Trabajadores a pie de calle en Mallorca: "Estamos asfixiados, bebemos mucha agua y buscamos sombra"

Los empleados que trabajan a pie de calle se llevan la peor parte de la segunda ola de calor del verano, que alcanzó ayer los 45 grados

Trabajadores a pie de calle en Mallorca: "Estamos asfixiados, bebemos mucha agua y buscamos sombra"

Bernardo Arzayus

«Trabajar con este calor es muy difícil, aprovecho para hacer las tareas más forzosas durante las primeras horas de la mañana cuando aún no ha salido el sol», afirma un trabajador en la Plaza de España. Como él, muchos otros que tienen que trabajar a pleno sol hacen «lo que pueden para no sufrir los efectos de la ola de calor».

Ayer fue uno de los días más calurosos del verano debido a la nueva ola de calor, que parece ser que no será la última, ya que es la segunda de la temporada estival. A pesar de que los termómetros de las farmacias marcaron ayer hasta 41 grados en Palma y casi 45 en otros pueblos como Llubí o Campanet, la gente ha intentado seguir con su rutina. La peor parte se la han llevado los que trabajan a pie de calle: camareros, obreros, repartidores, o transportistas que pasan como pueden las temperaturas infernales.

Según el testimonio de Alberto Ramírez, obrero de profesión, a pesar de estar trabajando a la sombra en esa franja horaria, hay situaciones que son incluso peores que estar a pie de calle: «Tengo compañeros que trabajan en el tejado de la obra, donde se acumula todo el calor y no hay ninguna sombra». «Me he librado por hoy», cuenta el obrero de origen colombiano, que insiste en la importancia de hidratarse todo lo posible «para poder aguantar el día ya que no pasar calor es imposible», afirma.

Otro trabajador, esta vez transportista, Daniel Heredia, afirma que «intenta encontrar una sombra en cuanto puede» ya que se pasa el día descargando mercancía y haciendo viajes. Además, coincide en que «hay que beber mucha agua y llevar ropa adecuada que sea transpirable».

Palabras similares tiene Carlos García, repartidor de paquetería, que insiste también «en llevar ropa que no sea muy gruesa y deje respirar, además de pantalones cortos». Como ellos, muchos otros trabajadores de la misma profesión insisten en «hidratarse y comer adecuadamente para no desmayarse, ya que es un trabajo que requiere mucha fuerza», cuenta Antonio Barceló, que se dedica a las mudanzas.

En el Borne, una camarera del Bar Bosch, Margarita Aguiló, asegura: «No voy a venir ni en chanclas ni en pantalón corto», ya que hay «que ser profesional por mucho que el calor apriete», afirma. En cuanto al tema del uniforme, es otro factor a tener en cuenta, ya que son varios los trabajadores que se han quejado y sufrido desmayos por los vaqueros o pantalones largos y que por protocolo no admiten pantalones cortos. 

En definitiva, uno de los puntos en los que más coinciden los trabajadores es en la hidratación y una buena alimentación. Pese a esto, la mayoría de testimonios no se acuerda de usar protector solar a pesar de estar todo el día al sol. Otro factor que se ‘olvida’ son las quemaduras provocadas por el sol, una de las repercusiones más graves relegadas a un segundo plano en esta ola de calor.

Otro trabajador, esta vez transportista Daniel Hereida afirma que "intenta encontrar una sombra en cuanto puede" ya que se pasa el día descargando mercancía y haciendo viajes, además coincide en que "hay que mantenerse muy hidratado y llevar ropa adecuada que sea transpirable".

Otro testimonio parecido lo da Carlos García, repoartidor de paquetería que insiste tambien"en llevar ropa que no sea muy gruesa y deje respirar además de pantalones cortos". Como ellos, muchos otros trabajadores de la misma profesión insisnten en "hidratarse y comer adecaudamente para no desmayarse ya que es un trabajo que requiere mucha fuerza" cuenta Antonio Barceló que se dedica a las mudanzas.

Una vez en el Borne, una camarera del Bar Bosch, Margarita Aguiló nos dice "que no voy a venir ni en chanclas ni en pantalón corto" ya que hay "que ser profesional por mucho que nos moleste" afirma.