El contagio de la covid para los médicos fue una enfermedad profesional

Uno de lo colectivos profesionales más castigado durante la pandemia del coronavirus fue, sin duda, el de los médicos. Los facultativos lucharon en primera línea para hacer frente a la pandemia sanitaria, atendiendo directamente a los pacientes en un momento en el que no se sabía ni siquiera a lo que se estaban enfrentando. Y como consecuencia de ello muchos médicos, además del resto del personal sanitario, resultaron contagiados con la enfermedad.

Desde el aspecto de las coberturas sociales, este esfuerzo ha sido recompensado. Y ello debido a que una sentencia dictada por un juez de Palma establece que este contagio, desde el punto de vista laboral, debe considerarse una enfermedad profesional y no un accidente de trabajo, como pedía una de las doctoras que resultaron infectadas. La diferencia entre una u otra calificación tiene efectos económicos sobre la compensación por los días de baja.

Esta doctora trabaja en el área de urgencias del hospital de Son Llàtzer. En el mes del año 2020, pocos días después de que se declarara el estado de alarma, la doctora empezó a sentirse mal. Sufría problemas respiratorios y no estaba en condiciones de trabajar. Se la apartó del área de urgencias y se la envió a su domicilio, a la espera de conocer el resultado de las pruebas. Días después se confirmó que se había contagiado de coronavirus. Tardó tres semanas en poder regresar al trabajo. Esta misma situación la sufrieron decenas de médicos que atendían directamente a los pacientes infectados, teniendo en cuenta que era un periodo donde apenas había material sanitario para poder protegerse y aún no se había logrado dar con la vacuna.

El Govern, ante esta situación, acordó, de manera excepcional, que estos contagios sufridos por los médicos fueran calificados, a efectos de tributación, de accidente de trabajo.

La Comisión Europea también reaccionó ante esta situación sanitaria excepcional y con el objetivo de proteger socialmente a los trabajadores que se contagiaban para atender a los enfermos, también señaló que la enfermedad debía ser calificada de enfermedad profesional. Con ello, la cobertura era mayor.

A medida que avanzaba la epidemia, la calificación laboral de los contagios para el personal sanitario fue cambiando. De accidente laboral se pasó a enfermedad profesional. Cambiaba la calificación y al tiempo se clarificaba la protección social sobre los profesionales.

La sentencia que resuelve la demanda de la doctora de Son Llàtzer contra la Seguridad Social detalla la evolución legislativa que se produjo durante el periodo más crítico de la pandemia. Así, en la última normativa aprobada, se estableció que los contagios de coronavirus por contacto directo con el virus, como fue en el caso de los sanitarios, debía ser calificada de enfermedad profesional. No era éste el criterio que defendía la Seguridad Social, ya que el contagio lo estableció como parte del riesgo que supone trabajar como sanitario en un centro médico. Para conseguir la calificación de enfermedad profesional el sanitario debe demostrar que resultó contagiado en su labor profesional y en su contacto con los pacientes infectados.