Bar Alaska de Palma: Campaña de recogida de firmas para salvar la histórica hamburguesería de la plaza del Mercat

El anuncio de remodelación del kiosko, incluido en la reforma integral de la plaza del Mercat que promueve el Ayuntamiento de Palma, activa una campaña para salvar un local que forma parte del "patrimonio sentimental" de generaciones

El diseñador gráfico Toni Sorrell impulsa la recogida de firmas en la plataforma chage.org, que ya tuvo un precedente hace 16 años, cuando caducó la concesión del local

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Ante la anuncio de la próxima remodelación del histórico Bar Alaska de Palma, remodelación que el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma incluye en la reforma integral de la plaza del Mercat donde el kiosko se ubica, se ha puesto en marcha en la plataforma chage.org una campaña de recogida de firmas titulada 'Salvemos el kiosko Alaska', que impulsa el diseñador gráfico Toni Sorell.

"¡La destrucción de patrimonio gráfico sigue viento en popa!", argumenta Sorell en su cuenta de Instagram. "Es el turno ahora del maravilloso e inigualable Bar Quiosco Alaska. Pero no solo son los rótulos, ¡es todo el quiosco! El Ayuntamiento de Palma va a reformar la plaza entera y arrasar con todo (pavimento de piedras centenarias, bancos de piedra también, jardineras de adoquines…) Justo el fin de semana pasado me hacía mi primer retrato en el Alaska. Lo observaba y pensaba lo importante que es para Palma (y para cualquier ciudad) que haya sitios emblemáticos como este, “de toda la vida”. Y que con una pequeña reforma, una limpieza y mucho cariño, podríamos seguir disfrutando de él toda la vida. Pero no, rueda de prensa de Urbanismo el lunes y salta la noticia", comenta.

"Pues nada, a recoger firmas otra vez -anima Toni Sorell-, a defender el patrimonio gráfico y uno que me acabo de inventar, el patrimonio emocional. Ese que hay que conservar para no perder identidad. Identidad que otras ciudades saben conservar, basta viajar un poco y observar: Oporto, Turín… Ciudades con su carácter propio, con rincones con historia, aunque sea reciente y no de siglos. Haceros una foto y la etiquetáis o me la enviáis. ¡Salvemos el Alaska!", reclama el diseñador.

Todavía es una incógnita si el kiosco seguirá en la misma ubicación que lleva décadas ocupando o cambiará de emplazamiento aprovechando la reordenación que tendrá lugar en la plaza. "No sé si estará en el mismo lugar. Está en proceso de tramitación", señaló el pasado lunes el concejal de Urbanismo, Óscar Fidalgo.

Hay que recordar que actualmente el Bar Alaska se explota en precario al haber finalizado su concesión hace años. Cort decidió en 2007 que siguiera operando mientras abona un canon que se actualiza cada año. La posibilidad de que el actual kiosko desapareciera para ser sustituido por uno nuevo ya generó hace 16 años un movimiento en contra.

La antigua plaza de Santa Catalina Thomas, hoy plaza del Mercat, con el bar kiosko Alaska al fondo

La antigua plaza de Santa Catalina Thomas, hoy plaza del Mercat, con el bar kiosko Alaska al fondo / Lorenzo

Una historia que se remonta a 1936

El Bar Alaska llegó a la plaza del Mercat en 1936. Luego se transformó en el Kiosko Bar Real para regresar a su nombre original hace un par de décadas. La fama del Alaska no se debe solo a la comida. Es un negocio que lleva todavía la vida en la misma ubicación, un concepto ideal para comer algo rápido o para sentarse a tomar algo en su terraza tranquilamente Ha formado parte de pregones de la festa del Estendard -la escritora Llucia Ramis lo citaba en 2010- y, más recientemente, ha protagonizado un anuncio de telefonía. En los veranos en Palma de su juventud el rey Felipe VI era un asiduo de su barra.