El Ayuntamiento de Palma ejecutará una reforma integral de la plaza del Mercat

El proyecto de Jaime Martínez pasa por dignificar la escultura que recuerda a Antonio Maura y preservar el ficus catalogado

«Son los elementos esenciales de esta zona y la rehabilitación tiene que contar con ellos», subraya el alcalde

Esta céntrica parte de Palma se someterá a una reforma de calado.

Esta céntrica parte de Palma se someterá a una reforma de calado. / GUILLEM BOSCH

José Jaume

José Jaume

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, quiere acometer un ambicioso proyecto de remodelación integral de la plaza del Mercat acompañada de la dignificación del monumento a Antonio Maura, obra de Gaspar Bennazar. «La permanencia de la escultura y la obligada preservación del ficus son compatibles. Además, son los elementos esenciales de la plaza, por lo que la remodelación tiene que contar con ambos», subraya el alcalde.

Martínez quiere que se vuelva a conocer la figura de Maura, nacido en Palma el 2 de mayo de 1853, enmarcándola en el reconocimiento que la ciudad debería dar a sus hijos e hijas más ilustres. «Hay que divulgar la vida y la historia de las personas más sobresalientes que la ciudad ha dado, y eso pasa necesariamente por airear su obra». En este sentido, el primer edil prepara una lista de personalidades que incluirá a hombres y mujeres del mundo de la cultura, la política y el deporte, sin distinción de ideologías, porque, asegura Martínez, «todo son hijos e hijas de Palma».

La estatua a Antonio Maura, cobijada por el ficus catalogado.

La estatua a Antonio Maura, cobijada por el ficus catalogado. / GUILLEM BOSCH

En el caso de Maura, la estatua que le recuerday que fue levantada el 13 de diciembre de 1929 se integrará en la remodelación de la plaza del Mercat, descartando un emplazamiento alternativo. El alcalde confía en que el proyecto será una realidad antes de que concluya el presente mandato.

A punto de cumplirse cien años de su muerte, acaecida el 13 de diciembre de 1925 a la edad de 73 años en su casa de Torrelodones, su figura vuelve a concitar el interés que nunca debió desaparecer de Mallorca.

La reforma determinará el futuro del quiosco Alaska

La reforma determinará el futuro del quiosco Alaska / GUILLEM BOSCH

El despertar para saber quién fue y qué hizo el político mallorquín más importante del siglo XX y hasta el momento presente. En tiempos en los que el olvido lo envuelve casi todo, es esencial: no por casualidad fue cinco veces presidente del Gobierno en años turbulentos, cuando la Primera Restauración, obra de Antonio Cánovas del Castillo y Mateo Sagasta, intentaba echar raíces.

Maura bregó por modernizar el Estado con su denominada «revolución desde arriba» y hacer de España un país moderno en el que la democracia parlamentaria fuera viable.

No pudo lograrlo, aún obteniendo éxitos innegables, esencialmente porque los suyos, la derecha española —perteneció al partido Liberal-Conservador—, el caciquismo y la jerarquía de la Iglesia católica, se lo impidieron. Los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, en 1909, cuando la gente se echó a la calle para impedir las levas para la Guerra de África, que desangraba a la nación, acabó con el fusilamiento del anarquista teórico Ferrer Guardia, que no había participado en las algaradas.

Maura presidía el Gobierno, viéndose confrontado con una durísima oposición que, cobijada en el Maura no, hizo inevitable su temporal ostracismo político (llevaba dos años presidiendo el Gabinete en lo que se dio en llamar Gobierno largo, constatación de la congénita inestabilidad de la Restauración), aunque en 1922 volvió a ser llamado por Alfonso XIII para ocupar la presidencia, por quinta vez, del Consejo de Ministros. Desempeñó la presidencia entre 1903 y 1904; entre 1907 y 1909, y, por último, entre 1921 y1922.

Poco después de su muerte, se le erigió en Palma un monumento en la plaza del Mercat y se le puso su nombre a una calle, la que flanquea el palacio de la Almudaina, entre la plaza de la Reina y el paseo de Sagrera. Pero su figura se fue difuminando, hasta el punto de que hoy las nuevas generaciones ignoran todo sobre el político mallorquín; no saben mayoritariamente que fue el más destacado servidor público que ha dado la isla y tampoco conocen que ningún otro político español ha ostentado cinco veces la presidencia del Gobierno.

La escultura de la plaza del Mercat fue sacudida en 2014 por una fuerte tormenta que tronchó de cuajo uno de los brazos del ficus catalogado que abraza la escultura, llegando a derribarla. En aquel momento, siendo alcalde Mateo Isern y el concejal de Cultura Fernando Gilet, de acuerdo con la familia, proyectó trasladar la escultura a otro emplazamiento por considerarse que el ficus hacía imposible su permanencia. Pero este planteamiento ha cambiado y la escultura continuará en la plaza.

Notable descendencia

Antonio Maura tuvo cuatro hijos. Su descendencia se cifra en 250 personas. Uno de ellos, Miguel, dirigente junto con Niceto Alcalá Zamora de la Derecha Liberal Republicana, fue ministro de la Gobernación en el Gobierno provisional de la Segunda República. Su libro Así cayo Alfonso XIII es de obligada lectura para conocer cómo aconteció el cambio de régimen el 14 de abril de 1931.

Un nieto, Jorge Semprún Maura, intelectual de gran prestigio en Francia y España, fue nombrado por Felipe González ministro de Cultura en uno de sus gabinetes. Semprún fue un destacado militante del Partido Comunista del que fue purgado en la década de los sesenta del pasado siglo por Santiago Carrillo.

Un bisnieto, Ramiro Pérez-Maura, al iniciarse la Transición, inmediatamente después de la muerte del dictador general Franco, fue nombrado gobernador civil de Baleares por Manuel Fraga. En las elecciones a Cortes Constituyentes del 15 de junio de 1977 fue elegido senador por Mallorca en la candidatura de la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez.

Otro de sus descendientes, el tataranieto Alfonso Pérez-Maura, que cuida del funcionamiento de la Fundación Antonio Maura, informaba en 2014 a Diario de Mallorca de que en su fondo documental se guardan 1.200 documentos relacionados con las actividades políticas de su tatarabuelo, imprescindibles si el proyecto del alcalde de Palma es el de dar a conocer cabalmente la figura de Maura, lo que supone tener acceso directo a lo que sucedió en las dos primeras décadas del siglo XX, en los tiempos de la Primera Restauración.

Parece que no habrá problemas para que pueda ser consultado por los historiadores y por quienes el Ayuntamiento de Palma designe cuando se materialice la idea que se alberga de revivir la figura y obra de Antonio Maura.

Remodelación de la plaza del Mercat, imprescindible rehabilitación y dignificación del monumento a Antonio Maura y preservación del ficus catalogado son las tres variables que necesariamente van a tener que ser conjugadas por Martínez en su proyectada rehabilitación integral de este céntrico espacio de Palma.

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