El 13% de los menores que vive en casas de protección en Mallorca realiza salidas no autorizadas, según un estudio

El estudio se ha desarrollado con la colaboración de 464 menores de 20 viviendas de protección

Europa Press

El 13 por ciento de los menores que vive en hogares de protección en Mallorca ha realizado salidas no autorizadas (SNA) durante mayo de 2021 y junio de 2022, a raíz, principalmente, de un alto nivel de malestar emocional, según un estudio de la Federación de Entidades de Atención a la Infancia y Adolescencia Balear (Feiab).

Así lo ha indicado el psicólogo colaborador de la Fundación Aldaba, Llorenç Gayà, este miércoles en la presentación de la 'Investigación sobre las salidas no autorizadas de los programas residenciales de protección de Mallorca', que fija el número total de salidas no autorizadas en 242 durante el periodo seleccionado.

El director técnico de Feiab, Joan Ferrer, ha explicado que se entiende como salida no autorizada el fenómeno por el que el adolescente no retorna a la casa protegida a la hora acordada con el centro o directamente sale sin permiso.

El estudio se ha desarrollado con la colaboración de 464 menores de 20 viviendas de protección. Durante los 13 meses investigados, 59 de ellos realizaron SNA, 37 fueron hombres (62 por ciento) y 22 mujeres (38 por ciento), que tenían entre 15 y 17 años. Sobre esto, Gayà ha destacado que el 54 por ciento tenía 17 años, edad "crítica" al estar próxima a la mayoría de edad que crea incertidumbre de futuro en el menor.

Dentro del 13 por ciento que salió sin autorización, el 5 por ciento sólo lo hizo una vez, mientras que el 8 por ciento dos veces o más. En cuanto a la motivación, Gayà ha expuesto que los jóvenes que las realizan lo hacen por malestar emocional, por no querer aceptar las normas del centro o por querer volver a su casa, entre otros motivos.

Asimismo, en un 74 por ciento de los casos, estos adolescentes tienen dificultades con el cumplimento de las normas; en un 71 por ciento baja tolerancia a la frustración, en un 32 por ciento problemas para afrontar conflictos; en un 48 por ciento baja autoestima; en un 10 por ciento conductas de autolisis y/o ideación suicida; y en un 54 por ciento, medidas judiciales.

En cuanto a la duración de las salidas, el 61 por ciento de éstas duraron entre cuatro y 24 horas, el 23 por ciento entre uno y cuatro días; y el 16 por ciento más de cuatro días. Según ha detallado, Ferrer, cuando un joven no vuelve a su centro se le intenta localizar y, si a las cuatro horas no ha aparecido, se denuncia e informa a la coordinación de centros del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).

En esta línea, ha asegurado que "cuanto más dure la salida no autorizada más posibilidades de situaciones de riesgo hay", que tienen que ver con el absentismo escolar, ser víctima de robos y/o agresiones o de abusos y explotación sexual por parte de adultos, así como cometer delitos como robos o hurtos.

Cabe destacar que, cuando se sospecha de un posible caso de explotación sexual o trata, se denuncia inmediatamente, sin esperar las cuatro horas. Los resultados de la investigación demuestran además que el 10 por ciento de las veces que se ha producido la salida, los jóvenes presentaban rasgos relacionados con conductas de explotación sexual comercial infantil y adolescente (Escia).

Por otro lado, en relación con el tipo de programa residencial, del total de salidas, 119 se han producido en los Centros de Alta Intensidad Educativa, suponiendo un 49 por ciento de los casos, y todas han sido realizadas por cinco adolescentes, dos de ellos acumulan 27 y 74 SNA, respectivamente.

Por lo que se refiere a los Centros Residenciales Básicos, 40 menores han salido 100 veces sin autorización, representando un 41 por ciento, mientras que el resto de las 23 salidas contabilizadas restantes se han producido en otros programas residenciales, con un 10 por ciento.

Una vez que retornan a los centros tutelados, el 29 por ciento lo hace con un aspecto de abandono físico y poco higiénico; un 7 por ciento con objetos de nueva adquisición (lo que hace sospechar sobre una conducta de Escia); y un 56 por ciento presentando alguna adicción como al tabaco u otras sustancias.

Estrategias de prevención

Por su parte, la técnica colaboradora Romina Perazzolo ha expuesto cuáles son las recomendaciones que se hacen a partir de los resultados que arroja el estudio. Por un lado, ha dicho que hay que reforzar los vínculos afectivos de los menores y sus actividades de ocio saludable fuera del centro y formar a los equipos educativos para detectar los indicadores, perfiles y factores de riesgo específicos "para comprender cuándo se está frente a una posible SNA".

Por otro lado, ha añadido que se deben fomentar los programas residenciales de Alta Intensidad Educativa, ya que "es donde se producen el grueso de las salidas no autorizadas", e implementar la coordinación entre todos los agentes que intervienen en las SNA, que incluye a técnicos, fiscalía, jueces y fuerzas de seguridad del Estado.

También ha propuesto mejorar los protocolos de valoración de primera acogida, que son "fundamentales" para saber qué recursos hay que destinar a cada menor, y continuar con las investigaciones iniciadas. Sobre esta cuestión, Feiab espera realizar una segunda fase ampliando el número de participación de los centros de protección.

Cabe destacar que la Federación cuenta con aproximadamente 280 plazas concertadas con el IMAS para la acogida residencial y que en Mallorca ofrece cobertura a 1.592 menores a través de sus tres programas de protección.