Una víctima contra su expareja: “Vi un coche muy rápido que se acercó, él conducía; tuve mucho miedo, me subí a la acera”

Una mujer indica en un juicio en Palma que fue coaccionada por su expareja en mayo de 2022

El acusado niega los cargos y alega que ambos eran amigos, pero no pareja

La fiscalía solicita una pena de un año de prisión por un delito de coacciones

El hombre acusado, durante el juicio celebrado en Palma.

El hombre acusado, durante el juicio celebrado en Palma. / DM

Redacción

“Eran sobre las siete de la mañana y yo iba a trabajar al hotel. Llegué antes y aparqué. Cuando iba a cruzar, vi un coche gris muy rápido que se acercó. Él conducía; tuve mucho miedo, me subí a la acera. El coche se metió hacia mi lado, lo vi a mi altura y luego ya giró. Me puse muy nerviosa”. Una víctima recordó con estas palabras hace unos días en un juicio en Palma cómo fue coaccionada por su expareja en mayo de 2022. “Tuve un ataque de nervios. Unas compañeras del trabajo me intentaron tranquilizar y una de ellas me subió en su moto hasta el hotel”, explicó la mujer.

La perjudicada también confirmó que a mediados de mayo de 2022 fue hostigada mediante mensajes que el hombre le envió a su teléfono móvil. “Yo estaba trabajando y recibí unos mensajes. Me amenazó con contarle cosas mías a mi actual pareja si no le daba información sobre una señora. Yo no sabía absolutamente nada. No le podía decir nada. Me dijo que él no tenía nada que perder, pero yo sí. Le bloqueé por whatsapp”, añadió. Según su versión, le contestó algunos mensajes, le llamó e incluso se presentó en su puesto de trabajo “para intentar hablar y que él se calmara”. La mujer destacó que su intención era que él parara de enviarle mensajes porque estaba trabajando.

El acusado negó los cargos de forma rotunda en la vista oral. El hombre descartó que fueran pareja y detalló que eran amigos. Según manifestó, la denunciante acudió a la obra en la que él trabajaba en Santa Ponça con la intención de conversar. El sospechoso reconoció que le envió mensajes en esas fechas, pero ella también lo hizo e incluso recibió llamadas por parte de la mujer. Respecto al episodio con su coche, el hombre indicó que solía sacar a pasear al perro de su hijo por la playa de Camp de Mar y esa mañana lo llevaba en su vehículo. “Fui al parking, aparqué el coche, saqué al perro y me fui caminando hacia la playa. Eran las siete de la mañana. Vi a un grupo de personas, oí voces y gritos, pero no hice caso”, declaró el encausado ante la sala.

La defensa pide la absolución

La fiscalía solicitó una pena de un año de prisión para el hombre por un delito de coacciones. El letrado de la acusación particular también pidió la misma condena por el mismo hecho delictivo. Mientras, el abogado defensor reclamó la libre absolución de su representado.

La exmujer del sospechoso, con el que mantiene una buena relación, corroboró que era frecuente que él sacara a pasear al perro por la playa de Camp de Mar. “Siempre hace ese itinerario”, aseguró la testigo. También apuntó que la denunciante y su exesposo eran amigos y no pareja, porque, según su versión, en los años 2017 y 2018, él tenía otra relación sentimental.

Sin embargo, la víctima mantuvo que ambos tenían una relación de pareja que duró unos dos años, entre 2017 y 2018, durante los cuales habían ido de viaje, salían juntos, quedaban y tenían relaciones. “Para mí era una relación de pareja”, insistió la perjudicada, que en mayo de 2022 interpuso una denuncia contra él por el presunto hostigamiento que padeció. Con posterioridad, un juzgado de Palma acordó una orden de protección a su favor.

Se asustó mucho

Sus compañeras de trabajo ratificaron en el juicio que la mujer se puso muy nerviosa debido al episodio del coche ocurrido a las siete de la mañana. “De repente se puso muy nerviosa. Me dijo ‘corre, que me va atropellar’. Una compañera la subió en moto. Vi un coche que aparcaba a lo lejos. Me dijo que había sido su pareja y que había tenido un problema. Un hombre se bajó del vehículo con un perro”, rememoró una de las testigos. Otra compañera declaró en la misma línea: “Ella estaba tranquila y de repente se asustó muchísimo al pasar un coche y verle a él. Se echó a temblar. Era su expareja. Le había mandado mensajes al teléfono en los que amenazaba con contar cosas que él sabía a su actual pareja”.

La fiscal subrayó al final de la vista que los mensajes eran coaccionantes y que ambos habían mantenido más que una relación de amigos. La acusación particular también recalcó que en los mensajes enviados el sospechoso amenazaba con contar y revelar cosas íntimas de la mujer a su actual compañero sentimental. Por su parte, la defensa insistió en que no había quedado acreditada la relación de pareja y que no hubo coacciones ni hostigamiento, sino una conversación entre dos amigos con reproches. El caso quedó visto para sentencia.

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