La rebelión en la ultraderecha se recrudece con amenazas de muerte

El partido cita a los concejales para atajar la revuelta

El diputado de Vox por Balears, Jorge Campos, junto a la portavoz Idoia Ribas.

El diputado de Vox por Balears, Jorge Campos, junto a la portavoz Idoia Ribas. / B. Ramon

La rebelión en Vox se recrudece tras la denuncia de amenazas de muerte recibidas por parte de uno de los quince concejales díscolos. El regidor registró una denuncia ante la Guardia Civil tras recibir una llamada de un hombre desde un número oculto a las 23: 29 de la noche del domingo. En este sentido, el hombre le advirtió al concejal de la formación ultraderechista de «que si seguían saliendo más noticias de temas internos de Vox, ocurren accidentes». Asimismo, también le preguntaron «que tal estaba su hija, cortando la llamada al finalizar sus amenazas».

Tal y como adelantó este diario, una quincena de concejales de Vox en Mallorca han mostrado su malestar con la cúpula actual y han planteado rebelarse contra el partido. El ascenso del líder de la formación en Cort, Fulgencio Coll, como vicepresidente del partido ha prendido la mecha de una incipiente rebelión interna en los municipios de la part forana, entre los que existe un malestar generalizado con la cúpula de Vox. De hecho, una quincena de concejales de distintos pueblos sopesan dejar el partido en bloque después del debate de investidura de Feijóo, tras una etapa de «ninguneo» y «abandono» por parte de la dirección.

Ante esta situación, Vox ha convocado para hoy a las siete de la tarde una reunión de coordinadores que congregará a gran parte de los 36 regidores que tiene el partido en Mallorca (ya que muchos simultanean el cargo de edil y el de coordinador) en un intento de la dirección de rebajar las tensiones. Entre los asistentes estarán, previsiblemente, la quincena de regidores díscolos que amagan con dejar el partido por su malestar con la cúpula de la formación. Se trata de una reunión que debía haberse celebrado hace meses, después de las elecciones de mayo, pero se ha retrasado hasta ahora. Cuatro meses después, el encargado de convocarla fue el diputado autonómico Sergio Rodríguez, como responsable de los coordinadores. Destacó la «importancia» de «poder hablar de todos los temas pendientes» y los citó el martes en la sede de la formación.

Por parte de la portavoz de Vox en el Parlament, Idoia Ribas, explicó que no tiene constancia de ninguna rebelión dentro del partido. «Fui vicepresidenta de Vox en Balears durante seis años, hace dos meses decidí dejar la vicepresidencia para dedicarme exclusivamente a ser portavoz parlamentaria. Yo no tengo constancia de ningún tipo de rebelión», determinó Ribas.

Entre tanto ruido destaca el mutismo absoluto de la presidenta de Vox, Patricia de las Heras, que rechazó hacer declaraciones sobre el asunto. Por su parte, el líder de la formación en el ayuntamiento de Palma y ahora vicepresidente del partido, Fulgencio Coll, minimizó la crisis y calificó de «rumores» las voces que hablan de escisión y división dentro del partido. Más allá de eso, del mismo modo que de las Heras, rechazó valorar el asunto.

Malestar generalizado

El malestar es generalizado en gran parte de los municipios de Mallorca, y así se lo han hecho saber a la dirección nacional, que no respondió. Después de los comicios autonómicos denunciaron sentirse «cabezas de turco más que de lista» al ver el «abandono» y el «ninguneo» de la dirección del partido en Balears. En una carta remitida a Madrid pusieron de manifiesto algunos de sus problemas: mala organización interna y falta de apoyo antes y después de la campaña electoral, entre otras cuestiones.