Los empresarios de Mallorca temen al pinchazo en Semana Santa

Muchos empresarios temen que la reactivación del turismo no se haga efectiva al menos hasta junio

Los empresarios creen fundamental el retorno de los turistas en Semana Santa.

Los empresarios creen fundamental el retorno de los turistas en Semana Santa.

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Hay miedo. Son muchos los empresarios de las islas que, tras la fallida campaña de Navidad, afrontan ahora el calvario de los meses de enero a marzo con la esperanza de que en Semana Santa se registre un aumento de la actividad económica, de la mano de la llegada de los primeros turistas, que les permita mejorar sus ingresos o incluso poder reabrir sus negocios en el caso de los que han optado por hibernar este año. Las nubes que se perciben son una tasa de contagios que se ha disparado en Mallorca, aunque la confianza está puesta en que comience a remitir a finales de enero, y muy especialmente un ritmo de vacunaciones que no va a permitir que la mayor parte de la población quede inmunizada hasta iniciado el verano. A este cóctel se suma la preocupación sobre la situación en Alemania o Reino Unido y sobre el daño que el coronavirus ha podido hacer a la economía de sus familias.

El que expresa con mayor claridad el miedo a que la Semana Santa pueda saldarse con un nuevo pinchazo, tras los registrados el pasado verano y en Navidad, es el presidente de la asociación balear de empresas de ocio nocturno (ABONE), Jesús Sánchez, a la vista de la evolución de la curva de contagios y de algunos comportamientos relacionados con la celebración de fiestas ilegales que «no suponen una competencia desleal en estos momentos, sino una completa irresponsabilidad». Y a ello suma el que la vacunación no alcanzará niveles suficientes para generar una elevada inmunidad hasta entrado el verano. En este sentido, incluso pone en duda que se pueda registrar una llegada significativa de turistas hasta que éstos estén también vacunados en los principales mercados emisores.

Efectividad de las vacunas

El catedrático de Economía Aplicada y director de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, no oculta que los efectos de la vacuna, por lo que a inmunización de un porcentaje suficientemente alto de población se refiere, no serán realmente efectivos hasta el tercer trimestre del año, lo que abre muchas incógnitas sobre el saldo de la Semana Santa y las posteriores, e incluso sobre la intensidad en la reactivación turística en verano.

Porque la clave, según señala el presidente de la federación mallorquina de la pequeña y mediana empresa (PIMEM), Jordi Mora, está en la posibilidad de reabrir los corredores seguros con Alemania y el Reino Unido. En este sentido, recuerda que la tasa de contagios acumulados en 14 días que se barajó para hacerlo el pasado verano era de 50 por cada 100.000 habitantes, y señala que los contactos que se están manteniendo con la conselleria de Turismo apuntan a que sus responsables creen que sería viable volver a abrirlos con niveles de 100 o 150 contagios. Pero la isla ha estado superando los 600 en Navidad. Mora destaca su esperanza de que este objetivo se pueda conseguir en marzo, pero reconoce igualmente lo imprevisible que resulta esta pandemia, de ahí la enorme preocupación existente. Sin embargo, insiste en que quiere ser «optimista» al pensar que a partir de abril muchas empresas podrán reabrir.

Igualmente preocupados se muestran los presidentes de las asociaciones de comercio Afedeco y Pimeco, Toni Gayà y Antoni Fuster respectivamente, con una especial insistencia por parte del primero respecto a la necesidad de acelerar el ritmo de las vacunaciones. En cualquier caso, admite que se presenta una «Semana Santa difícil y va a depender mucho de como nos comportemos durante los próximos días y de nuestra responsabilidad individual». Fuster, por su parte, admite que «esperábamos una Navidad mucho mejor y las expectativas se han roto», de ahí la esperanza puesta en «salvar algo la Semana Santa» y el temor existente ante la evolución de los contagios.

La preocupación combinada con la esperanza es expuesta también por los presidentes de las asociaciones de restauración de CAEB y PIMEM, Alfonso Robledo y Eugènia Cusí respectivamente, que insisten en hacer un llamamiento a los ciudadanos para que la responsabilidad individual permita reactivar la llegada de turistas en abril.

En cualquier caso, hay un punto en el que todos coinciden: durante los próximos tres meses habrá muchas pequeñas empresas que no podrán soportar la espera.