Manifestación en Palma contra los policías mallorquines infiltrados: «El Estado español ha cruzado todas las líneas rojas existentes»

Una veintena de entidades se manifiestan en Palma contra las infiltraciones de la Policía Nacional

Así ha sido la concentración contra la infiltración policial en Palma

E. Calvo

Pere Morell

«Exigimos responsabilidad política a los partidos, exigimos una respuesta a Pedro Sánchez y a Fernando Grande-Marlaska, ¿Quién ha enviado a Maria Isern?», es el grito de enfado de las casi veinte entidades que se manifestaron ayer, en la Delegación del Gobierno, en contra de las infiltraciones de la Policía Nacional a movimientos antisistema.

Los tres agentes de la Policía Nacional procedentes de Mallorca y Menorca, cuya infiltración en grupos anarquistas e independentistas catalanes ha quedado al descubierto por una investigación periodística, actuaban sin control judicial. Tampoco lo necesitaban, según las fuentes jurídicas y de las fuerzas de seguridad consultadas, porque su misión era obtener información y no recabar evidencias de delitos para su uso para un proceso judicial

La investigación fue de la revista catalana La Directa, que en el último año ha desvelado la actividad de estos tres agentes, dos mallorquines y un menorquín.

«Fora les forces d’ocupació», gritaban el casi centenar de personas que acudieron ayer a la concentración. El primer caso de infiltración sucedió hace un año, pero fue el caso de la policía que estuvo tres años en movimientos sociales e independentistas de Girona, utilizando el nombre de Maria Perelló, la «gota que colmo el vaso», según los organizadores y por eso se manifestaron.

Pere Joan March, portavoz de Esquerra independentista de Mallorca, mostraba su «rechazo e indignación», por los casos de infiltración y su «solidaridad con las personas afectadas». «Es una vulneración de los derechos humanos llevada a cabo por el Estado español», sentenció March.

La agente, que se hacía llamar Maria Perelló estableció una relación sentimental con uno de los activistas de Girona que, además, está pendiente de juicio por las movilizaciones del 1 de octubre del 2018.

El activista al enterarse del montaje exclamó: «M.I. no puede ser policía, conocemos a su madre, he estado en su casa». La madre de la agente también había participado en el montaje, dando cobertura a la misión que le habían asignado a su hija.

La madre estableció una estrecha relación con el activista, quien durante una fiesta de aniversario del joven habría protagonizado una escena inolvidable: «Nos llamó vía WhatsApp y empezó a cantar la canción de Boig per Tu con un mechero en la mano para felicitarlo el día que celebrábamos sus 37 años», reveló la hermana del afectado.

El hecho de que la agente infiltrada fuera nacida en Palma motivó una convocatoria de protesta prevista para el 20 de julio. Sin embargo, los organizadores recibieron la prohibición oficial por parte de la Delegación del Gobierno y de la Junta Electoral de la concentración. Pere Joan March Calificó esta decisión como un «grave ataque a la libertad de reunión y de expresión» y como un «acto de censura».

Durante la concentración se leyó un manifiesto mostrando la repulsa a la policía infiltrada. A este escrito se han adherido los sindicatos STEI y UOB, así como las siguientes entidades: Alerta Solidària, CUP, Endavant-OSAN, Arran, SEPC, Aplec Jove, Bloc per Felanitx, Assemblea Sobiranista de Mallorca, GOB, Xítxeros amb Empenta, Fem Front, Anticapitalistes IB, Joves de Mallorca per la Llengua, Neurodiver Gent, Assemblea Antipatriarcal de Manacor, Catèrva, Unió Obrera Sindical, Fridays for Future y Ateneu l’Elèctrica.