El perfil de Xisco Cardona: El diputado menorquín que negó a Vox después de colgar los hábitos de sacerdote

El primer representante de Menorca de la formación de ultraderecha fue sacerdote, juez del Tribunal Diocesano de Mallorca y en 2017 se casó con la jueza del Caso Nóos Samantha Romero

Xisco Cardona, ayer en la puerta del Parlament tras anunciar su salida de Vox

Xisco Cardona, ayer en la puerta del Parlament tras anunciar su salida de Vox / B. Ramon

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Francesc Cardona (Maó, 1964) abandonó el sacerdocio antes que a Vox, pero al menos lo hizo por amor y con menos estruendo político y mediático

Fue en 2015, dos años antes de contraer matrimonio con la jueza Samantha Romero (Palma, 1972), presidenta del Tribunal del caso Nóos y también del caso Cursach. La pareja se casó en el Oratori de Portals el 2 de septiembre de 2017, en una ceremonia religiosa que ofició Lluc Riera, prior de La Sang, concelebrada con el actual obispo de Menorca, Gerard Villalonga, nombrado el pasado mes de abril. A las nupcias siguió posteriormente otra celebración en Menorca.

El 17 de febrero del mismo año la jueza Samantha Romero había firmado la sentencia que condenó a seis años y tres meses de cárcel a Iñaki Urdangarin y a ocho años a Diego Torrres, amigo desde la infancia de Francesc Cardona, desde la época que ambos eran alumnos del colegio Joan Ramis de Maó. 

Aficionado a la náutica y a la equitación, Xisco Cardona, que ha llegado a participar como caixer en las fiestas de Sant Joan de Ciutadella, sintió desde muy joven la llamada del sacerdocio.  

Es doctor en Derecho Canónico y abogado del Tribunal de la Rota, licenciado en Filosofía y en Teología, graduado en Derecho y también posee estudios de Administración y Dirección Empresas.

Su carrera profesional la ha desempeñado en el ámbito canónico y en los tribunales eclesiásticos. Ha sido notario y vicario judicial del obispado de Menorca y juez del Tribunal Diocesano de Mallorca, cargo este último que ejerció entre 2013 y 2016. Anteriormente también había sido profesor de bachillerato.

Cardona se convirtió en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo en el primer candidato de Vox por Menorca que consiguió un escaño en el Parlament balear, convirtiéndose después en el portavoz adjunto de la formación.  

Xisco Cardona, rodeado de periodistas tras anunciar su salida de Vox, aunque conservará su acta de diputado del Parlament

Xisco Cardona, rodeado de periodistas tras anunciar su salida de Vox, aunque conservará su acta de diputado del Parlament / B. Ramon

En los mismos comicios municipales del pasado 28 de mayo también logró ser el único concejal de Vox en el Ayuntamiento de Maó, su ciudad natal. 

Y en el caso hipotético de que ahora abandonara el ejercicio de la política y finalmente saliera del Parlament y del Ayuntamiento de Maó para que corriera la lista de Vox, lo sustituiría la misma persona en ambas instituciones, la abogada Melina Merki, compañera de bufete. 

Xisco Cardona era también el coordinador de Vox en Menorca desde diciembre de 2022, cuando fue nombrado tras el abandono de Antoni Camps, que había ejercido esa responsabilidad desde febrero de 2019, tras renunciar al escaño como diputado del Partido Popular en el Parlament para convertirse en candidato de la formación de Santiago Abascal

En el relato de la crisis interna del partido ultraderechista, la primera afrenta que recibió Cardona del ala dura del partido se produjo el pasado 18 de octubre, cuando fue sustituido como portavoz adjunto en el Parlament. La portavoz Idoia Ribas presentó un escrito en la cámara formalizando la defenestración del menorquín y su sustitución en el cargo por el diputado Sergio Rodríguez.

Defenestración y epitafio político en el Parlament

En su última intervención en el pleno del Parlament como diputado de Vox, el pasado martes, y formulando una pregunta al conseller del Mar y Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente, sobre el compromiso de suministrar agua desalada a Ciutadella, aprovechó la ocasión para fijar su posición sobre la estrategia de su partido para obligar al Govern del PP a aceptar la libre elección de lengua en la educación, a cambio de su apoyo al techo de gasto. «Hay una máxima jurídica en Derecho que dice: pacta sunt servanda, los pactos deben cumplirse, de lo contrario quien no los cumple se inhabilita para seguir pactando absolutamente nada más. Y estoy hablando del agua, por si alguien se ha perdido», quiso subrayar, pronunciando de esta forma ante la cámara su epitafio político.

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