El ala dura de Vox recupera el poder de los diputados tras la división interna

Sergio Rodríguez pasa a ser el portavoz adjunto tras el cese fulminante de Xisco Cardona, un diputado menos beligerante con el PP y la lengua

Sergio Rodríguez, Xisco Cardona e Idoia Ribas, este martes en el Parlament.

Sergio Rodríguez, Xisco Cardona e Idoia Ribas, este martes en el Parlament. / B. Ramon

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Vox consiguió salir del maratoniano pleno del martes con la convicción de que habían conseguido la primera victoria política frente al Partido Popular de Marga Prohens, aunque la decisión de tumbar el techo de gasto al Govern provocó una fuerte división interna ―estuvo a punto de quebrar el grupo parlamentario― que ha acabado con un reforzamiento del ala dura del partido.

El secretario general de la formación en Baleares y diputado autonómico, Sergio Rodríguez, asumirá a partir de ahora la portavocía adjunta después de que la portavoz principal y líder del partido, Idoia Ribas, cesara ayer de forma fulminante a Xisco Cardona. El menorquín fue uno de los dos diputados díscolos ―el otro era el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne― que se posicionaron a favor de apoyar los presupuestos del PP, mientras que los otros seis representantes se decantaban por tumbar el techo de gasto después de que los populares rechazaran su iniciativa para implantar la libre elección de lengua. Cardona incluso se llegó a reunir en privado con la presidenta del Govern, Marga Prohens.

Con el ascenso de Rodríguez, el ala dura recupera el poder de todo el grupo parlamentario después de que el exportavoz Jorge Campos fuera llamado a filas como diputado raso en Madrid y Cardona asumiera la segunda posición en la jerarquía parlamentaria. Hasta ahora, los encargados de negociar con el PP en las reuniones de seguimiento del pacto eran Ribas y Cardona. A partir de ahora los dos diputados más veteranos, mucho más beligerantes con el PP e inflexibles en temas de lengua, volverán a ser la punta de lanza del partido en las islas.

Rodríguez fue el encargado de salvar la disciplina de grupo al ejercer de vaso comunicante entre la dirección de Madrid y el grupo parlamentario, sobre todo cuando algunos diputados mostraron su disconformidad y amagaron con la posibilidad de apoyar el techo de gasto de los populares, una situación que no llegó a producirse y acabó con Vox cerrando filas y tumbando los presupuestos a su socio mayoritario. Además, la decisión de encumbrar a Rodríguez dentro del grupo parlamentario ―ayer se estrenó en la Junta de Portavoces― se ha producido apenas unas horas antes de que aterrice en Palma el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, y se espera que apoye las decisiones de sus diputados.

Toda esta situación, con Vox asumiendo posiciones de máximos, coincide con el ascenso dentro del partido de Jorge Buxadé, actual vicepresidente primero de acción política con pasado falangista y mano derecha del presidente del partido, Santiago Abascal. Buxadé pertenece al ala más dura y ultranacionalista que ha trepado hasta lo más alto de Vox tras la salida de Iván Espinosa de los Monteros, que dejó la portavocía en el Congreso de los Diputados a principios de agosto.

El pasado lunes, Rodríguez dejó claro en IB3 que su partido firmó con el PP un acuerdo «programático y pragmático» en el que había dos compromisos claros: establecer la libre elección de lengua en todas las etapas educativas antes de acabar la legislatura e impulsar el «desarrollo normativo correspondiente» para garantizar que el desconocimiento del catalán no penalice en el acceso a la función pública: «Entiendo que ha sido muy fácil aplicar las primeras medidas como la eliminación del Impuesto de Sucesiones o la gratuidad 0-3 años porque estábamos plenamente de acuerdo con el PP, pero Marga Prohens es presidenta gracias a nosotros».

Según recoge Europa Press, Campos amenazó ayer con la posibilidad de que la formación convoque la comisión de seguimiento del acuerdo alcanzado en las islas con el PP debido al «desencuentro» entre ambos a cuenta del uso de las lenguas en los colegios.

En declaraciones a los medios, Campos insiste en vincular el apoyo de Vox a los presupuestos autonómicos a que el PP apoye su iniciativa sobre las lenguas en la enseñanza que, según recalca, es parte del acuerdo alcanzado con el PP.

«Todo lo que está pactado, todo lo que está en el acuerdo de gobierno para recuperar la libertad lingüística, se debe cumplir», indica el exportavoz parlamentario, que incide en que este punto es «uno de los principales del acuerdo» y una «bandera» de su partido. Si el PP «se niega» a apoyar la libertad de elección de lenguas en la enseñanza, avisa Campos, Vox «tendrá que convocar la comisión de seguimiento del acuerdo para establecer a ver qué hay que hacer si el acuerdo no se cumple por su parte». Además, califica lo ocurrido de «desencuentro» e indica que ambas partes negocian para «resolver» la situación. Así, expresa su esperanza de que la iniciativa para la libre elección de lengua salga adelante «porque es una cuestión que la mayoría de los ciudadanos de Balears quieren: acabar con la imposición del catalán en la educación».

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