Vox recompensa a su secretario general en Baleares tras la victoria contra el PP

La dirección nacional reconoce la labor de Sergio Rodríguez, perteneciente al ala dura del partido, que consiguió imponer la unanimidad interna ante la posibilidad de que hubiera diputados díscolos y le nombra portavoz adjunto

Sergio Rodríguez, Xisco Cardona e Idoia Ribas, ayer en el Parlament.

Sergio Rodríguez, Xisco Cardona e Idoia Ribas, ayer en el Parlament. / B. Ramon

Guillem Porcel

Guillem Porcel

La dirección nacional de Vox ha ascendido a su secretario general en las islas y diputado autonómico, Sergio Rodríguez, tras la victoria política de ayer contra el PP y le ha nombrado portavoz adjunto en el Parlament balear. Rodríguez fue el encargado de salvar la disciplina de grupo al ser el vaso comunicante entre Madrid y el grupo parlamentario cuando algunos diputados mostraron su disconformidad y estaban dispuestos a apoyar el techo de gasto de los populares, una situación que no llegó a producirse y acabó con Vox tumbando los presupuestos a su socio mayoritario. Este movimiento, asumido como una victoria política dentro del partido, supone, de facto, un triunfo del ala dura del partido. La decisión se ha producido apenas unas horas antes de que aterrice en Palma el secretario general de Vox, Ignacio Garriga.

La portavoz principal del grupo parlamentario, ldoia Ribas, ha registrado esta mañana la petición para que Xisco Cardona sea sustituido por Rodríguez. El menorquín era uno de los diputados que estaba abierto a facilitar la aprobación del presupuesto contra el posicionamiento de Madrid, sobre todo después de que el PP intentara por todos los medios presionar a los diputados díscolos. Cardona no compareció ayer con sus compañeros en la rueda de prensa posterior a la votación del techo de gasto.

El dirigente de Vox mantuvo hasta el final la posición de máximos: o el PP apoya la libre elección de lengua con el texto inicial o no habrá techo de gasto para los presupuestos. La consigna marcada por la dirección nacional de Vox, que tutelaba en todo momento las decisiones, generó ciertas dudas y división interna entre algunos de los diputados autonómicos que cuestionaban la estrategia de Madrid, una situación que acabó resolviendo Rodríguez. Finalmente todos asumieron la disciplina de voto e hicieron decaer los presupuestos del PP.

La presión de Madrid incluso provocó que el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, anunciara un receso de media hora sin consultar a los portavoces y a pesar de haber pactado que no habría ninguno en toda la jornada. Tras una intensa discusión, los partidos acordaron que habría diez minutos de descanso. En ese preciso momento los miembros de PP y Vox abandonaron rápidamente el hemiciclo para trazar sus estrategias. En el caso de los diputados ultraderechistas, encerrados en el despacho de Le Senne, mantuvieron una tensa reunión con sus líderes de Madrid, que marcaron la posición oficial del partido: si no hay libre elección de lengua, no hay techo de gasto. Minutos después, Vox cerró filas entorno a esta decisión.