«No tenemos adónde ir si nos desahucian, dormiremos en el coche»

Sebastián Reyes es muy mayor y está enfermo . Le han operado varias veces del corazón y hace poco tuvo un ictus. Y a pesar de ello aún se encuentra algo mejor que su mujer Luisa, que tiene reconocido un nivel de discapacidad del 77%. La pareja vive angustiada y sin apenas poder dormir porque se enfrenta a un desahucio. Viven en un piso que pertenece a un fondo buitre, que ha instalado un proceso para expulsarles de este piso. La vivienda está situada en la calle Santa Florentina, en el barrio de Gotleu , en Palma . Es un piso en muy malas condiciones, pero la pareja no tiene otro sitio donde poder vivir. «Si nos desahucian no tenemos adónde ir. No nos quedará más remedio que dormir en el coche».

El matrimonio, que tiene siete hijos, lleva tres años en este piso. Cuando entraron, según recuerda Sebastián, la vivienda estaba en una situación casi de ruina. Poco a poco lo han ido mejorando, de una manera modesta. Construyeron una cocina y adecentaron el cuarto de baño. Este edificio de Son Gotleu está en muy mal estado, pero la vivienda de la pareja está muy limpia.

El desahucio estaba previsto que se realizara en la mañana de ayer, pero se aplazó. Un grupo de vecinos, de más de 30 personas, se concentró frente a la puerta del edificio para oponerse a este lanzamiento, porque consideran que no hay nada que justifique que se expulse de su casa a dos personas enfermas.

Sebastián explicó que es cierto que no abonan nada por estar en este piso y que hace unos meses acudió al domicilio una representante de este fondo de inversión. «Ella pudo ver cuál era nuestra situación. Mi mujer está muy enferma y apenas se puede mover. Esta persona nos dijo que no nos preocupamos, porque era evidente que éramos personas vulnerables» . Tras esta situación el matrimonio se tranquilizó, hasta que hace poco llegó una carta del juzgado, anunciando que les iban a desahuciar. «Nosotros no queremos vivir gratis. Estamos dispuestos a pagar un alquiler, pero el fondo no lo acepta. Quiere que nos vayamos, a pesar de que a ellos no les interesa el piso para nada, porque apenas tiene valor».

El matrimonio contó con el apoyo de la asociación Stop Desnonaments Mallorca, que se movilizó para evitar que esta pareja enferma tuviera que salir de su casa en estas condiciones tan tristes. pocos recursos no tienen ni la más mínima posibilidad de poder alquilar otro piso, ante los elevados precios que se exigen.

Luisa permanece sentada en una silla de playa y es evidente que padece una profunda tristeza. Solo encuentra al consuelo agarrando la mano de su nuera. «Está muy mal y desde que sabe que la van a echar de su casa su estado ha empeorado». Mientras Sebastián explica la triste situación que atraviesa, su mujer permanece callada.

Finalmente el lanzamiento de la vivienda no se llevó a cabo en el día de ayer. Sin embargo, se trata de un retraso, porque el matrimonio es consciente de que se fijará otra fecha. «No entendemos que quieran sacar de su casa a dos personas enfermas», lamenta.

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