La economía balear no deja de dar muestras de potencia en su reactivación. La última es el dato del ahorro: 31.319 millones de euros. Ese es el valor de los depósitos que las empresas y familias de las islas han tenido en las entidades financieras durante el segundo trimestre de este año, según los datos facilitados por el Banco de España, y supone además la cifra más elevada de toda la historia del archipiélago, barriendo el anterior máximo conseguido durante el verano de 2021, de 30.251 millones.

No se trata solo de que las reservas financieras de las islas no dejan de crecer, sino que además es destacable la fuerza con la que lo están haciendo. Si se compara el dato de la pasada primavera con la de 2021, cuando esos depósitos se cifraban en los 27.856 millones de euros, el resultado es que el crecimiento anual es de un 12,4%, coincidiendo además con el despegue de la actividad turística y la llegada de visitantes. Hay que tener en cuenta que el pasado año la temporada no pudo comenzar con fuerza hasta junio, una vez se fueron levantando la mayor parte de las restricciones fijadas durante la pandemia. En cambio, durante este ejercicio el pistoletazo de salida se registró coincidiendo con la celebración de la Semana Santa, es decir, en el inicio del segundo trimestre que ahora se analiza.

No hay solo un notable crecimiento interanual, sino que también se muy apreciable respecto al primer trimestre de este año, cuando ese ahorro se cifraba en los 29.397 millones de euros. En este caso, esa subida es de un 6,5%.

Las tres claves

El catedrático de Economía Aplicada de la Universitat balear y director de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, apunta tres factores clave que se encuentran detrás de unos aumentos tan importantes y del máximo histórico conseguido entre abril y junio de este año.

El primero es que aunque el consumo balear está creciendo, durante la primavera mostró señales de una ligera desaceleración, ya que si en el primer trimestre de este año ese aumento fue del 13,3%, en el segundo este alza se moderó hasta el 13%, tal y como se reflejó en el reciente informe que la citada fundación elaboró para la patronal CAEB. Eso se explica porque las incertidumbres que se han abierto durante este año, con factores como la fuerte inflación y la guerra en Ucrania, están haciendo de nuevo que las familias y las empresas estén apostando por la precaución y, en lo posible, por aumentar su ‘colchón’ económico por si vienen tiempos peores.

El segundo aspecto destacado por Antoni Riera es la fuerza con que se ha iniciado la temporada turística de este año, con dos momentos en la que esta actividad se ha visto impulsada con especial fuerza, como son la Semana Santa (abril) y el inicio de la temporada alta en junio.

Eso ha conllevado una potente inyección económica para las empresas, y consecuentemente para las familias de la mano del crecimiento del empleo.

Esta entrada de dinero ha sido suficiente para compensar el aumento del gasto que se ha dado por la vía del consumo, permitiendo que durante esos tres meses se haya incrementado la bolsa de ahorro existente en el archipiélago, según señala el director de la Fundación Impulsa.

Hay un tercer elemento que también se aporta para explicar ese crecimiento de los depósitos de Baleares en la banca y es la fuerza con que ha crecido la compraventa de viviendas, cifrada en un 45% en el informe de la patronal CAEB antes señalado, lo que supone una apreciable entrada de dinero para el vendedor.

Crédito estancado

Frente al fuerte aumento del ahorro, la deuda balear apenas crece respecto a las mismas fechas de 2021, e incluso desciende ligeramente en relación al primer trimestre del año.

En concreto, el crédito pendiente de pago de las islas en las entidades financieras durante el segundo trimestre de este ejercicio se sitúa en los 34.781 millones de euros, con un alza de solo un 0,4% respecto a los 34.640 millones de las mismas fechas de 2021, al tiempo que muestra una pequeña bajada en relación a los 34.817 millones de los primeros tres meses de este año.