La guerra entre PIMEM y Pimeco se resolverá en los tribunales

La asociación de comercio da un ultimátum para retirar su demanda que la federación no acepta

Antoni Fuster.

Antoni Fuster. / MANU MIELNIEZUK

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Un juez va a tener que decidir si la expulsión de la asociación de comercio Pimeco de la patronal PIMEM se realizó de forma ajustada a Derecho, después de que la primera de estas organizaciones enviara el pasado lunes una carta a la segunda en la que comunica que ya está presentada la correspondiente impugnación judicial, con un ultimátum en la que advierte de que solo dará marcha atrás a esa demanda ante los tribunales cuando «las dos instituciones acuerden pactos de futuro sólidos y comprometidos con la paz social que reclamamos». La decisión de la federación mallorquina de las pymes, acordada también en una reunión celebrada el día 17, ha sido no dar marcha atrás y poner el tema en manos de sus abogados.

Tal y como ha venido informando Diario de Mallorca, el pasado mes de julio la asamblea de PIMEM, presidida por Jordi Mora, tomo la decisión de expulsar de su seno a Pimeco, liderada por Antoni Fuster, y dejar su representación del sector comercial en manos de la nueva asociación Pimem-Comerç. Desde entonces, ambas organizaciones han mantenido un goteo de contactos sin ningún fruto, incluido un reciente encuentro en el Bar Cristal de Palma entre representantes de ambas partes.

Ante la falta de avances, Pimeco ha optado por enviar el citado ultimátum a PIMEM, con una carta registrada el pasado día 17, en la que la primera informa de «la impugnación judicial de la citada asamblea por contravenir, su convocatoria y los acuerdos adoptados, los propios estatutos» de la federación mallorquina de las pymes.

Hay que tener en cuenta que Fuster siempre ha reprochado a Mora que su expulsión se produjera sin haberle dejado intervenir en esa reunión y sin alegar causas que estén contempladas en los estatutos de PIMEM.

La misiva continúa afirmando que «tristemente, el comité ejecutivo de PIMEM no ha querido reunirse con la junta directiva de Pimeco, como pedimos en nuestra ultima carta», de ahí que se justifique la necesidad del «auxilio judicial ante una ilegalidad e injusticia como es la expulsión».

Se añade que «la realidad de hoy y los problemas que padece el sector del comercio no nos permite, por responsabilidad, dividirnos ni separarnos, y es necesario hacer los esfuerzos necesarios para que la situación entre las dos instituciones se reequilibre».

Es en este marco cuando se reclaman pactos de futuro sólidos. Hay que recordar que fuentes de ambas organizaciones habían señalado la pretensión por parte de representantes de Pimeco de aceptar su salida momentánea, pero con el compromiso para una futura reincorporación y fusión entre Pimeco y Pimem-Comerç.

Fuentes de PIMEM señalan que una vez recibida esta carta y analizada, la decisión adoptada el pasado lunes por el comité ejecutivo de esta federación es no dar un paso atrás en la decisión de expulsar a Pimeco, dejando que sean sus servicios jurídicos los que marquen la estrategia a seguir ante la demanda presentada por la asociación que preside Antoni Fuster.

En este sentido, desde PIMEM se apunta que existe un email enviado a una representante de Pimeco invitando a la asamblea, pero se admite que éste no tiene un carácter oficial.

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