El ahorro balear alcanza un máximo histórico y por primera vez supera la deuda con los bancos

El ahorro de los baleares se ha situado en los niveles más altos de la historia durante un verano en el que el empleo de las islas ha alcanzado sus cotas más altas y la actividad económica ha sido especialmente intensa de la mano del turismo. Durante el tercer trimestre de este año el dinero que familias y empresas del archipiélago han tenido depositado en las entidades financieras ha alcanzado un valor de 34.577 millones de euros, según los datos facilitados ayer por el Banco de España, lo que supone 3.258 millones más, con un incremento del 10,4%, respecto al trimestre anterior, en el que ya se había marcado un nuevo récord histórico. Pero hay otro factor a tener en cuenta tan relevante como el anterior: por primera vez desde que se dispone de esta información, el ahorro de los ciudadanos de las islas supera la deuda que tienen con los bancos, lo que según el director de la Fundación Impulsa y catedrático de Economía, Antoni Riera, refleja que la economía está «recalentada» y explica en parte la elevada inflación.

A lo expuesto hay que añadir un dato adicional: la cifra facilitada por el Banco de España refleja el ahorro que los baleares han depositado a cuentas bancarias, pero a esa cantidad hay que añadir el que está destinado a fondos de inversión o planes de pensiones, entre otros apartados.

Intensa reactivación

El citado informe pone de relieve la intensidad con la que se han incrementado los citados depósitos bancarios, ya que en el verano de 2019, antes de la pandemia, se cifraban en 27.765 millones de euros. Durante la etapa de la covid los ciudadanos se han encontrado con las dificultades para consumir debido a las restricciones (el denominado ahorro enjaulado) y las empresas con ayudas millonarias por parte de las Administraciones, a lo que se ha sumado un 2022 con unos crecimientos económicos superiores al 10% en Balears y con un verano caracterizado por la fuerte entrada de ingresos tanto para familias como para empresas.

La intensa recuperación que está registrando la economía de las islas se refleja en todos los informes que se ven publicando, independientemente de que se detecte una cierta desaceleración. El Govern espera que este año se cierre con un crecimiento del 11,1%, la patronal CAEB ha estimado el alza del tercer trimestre en un 10,9%, y BBVA estima que 2022 se saldará con un incremento del 9,9%.

Hay que tener en cuenta que éste ha sido el primer año sin restricciones, lo que ha permitido inicial la temporada turística con fuerza desde la Semana Santa, con una intensa inyección económica en familias y empresas.

Las incertidumbres derivadas de la fuerte inflación y de la crisis energética vinculada a la guerra en Ucrania está haciendo que familias y empresas estén elevando la prudencia a la hora de gastar, reforzando así sus reservas económicas, como lo refleja también el ultimo informe de la CAEB, en el que se destaca la pérdida de fuerza que se está registrando en los incrementos del consumo.

Además, a lo largo del año se ha destacado el elevado volumen de viviendas que se han vendido en el archipiélago, muchas de ellas adquiridas por extranjeros y a elevados precios, lo que supone una apreciable entrada de capital para sus anteriores propietarios.

Deuda a la baja

Muy diferente está siendo la evolución que muestra el endeudamiento de los baleares. La deuda pendiente de devolución que las islas mantienen con las entidades financieras se cifra en 33.858 millones de euros durante el tercer trimestre de este año, por debajo tanto de los 33.940 millones del verano de 2021 como de los 34.781 millones que se habían alcanzado durante el segundo trimestre del presente ejercicio.

Según destaca Antoni Riera, estas cifras ponen de manifiesto la elevada liquidez que hay actualmente, con mucho dinero circulando, lo que se convierte también en una de las causas de la elevada inflación actual, y explica las políticas de subida de tipos de interés que se están poniendo en marcha con el objetivo de «drenar» este exceso de capital y enfriar la economía. Pero al mismo tiempo, apunta que con ello se puede frenar la inversión empresarial, ante un contexto de precios altos, en un momento en la que ésta es necesaria ante las señales de desaceleración económica que están apareciendo.

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