La mejora de las conexiones pasa por una apuesta por la intermodalidad y el aumento de frecuencias y destinos

El análisis del presente y el futuro de la conectividad en Balears centró el debate organizado por Club Diario de Mallorca en torno a una cuestión estratégica y vital para el archipiélago. Tomás Melgar, director del aereopuerto de Palma; Adolfo Utor, presidente de Baleària; Santiago Guerra, coordinador general en Binter; Jorge Jiménez, director de Network y Programa de Iberia Express; Antoni Mercant, director general de Puertos; y Lorena del Valle, directora general de Movilidad; participaron en la mesa redonda que fue conducida por el periodista Alberto Fraile. 

Marisa Goñi, directora de Diario de Mallorca, fue la encargada de dar la bienvenida a los invitados a este encuentro convocado bajo el título Conectividad e infraestructuras marítimas y aéreas: Retos de la insularidad en les Illes Balears. El debate arrancó con la constatación de un cambio de comportamiento de los viajeros a partir del fin de la pandemia. 

Más viajes, pero más breves

«A la gente le gusta viajar, se ha convertido en una necesidad». Los viajes son más cortos, pero más frecuentes, resumió Tomás Melgar. «En 2019 estuvimos cerca de los 30 millones de pasajeros y este año superaremos esta cifra. La capacidad turística está limitada, lo que hace que aumente el número de vuelos es la disminución de la estancia media». Esta tendencia también se refleja en los datos de Iberia Express que confirmó un aumento de los pasajeros entre la penísula y Baleares. Según refirió Jorge Jiménez, la compañía ha multiplicado por tres el número de asientos en los últimos diez años. «Hemos sido la compañía que más pasajeros ha movido entre Madrid y las Baleares en 2022 y la que mayor puntualidad ha ofrecido en los aeropuertos baleares». 

Jiménez señaló que el archipiélago no sólo genera tráfico de turismo sino que los propios residentes también lo demandan, un dato que corroboró el director del aeropuerto. «Intentamos conectar Baleares con el resto del mundo. El próximo invierno aumentaremos en un 17% nuestra capacidad con respecto al invierno anterior; y un 50% en relación a los años anteriores al covid». 

A nivel de conectividad la pandemia supuso que muchas personas descubrieran el barco como medio de transporte. Adolfo Utor refirió que en los últimos 10 años el número de pasajeros que han elegido Baleària se ha duplicado, estableciendo que 2021 y 2022 han sido los años de «explosión» del transporte marítimo. Para Utor esta tendencia al alza «es proporcional a la calidad y frecuencia de los servicios». En este sentido afirmó que el mercado todavía tiene mucho margen de crecimiento. Señaló a los residentes como los principales usuarios de las rutas marítimas aunque destacó que muchos turistas están eligiendo esta forma de viajar. 

Aumentar las conexiones

Desde la aerolínea canaria Binter Santiago Guerra afirmó que «el isleño tiene que romper la insularidad para poder acceder a todos los servicios». La compañía especializada en las operaciones entre islas, también ha dado el salto a las conexiones nacionales e internacionales con un modelo que apuesta por el servicio al cliente, las frecuencias y un tipo de avión confortable. Guerra refirió la complejidad de operar en los aeropuertos del archipiélago canario al no disponer de instalaciones aeroportuarias h24 (abiertas las 24 horas del día) «a pesar de estar en el ranking de los cinco o diez aeropuertos de España tanto en pasajeros como en operaciones», lamentó. 

Por su parte Antoni Mercant recordó que el Govern es competente en el transporte marítimo interinsular y mencionó que «nos preocupamos de la mejora de infraestructuras y modernización de los puertos autonómicos y velamos por las líneas de tráfico marítimo interinsular y la interconectividad, cabe destacar la línea entre Ibiza y Formentera, una de las líneas interinsulares más importantes de toda Europa con 1,7 millones de pasajeros al año».

Conectividad sostenible

El abordaje de la innovación y de la sostenibilidad en el sector fue una de las cuestiones centrales del debate. Partiendo de la base de que el presente y el futuro del transporte estará marcado por los esfuerzos en alcanzar mayor sostenibilidad, los participantes explicaron las acciones que ya se están llevando a cabo en este campo.

