Abascal acelera la expulsión de los cinco díscolos y redobla la presión a Prohens

El líder de Vox abre expediente disciplinario a los diputados rebeldes y obliga a la presidenta a decidir si otorga a un tránsfuga la presidencia del Parlament a cambio de la mayoría parlamentaria

Le Senne consigue posponer su cese

La portavoz de Vox en el Parlament, Idoia Ribas, se postula al cargo en el caso de que el PP no presente candidato.

La portavoz de Vox en el Parlament, Idoia Ribas, se postula al cargo en el caso de que el PP no presente candidato. / B. Ramon

Andrés Martínez

Andrés Martínez

La dirección nacional de Vox, liderada por Santiago Abascal, ha acelerado la expulsión de los cinco diputados díscolos que controlan el grupo parlamentario en Baleares. El movimiento redobla la presión sobre Marga Prohens, al tener que decidir ahora si le otorga la presidencia del Parlament a un tránsfuga a cambio de obtener la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar con garantías.

La portavoz de los ultraderechistas en rebelión, Idoia Ribas, confirmó ayer que Madrid ya les ha comunicado a los cinco la apertura de un expediente disciplinario después de echar al presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, y a la presidenta del partido en las islas, Patricia de las Heras, del grupo parlamentario. Del grupo de los sublevados, Ribas es quien se postula para ser la próxima presidenta. Los díscolos exigen el apoyo del PP para mantener la cuota de poder plasmada en la presidencia de la Cámara. Una situación que pone entre la espada y la pared a los populares, ya que si el bloque de los cinco tránsfugas se mantiene unido conduce a Prohens a brindarle la segunda máxima autoridad de Baleares para mantener la mayoría, a expensas de las consecuencias que podría acarrear esta decisión en las relaciones entre el PP y Vox a nivel nacional. En este sentido, el portavoz de los populares en el Parlament, Sebastià Sagreras, defendió que la presidencia de la Cámara le corresponde a la formación ultraderechista según el pacto que ambos firmaron al inicio de la legislatura.

«Dentro del acuerdo de investidura se incluye que el presidente del Parlament sería del grupo parlamentario de Vox», detalló Sagreras. Una idea que también subrayó Idoia Ribas: «No tengo ningún motivo para creer que el PP no vaya a apoyar a nuestro candidato». Asimismo, Sagreras condicionó este acuerdo al cumplimiento del resto del pacto por parte de los ultraderechistas, especialmente el hecho de ofrecer garantías de gobernabilidad para el Ejecutivo de Prohens. «Queremos saber si Vox va a cumplir con los acuerdos de investidura, entre otras cosas el número suficiente para tener la mayoría necesaria. Es hora de que aclaren si son capaces de, junto a los 25 diputados del PP, poder llegar a los 30 que es la cifra que da la mayoría para sacar adelante las iniciativas», determinó Sagreras. Dicha declaración de intenciones no sentó nada bien en el entorno de Santiago Abascal, viendo cómo el PP dejaba la puerta abierta a brindarle la presidencia de la Cámara a un tránsfuga, más viendo como la expulsión de los cinco rebeldes del partido está ya en marcha. En el caso del Partido Popular, la actual aritmética parlamentaria y lo que podría generar un pacto con los rebeldes de la formación ultraderechista genera nerviosismo y estudian la posibilidad de presentar un candidato propio. Cabe recordar que la Mesa aprobó ayer encargar un informe jurídico para esclarecer qué grupos parlamentarios pueden presentar candidatura en el caso de que se acabe produciendo la salida de Le Senne.

Hasta ahora, los populares sostenían que no podían proponer ninguna alternativa en virtud del artículo 40 del reglamento, que expresa lo siguiente: «Los candidatos o las candidatas serán propuestos por el mismo grupo parlamentario que propuso la persona que haya cesado como miembro de la Mesa», Le Senne en este caso. No obstante, los letrados podrían permitir que todas las formaciones políticas puedan plantear una propuesta propia, una opción que tiene bastantes posibilidades de salir adelante. En todo caso, desde el PP no aclararon ayer si presentarían o no candidato en el caso de que fuera posible, prefiriendo esperar a la resolución que dictamine el informe. Por su parte, la presidenta del Govern también valoró la crisis que viven sus socios, garantizando la continuidad del Govern. «Hago un llamamiento a Vox para que vuelvan a la responsabilidad, a que se sienten y que aclaren los problemas que tienen entre ellos».

Así, determinó que la situación «no afectará en la agenda del Govern» y reiteró la intención de seguir cumpliendo con el acuerdo de investidura firmado entre ambos. «Las diferentes facciones de Vox en lo que coinciden es que sigue vigente este acuerdo de investidura, con lo cual sigue vigente la estabilidad parlamentaria y la gobernabilidad».

El presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, en la Mesa celebrada ayer. | B.RAMON

El presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, en la Mesa celebrada ayer. | B.RAMON / Andrés Martínez

Le Senne resiste

Por su parte, Gabriel Le Senne consiguió ganar tiempo, aparcando de forma momentánea su cese a la espera de que un informe jurídico corrobore si su expulsión y la de Patricia de las Heras está justificada y se ajusta al reglamento de la Cámara. La unanimidad de la Mesa (incluido PP y PSOE) ha provocado que el documento donde se registraba su salida del grupo parlamentario quede paralizado a la espera de lo que digan los letrados. «He ganado una pequeña batalla y es un paso adelante aunque todavía queda mucho».

En medio de esta contienda legal, Le Senne también apoyó en la Mesa una propuesta para reformar el reglamento que permitiría la expulsión de los cinco díscolos de Vox. Está previsto que la toma en consideración de esta propuesta, registrada de urgencia desde Més per Mallorca, se vote en un pleno extraordinario el próximo martes. Dicha modificación de la normativa incluiría un apartado del artículo 27 para que quede de la siguiente manera: «tendrán la condición de no adscritos durante toda la legislatura los diputados y diputadas que, conforme con lo establecido con los artículos correspondientes, abandonen la formación política que presentó la candidatura por la cual concurrieron a las elecciones, o sean expulsados».

Así, los diputados rebeldes, expulsados desde la dirección nacional de Vox, tendrían la obligación de dejar el grupo parlamentario, al que volverían a pertenecer Le Senne y De las Heras.

Desde la oposición, el portavoz del PSOE, Iago Negueruela, confirmó que su grupo apoyará la reforma y pidió al PP que se posicione, insinuando que la ética de los populares es la de «comprar diputados a cambio del poder». El diputado de Més Ferran Rosa exigió responsabilidad al resto de fuerzas porque «no es posible que los tránsfugas se apoderen de un grupo parlamentario».