El Ferrocarril de Sóller compra las acciones al empresario que promovió una OPA hostil

La operación de compraventa ha sido ratificada por la junta de accionista de la emblemática compañía

El Ferrocarril de Sóller es uno de los principales atractivos turísticos de la isla. | J.MORA

El Ferrocarril de Sóller es uno de los principales atractivos turísticos de la isla. | J.MORA / J.Mora. Sóller

J. Mora

Golpe de efecto del Ferrocarril de Sóller y final inesperado de lo que se denominó operación Codorníu que monopolizó la actualidad informativa en el verano de 2019. La compañía ha ejercido el derecho de retracto sobre un paquete accionarial que hasta ahora estaba en manos del empresario Lluís Rullan Colom con el que la compañía deja de tener un accionista incómodo ya que, el año anterior en la pandemia, junto con otros empresarios, promovió una operación de compra masiva de acciones del Ferrocarril que acabó en fracaso.

Rullan Colom, y otros empresarios de relevancia nacional como la saga familiar de firma de cavas Codorníu, promovieron una oferta pública de compra de acciones, lo que se conoce como OPA, para hacerse con el control de la empresa. Pero esta compra no cuajó y las diferencias entre Rullán Colom y la cúpula del Ferrocarril de Sóller no hicieron más que acentuarse, razón por la que finalmente el promotor de la OPA ha terminado por vender su paquete acciones que poseía en la compañía sollerica.

La operación de compraventa de este importante paquete de títulos ha sido ratificada por la junta de accionista del Ferrocarril, ya que, al tratarse de acciones sindicadas, debe obtener el visto bueno de la masa social y del consejo de administración.

La operación de compraventa se cerró el miércoles en una notaría cuando el Ferrocarril de Sóller abonó dos millones de euros para hacerse con los títulos de propiedad. Se trata de un paquete de 10.000 acciones que representan el 6% del accionariado de la compañía.

El accionista que ha acabado por vender cogió notoriedad en 2019 cuando un grupo de empresarios, entre los cuales estaba él, promovió una operación de compra de acciones del Ferrocarril de Sóller. Además de Lluís Rullán, se encontraba la saga familiar de los Raventós, propietarios de las bodegas Codorníu. La compra de acciones no llegó a cuajar.

En su intento de compra alegaron que pretendían afianzar el Ferrocarril de Sóller como una empresa local y, a su vez, modernizar su gestión.

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