Las multas de la conselleria de Salud y Consumo por turismo de excesos superan los 400.000 €

La sanción más elevada alcanza los 100.000 euros contra un hotel en el que los clientes accedían libremente al dispensador de bebidas alcohólicas

Hay dos expedientes contra expendedurías por vender packs de tabaco y alcohol

La mayoría de los expedientes de Salud y Consumo corresponden a la Platja de Palma

La mayoría de los expedientes de Salud y Consumo corresponden a la Platja de Palma / Pere J. Oliver

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Las sanciones propuestas por la conselleria de Salud y Consumo contra el turismo de excesos en relación a los expedientes abiertos durante el pasado año se acercan al medio millón de euros, con un caso en el que la multa fijada alcanza un valor de 100.000 euros por permitir en un establecimiento hotelero que los clientes tuvieran libre acceso a los autodispensadores de bebidas alcohólicas, según los datos facilitados por el director general de Consumo, Félix Alonso. Esos importes corresponden únicamente a los incumplimiento de la normativa de turismo de excesos que ha tramitado la citada Conselleria, a las que habría que sumar los expedientes tramitados por Turismo, Comercio y el ayuntamiento de Calvià.

El citado importe adquiere una especial relevancia si se tiene en cuenta que ya se ha iniciado la campaña de inspecciones para afrontar el turismo de excesos en zonas como Platja de Palma, s’Arenal de Llucmajor y Magaluf durante la presente temporada.

Las sanciones propuestas por este departamento autonómico por los controles desarrollados durante el pasado ejercicio alcanzan un valor de 438.804 euros, y algunas de estas multas ya han sido pagadas por las empresas afectadas.

Libre acceso al alcohol

Como se ha indicado, la multa más elevada, por considerar que se ha incurrido en una falta «muy grave», corresponde a un establecimiento hotelero que permitía a los clientes acceder libremente a un autodispensador de bebidas alcohólicas, aunque la empresa afectada ha presentado el correspondiente recurso.

No es el único expediente abierto por ese mismo motivo, ya que aparece otro contra un conocido hotel de la Platja de Palma, también por una infracción calificada de muy grave, y con una propuesta de sanción de 60.000 euros, aunque en este caso la empresa afectada ha optado por pagar la multa de forma anticipada.

De nuevo por infracciones muy graves, y propuestas de sanción de 60.000 euros, aparecen dos expedientes contra expendedurías de tabaco por ofrecer este producto en un pack que incluía bebidas alcohólicas.

También por falta muy grave y con una propuesta de sanción de 66.000 euros se ha abierto un expediente contra un bar. El establecimiento hacía publicidad del alcohol.

Otro expediente por falta muy grave y sanción propuesta de 60.000 euros está en marcha contra una cafetería por no mostrar su lista de precios.

El paquete de las tramitaciones realizadas por Salud y Consumo incorpora dos por faltas graves. Una presenta una propuesta de sanción de 21.600 euros contra una empresa por contar con una máquina expendedora de alcohol, que ha optado por abonar la multa de forma anticipada, y otra de 6.000 euros contra un bar por su publicidad.

Este paquete lo completan otros seis expedientes por faltas leves y propuestas de sanción de 600 a 1.000 euros, con dos casos en los que se ha optado por pagar la multa para que se archive el expediente.

Mayoría en Platja de Palma

La mayoría de estos expedientes corresponden a establecimientos de la Platja de Palma. El motivo es que el propio ayuntamiento de Calvià se ha hecho cargo de las irregularidades detectadas en su zona, pero Félix Alonso no oculta que en s’Arenal de Llucmajor hay muy pocos casos debido a la escasa colaboración que ha prestado su Consistorio. Algo parecido sucede con Eivissa al no hacer contado con el apoyo de su Consell Insular. El director general de Consumo recuerda que ambas Administraciones han estado gobernadas por el PP.

Pese a valorar el trabajo realizado por el ayuntamiento de Calvià, Alonso considera un error que el control del turismo de excesos se deje en manos de instancias municipales, alegando que el lobby del ocio nocturno tiene mucha fuerza y que la Administración municipal, por su proximidad, es más vulnerable a las presiones que se pueden hacer sobre sus responsables.

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