Fútbol. Copa del Rey

Final de la Copa del Rey: Amor en la vida, rivalidad en La Cartuja

Itziar y Josep son pareja desde hace diez años y regentan el restaurante Cascall en Palma

En la final estarán divididos al ser ella aficionada del Athletic y él del Mallorca

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

El mundo de la hostelería les unió hace casi diez años y la pasión por el fútbol y, en concreto, el Athletic Club y el Mallorca, les ‘separará’ un par de horas el día 6 de abril. Itziar Seara y Josep Clar dejarán apartada un rato su feliz relación para centrarse en la final de la Copa del Rey en el estadio de la Cartuja, buscando ella un título que se le resiste a su equipo desde hace 40 años y él revivir lo sentido en Elche en 2003.

La final del torneo K.O. siempre trae historias singulares. Itziar, abonada del Athletic, y Josep, aficionado del Mallorca, aguardan con ganas e ilusión el partido sabiendo que uno de los dos no dormirá nada bien esa noche. Ambos son socios del restaurante Cascall, en Palma. Una idea que siempre habían tenido en mente y que creció a raíz de la pandemia. Él se encarga de la cocina y ella de la sala. Juntos en la vida y en el trabajo, pero rivales en Sevilla. 

Su historia comenzó en 2013. Josep fue a Bilbao para hacer un ‘stage’ en una restaurante e Itizar trabajaba allí. En pocos meses formalizaron la relación y no fue hasta 2017 cuando decidieron volver a Mallorca. Allí, durante esos años, Josep recuperó la pasión por el fútbol, contagiado por la forma en que allí se vivía. «Coincidió con los años en Segunda, por mi trabajo muchos partidos no los podía ver. Y al llegar ahí y ver cómo lo vivían y lo sentían volví a engancharme. En San Mamés gritaba como uno más», recuerda. 

Itziar y Josep, entre el amor y la Copa del Rey

Itziar y Josep, entre el amor y la Copa del Rey / Guillem Bosch

Futboleros ambos, el amor de Itziar por el Athletic nació gracias a su abuelo. «Recuerdo a mi abuelo que veía el fútbol en la tele. A mí de pequeña no me gustaba. Yo veía una pantalla verde, me parecía ridículo. Pero le fui cogiendo el gusto. Con 10-11 años fui al campo y me encantó», rememora. En el caso de Josep, con su padre y su hermano socios, recuerda que el Mallorca siempre ha estado presente en su vida, así como la final de Mestalla en el 98: «Al final creces con ello, lo ves, te gusta y te engancha».

«A mí me gustaría que el Mallorca la gane, pero es que yo quiero ganarla más»

Itziar Seara

Han compartido partidos juntos tanto en Son Moix como en San Mamés. «Siempre le digo que cuando estaban las pistas no me gustaba nada. Son Moix ahora me gusta mucho. Va a sonar raro, pero me quiere recordar al antiguo San Mamés en algunas cosas», destaca Itziar. Para Josep, la diferencia radica en el ambiente que se vive en Bilbao. «No es que una afición sea mejor que otra, pero la atmósfera ya fuera del campo antes del partido es diferente, lo sienten más» 

A pesar de que la bandera blanca ondea para evitar roces, con la vuelta de la semifinal del Mallorca ya empezó a salir la rivalidad. «Me estaba duchando, la Real falló el penalti y me escuchó decir "no saben ni tirar un penalti". Me preguntó que si no iba con el Mallorca y le dije que eran un posible rival. A mí me gustaría que el Mallorca la gane, pero es que yo quiero ganarla más», apunta Itziar, lanzando la pulla de que no la felicitó al clasificarse el Athletic. «Mentira, me alegré, no como tú», responde rápido Josep

Itziar y Josep, entre el amor y la Copa del Rey

Itziar y Josep, entre el amor y la Copa del Rey / Guillem Bosch

«No nos estamos picando demasiado»

«No nos estamos picando demasiado, por mantener un poco la paz. Quiero aprovechar para decir a ver si hay alguna habitación en alquiler porque tiene que buscar una hasta el día 6 mínimo, y según lo que pase, quedarse más tiempo», bromea Itziar.

«Hemos decidido no ver la final juntos. Lo hacemos para celebrar o maldecir tranquilos sin ofender al otro»

Josep Clar

Si algo tienen claro es que la final, en la que tienen planeado cerrar el restaurante por la noche, la verán separados. «Hemos decidido no ver la final juntos. Lo hacemos para celebrar o maldecir tranquilos sin ofender al otro», defiende Josep, que la verá con su hermano. «Yo lo veré en casa, y cómo cerraré la puerta con llave, no sé dónde lo verá él», le replica Itziar. «Tenemos la espinita clavada por las últimas finales y por eso quiero verlo sin él, por si me va a tocar llorar otra vez estar tranquila», añade. 

Los dos lamentan no poder acudir a la cita en La Cartuja. Primero por trabajo, y luego por las dificultades de acudir a Sevilla desde la isla. «Me tiene muy encendida ese tema, porque somos más de 20.000 socios sin entradas. Aunque hubiésemos podido, era muy complicado el ir hasta allí», lamenta Itziar. 

Por una noche, bermellón y leona se separarán para disfrutar de la final de la Copa del Rey y soñar con ese título ansiado. «Al final es solo un partido», inciden ambos. Al día siguiente, el trabajo y la vida juntos les seguirá esperando.