Tomás Melgar recordó que «Aena presta un servicio, pero no determina el número de personas que pasan por el aeropuerto. El reto es prestar ese servicio de la forma más sostenible». Mencionó las diferentes líneas de actuación de Aena para alcanzar las cero emisiones en 2026 como el uso de energía fotovoltaica, la geotermia o el aislamiento de las instalaciones. Más compleja se presenta la reducción de emisiones en el tráfico aéreo tal y como reconoció Melgar, aunque el director del aeropuerto de Palma señaló que Aena está trabajando de forma conjunta con las compañías para avanzar en esa línea. Melgar también mencionó los avances tecnológicos que se están introduciendo para mejorar la experiencia de los viajeros como la implantación sistemas de embarque biométricos.

Al hilo del apunte realizado por Melgar, Jiménez reconoció que entre el 2% y 3% de las emisiones globales proceden del tráfico aéreo. Entre las medidas que Iberia Express pone en marcha para reducir ese impacto destacó la modernización de la flota con la incorporación de la nueva generación de Aribus A321 Neo de forma que «el próximo año la mitad de nuestra flota será A321 Neo. Cada uno de estos aviones aumenta un 6% la capacidad y reduce entre un 18% y un 20% las emisiones con respecto a la anterior versión de aeronave al tiempo que disminuye el ruido en un 50%». En cuanto a los combustibles SAF, que en su ciclo de vida generan un 80% menos de emisiones de CO2, remarcó que la producción es limitada y los precios muy altos. Aun así, uno de los objetivos del grupo IAG al que pertenece la aerolínea es que el 10% de los vuelos operen con SAFen 2030.

«En Baleària hemos hecho de la sostenibilidad una oportunidad», expresó Utor. El presidente de la naviera apuntó que llevan diez años explorando alternativas en un mundo marcado por la incertidumbre. «Baleària escogió el camino del gas natural entiendiendo que con su uso se pueden reducir las emisiones de CO2 entre un 20% y un 30%, aunque no es la solución porque el horizonte 2050 es de cero emisiones», recordó. Es por esto que tal y como indicó Utor la naviera sigue trabajando en varias líneas como los combustibles sintéticos o los barcos cien por cien eléctricos. «Nuestra fortuna es que además de dedicarnos al transporte, también nos dedicamos al diseño de las naves». 

Desde Binter, Santiago Guerra coincidió en que las aeronaves más modernas son también las más eficientes. En cuanto a sus operaciones en tierra Guerra apuntó que «electrificamos nuestro sistema de handling adelantándonos a las exigencias de Aena. «Estamos en contacto con fabricantes para decidir qué tipo de avión nos puede ser beneficioso teniendo en cuenta nuestra territorio y nuestros trayectos. Además, tenemos un acuerdo con Cepsa para el uso de SAF». 

Compensar la insularidad

«El coste de la insularidad no es un lamento, es real la cesta de la compra es superior en las islas.La autoridades deben ser conscientes de ello», apuntó Guerra. En este sentido Del Valle incidió en que «la Unión Europea reconoce el hecho de ser región ultraperiférica en relación a los biocombustibles, pero no la insularidad». Por ello Del Valle reclamó compensaciones al menos «hasta que haya un sector de producción que haga que el precio de los biocombustibles sea asequible porque al final, en la isla, cualquier pequeño incremento de precio en la conectividad va sumando». 

Mercant insistió en que «las islas están en desventaja competitiva» y la falta de bonificación de las mercancías que ha hecho que la industria haya ido muriendo. «España es una realidad con dos archipiélagos, pero en Madrid cuando se habla de vertebrar el territorio hablan de autopistas y de trenes. El transporte marítimo son las autopistas y los trenes de las islas», remarcó Utor. Así mismo, el presidente de Baleària lamentó las condiciones en que se encuentra el Dique del Oeste: «Sería impensable llegar a un aeropuerto y encontrarse con una carpa», lamentó.

En cuanto a la intermodalidad, Mercant opinó que «se podría mejorar entre islas en combinación con el transporte marítimo y el terrestre». Por su parte Del Valle quiso subrayar que en cuanto a la conectividad, Baleares tiene otra peculiaridad que es la estacionalidad: «Si no interviene la administración central, la conectividad desparece durante el invierno».