Raíllo se abraza a seguidores de la Grada L’Infern1916 tras conseguir el Mallorca la permanencia matemática. / DM

Redacción

El RCD Mallorca estará un año más en Primera División. Pese al sinsabor de la sufrida permanencia, que trajo más alivio que alegría, el club enlazará su cuarta temporada entre los veinte mejores equipos de España. Un hecho que convierte a esta etapa, compartida de manera desigual entre Luis García PlazaJavier Aguirre, en la segunda más larga de la entidad en la máxima categoría tras la de oro vivida entre los años 1997 y 2013. 

Pese a no celebrarse como otras permanencias al no verse el equipo en peligro hasta el final y tras un curso decepcionante, tiene una importancia mayúscula. Ha sido una salvación que se ha alargado demasiado en el tiempo y que ha desgastado tanto a jugadores como a afición, que tan solo deseaban poder confirmar que estaban fuera de peligro para ponerse a pensar en un verano que debe ser reparador para todas las partes. 

Aguirre, que vivirá este domingo en Getafe (14 horas) su último encuentro al frente del conjunto bermellón, ha traído con él la estabilidad que tanto reclamaba el proyecto de la propiedad americana. Su legado es dejar al equipo de donde lo rescató a punto del precipicio, una misión que deberá continuar ahora Jagoba Arrasate. Con un estilo que ha sumado más detractores que defensores, el ‘Vasco’ ha conseguido uno a uno los objetivos principales, que no eran otros que lograr la permanencia. 

Con la cosechada el curso pasado ya se superó la barrera de las tres campañas seguidas en Primera. Ese punto, señalado tantas veces por los dirigentes, permite igualar en cierta manera a clubes más estabilizados y no partir en tanta desventaja económica siendo un recién ascendido. Ahora se ha superado con una cuarta y no es un hecho menor en una Liga en la que cada vez caben menos sorpresas por el tiránico dominio de Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid y el descenso del nivel entre los más modestos. 

Si algo ha conseguido quitarse al fin este Mallorca es la etiqueta de 'equipo ascensor', algo que a lo que se acostumbró, tanto para bien como para mal, durante varias temporadas seguidas. De hecho, durante seis temporadas consecutivas –desde la 2016/17 hasta la 2021/22–, los bermellones estuvieron en categorías distintas. 

Lo que ha conseguido Aguirre y este grupo de jugadores ya tiene su lugar en la historia de la entidad mallorquinista. En un club en el que antes de 1997 lo normal no estar en Primera División, se han convertido ya en la segunda mejor marca. Para alcanzar la primera todavía faltan doce años. 

Y es que el esplendor del club–y posterior decadencia– llegó a partir del curso 1997/98. Quedar entre los cuatro primeros, disputar finales europeas, competir en la Liga de Campeones, una final de Copa del Rey perdida y otra ganada, salvaciones milagrosas... Dieciséis temporadas que dieron para mucho en Primera antes de descender a Segunda en 2013, dando paso a una de las épocas más oscuras del club en lo que se lleva de siglo XXI. 

Y antes de ello, en los 108 años de historia de la entidad, tan solo en dos ocasiones había conseguido encadenar tres campañas en la elite. Primero, entre los años 1960 y 1963, en el que fue el debut del club en la máxima categoría. Y mucho más tarde, entre los años 1989 y 1992. El hábitat natural del club siempre fueron Segunda y Segunda B hasta la década de los noventa cuando todo cambió. 

Ahora, con solo una jornada por delante y nada en juego, al igual que en el resto de campos de la Liga, solo queda poner el punto y final al curso. Será un verano de adiós para Aguirre y para algunos futbolistas, ya sea porque no han renovado (Jaume Costa) o porque su futuro está lejos de la isla. Pero los que permanezcan saben que estarán ante la cuarta temporada en Primera, el mayor patrimonio del club por encima de cualquier otra cosa. Y deberán trabajar para que el sufrimiento de este curso no se repita. 

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