El Mallorca suma ante el Barcelona un punto que sabe a gloria

Los bermellones recuperan su mejor versión y se quedan muy cerca de derrotar los blaugrana en un gran partido en Son Moix

Muriqi y Abdón pusieron por delante a los de Aguirre en la primera mitad, en un partido en el que Antonio Sánchez fue la gran novedad

Muñiz Ruiz dio marcha atrás a su decisión de señalar como penalti un derribo de Copete sobre Lamal

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Cuando nadie lo esperaba, cuando nadie daba un duro por este Mallorca tras salir vapuleados de Girona, los bermellones sumaron un punto que sabe a gloria ante el Barcelona (2-2), al que tuvo contra las cuerdas hasta el minuto 74. Los de Aguirre volvieron a recuperar la esencia del curso pasado y plantearon, con Abdón y Antonio como grandes novedades, un grandísimo partido que puso contra las cuerdas al líder de la categoría.

Son Moix y el Mallorca necesitaban un partido así. E irse con mal sabor de boca sumando un punto ante el Barcelona habla de lo bien que estuvo el equipo. Mejor no le pudo salir la primera parte. Recordó al de la temporada pasada, al fin. Y con jugadores de la temporada pasada, ya que solo un fichaje estuvo en el once, un detalle que no es menor. Intensidad, lucha, guerra por todo el campo y efectividad.

Había mucha herida que curar, pero desde el minuto 1 se vio que los futbolistas del Mallorca tenían ganas de resarcirse. La presión arriba, que se había perdido este curso, se recuperó y así nació el primer gol en el minuto 7. Un malentendido entre Ter Stegen y Oriol Romeu cerca del área lo aprovechó Antonio. Su centro lo despejó Araujo y el rechace le cayó al propio canterano del Mallorca, que cedió a la perfección con la cabeza para que Muriqi marcara a placer. Gol y delirio en Son Moix.

Los minutos siguientes marcarían que versión mostrarían los de Aguirre, ya que ante el Girona se echaron para atrás. Pero ante el Barcelona no. Luchadores en cada jugada, no cedieron metros de más a los de Xavi, que no sabían cómo acercarse a la meta de Rajkovic, un espectador más hasta el tramo final.

Tan solo Rapinha, bien sujeto por Maffeo, actuando en el lateral izquierdo, parecía capaz de hacer temblar los cimientos de la defensa bermellona. Y precisamente la lesión del lateral catalán fue la peor noticia de la primera parte. Tras un salto, se echó rápido la mano al isquiotibial de la pierna derecha y pidió el cambio. Mala suerte, porque parece que mínimo tendrá para un mes.

No fue hasta el 38 cuando el Barça tuvo la primera en botas de Ferran, pero apareció Rajkovic. Y dos minutos después, Rapinha, el mejor de los suyos, soltó un latigazo desde fuera que se coló en la portería. Eran los peores minutos del Mallorca, que vieron como Rajkovic sacaba una mano prodigiosa a otro remate de Joao Félix. Y cuando ya pedían el descanso, apareció el de siempre, Abdón Prats, para volver a cambiar el marcador.

Y lo hizo con una jugada tan antigua como el fútbol: saque del portero, prolongación de Muriqi y toque del de Artà para superar la salida de Ter Stegen. El Mallorca cerró así la mejor primera de la temporada.

La segunda arrancó exactamente igual. El Mallorca bien situado en el terreno de juego, dejando la iniciativa a los blaugrana. Pero el cansancio poco a poco empezó a hacer mella. Las pérdidas en los bermellones se acumulaban y Joao Félix, de fuera del área, estrelló un disparo en el palo izquierdo de Rajkovic. Xavi, que había hecho rotaciones dejando a Lewandowski en el banquillo, metió en el campo al polaco buscando mayor peligro en área bermellona.

Aguirre respondió metiendo a Darder y Larin por Abdón y Antonio. Gran ovación para los dos por los casi 20.000 espectadores presentes en Son Moix. Y en el 65, Copete tumbó a Lamine Yamal en el área. Muñiz Ruiz señaló penalti, pero el VAR le hizo ir al monitor. El central bermellón no tocó al extremo, y corrigió su decisión.

El Barça sacaba todo al campo y al Mallorca solo le quedaba resistir. Y la resistencia duró hasta el minuto 74. Lamine hizo lo que quiso con Jaume Costa, filtró un gran pase para Rapinha, este buscó a Lewandowski, que la dejó pasar y Fermín, solo, marcó a placer. Un duro golpe para los bermellones, que se veían cerca de ganar.

Pese a tener el Barça el balón, el Mallorca no renunció a la contra. Y Larin, tras un gran pase de Muriqi, se marchó solo hacia la portería del Barça, pero su disparo, flojo, lo detuvo Ter Stegen. Los minutos iban pasando en Son Moix, con la sensación de que este punto podía significar un punto de inflexión. Y Larin, en el último minuto, la tuvo, pero sigue peleado con el fútbol. Y sin sufrir en exceso, el Mallorca sumó un punto ante el Barcelona que sabe a gloria, sobre todo por lo mal que quedó el equipo tras Girona. Toca creer que el equipo puede regresar a su mejor versión.