Kang In Lee, una salida inevitable

Kang In Lee se despide de la afición del Mallorca en el cierre de la temporada ante el Rayo Vallecano.

Kang In Lee se despide de la afición del Mallorca en el cierre de la temporada ante el Rayo Vallecano. / Guillem Bosch

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Lo que sorprende de la operación Kang no es que se haya realizado, sino la rapidez con la que se ha hecho, solo nueve días después de finalizar la Liga. Mucho antes de que acabara el curso se daba por hecha la salida del surcoreano, sin ninguna duda una de las revelaciones del campeonato recién finalizado. Su cláusula, de treinta millones, parecía, y de hecho lo ha sido, una cantidad ridícula si alguno de los muchos clubes multimillonarios que pululan por el orbe futbolístico se empeñaba en contratarle. Y ha sido el PSG de Nasser Al-Khelaïfi, como podría haber sido cualquier otro. El Mallorca no puede competir con estos monstruos que manejan el dinero como calderilla. Aparte de que ni el club bermellón ni nadie puede retener a un futbolista de esta proyección, que suspira por jugar en un grande del fútbol europeo y disputar la Liga de Campeones.

Nos queda el consuelo de haber disfrutado de un jugador diferente, que ha hecho las delicias de los aficionados

A partir de ahora -y a falta de que el traspaso sea oficial, cosas más raras se han visto-, llega lo más difícil para Pablo Ortells, invertir la ingente cantidad de dinero recibida en buenos futbolistas que ayuden a que el equipo siga siendo competitivo y a mostrar una mayor ambición. Nos queda el consuelo de haber disfrutado de un jugador diferente, que ha hecho las delicias de los aficionados. Fue bonito mientras duró.

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