Los promotores inmobiliarios piden al Govern usar suelo de equipamientos no ejecutados para construir vivienda barata

«El gran fracaso del anterior Govern fue el del acceso a la vivienda, pero esta vez puede que el problema se afronte de verdad», afirma el presidente de la asociación de promotores inmobiliarios de Balears, Luis Martín. Esta frase se explica porque desde la Conselleria del ramo se ha comunicado a esta patronal que previsiblemente la próxima semana se va a convocar la primera reunión, a la que también deben de asistir los constructores, para hacer frente a las dificultades que los residentes en las islas padecen a la hora de poder disponer de una residencia a precios asequibles. Según Martín, hay cuatro frentes en los que se puede avanzar para paliar esta situación, y uno de ellos es permitir que suelos que debían destinarse a equipamientos que no se han desarrollado puedan pasar a albergar nuevas viviendas.

El presidente de los promotores inmobiliarios afirma que, tras el contacto mantenido con la conselleria de Vivienda, Territorio y Movilidad, existe la certeza de que ese encuentro se producirá «en días» y la esperanza de que durante la próxima semana se celebre ya esta primera reunión para «enfocar cómo logramos que haya vivienda accesible» en Balears, y todas las partes puedan poner sobre la mesa las actuaciones que consideran necesarias para avanzar en esta materia. Aunque se apunta que es un problema que no va a quedar resuelto en una legislatura, se subraya que al menos sí debe de quedar ya encauzado.

Martín insiste en que hay cuatro medidas básicas que se pueden impulsar la edificación de vivienda asequible en las islas. Una de ellas es la de modificar los usos en los suelos destinados a equipamientos tanto públicos como privados que finalmente no se han desarrollado.

Usos para equipamientos

En los privados, recuerda que hay terrenos que deberían utilizarse para instalaciones comerciales que siguen vacíos, y que podrían recalificarse para el desarrollo residencial aunque con condiciones: las viviendas a construir en ellos deberían ser protegidas y a precio tasado (las segundas con un valor algo más elevado que las primeras), con el fin de evitar una especulación con estos solares.

Respecto a los equipamientos públicos, como un centro de salud o cultural, se apunta la posibilidad de que sea un promotor privado el que edifique estas instalaciones, pero permitiendo que por encima de ellas se puedan levantar algunas plantas de residencias para alquiler a precio limitado.

En segundo lugar, se señala la necesidad de desarrollar el suelo urbanizable existente y que lleva años paralizado, cuyas principales bolsas se encuentran en torno a Palma, para acceder así a terrenos cuyo valor sea asumible. En este caso, se apunta la posibilidad de fijar cupos para la edificación en estos lugares de vivienda protegida (la más barata) y a precio tasado, pero reservando también espacios para residencias de precio libre «porque al promotor también le tienen que salir los números».

Locales vacios y edificios más altos

Las otras dos medidas que se piden ya fueron avanzadas por la consellera Marta Vidal cuando accedió al cargo. Una es permitir la transformación de locales comerciales vacíos en viviendas, especialmente para personas con problemas de movilidad y de mayor edad.

A ello hay que sumar la autorización en algunos barrios de edificios más altos y con residencias de menores dimensiones para que el impacto del valor del suelo sobre el precio final del inmueble sea menor.

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