«Cuando entré en Nazaret me avisaron: cuidado con el monitor, que le gusta tocar a los niños»

Antiguos trabajadores e internos en el centro de menores de Palma explican que los casos de abusos sexuales por algunos monitores eran un secreto a voces: «Todos lo sabían y lo tapaban»

El actual edificio del centro de menores de Nazaret, en Palma. | B. RAMON

El actual edificio del centro de menores de Nazaret, en Palma. | B. RAMON / xavier peris. palma

Xavier Peris

Xavier Peris

¿Hasta qué punto eran conocidos los casos de abusos sexuales a los menores en el centro de la Fundación Nazaret durante las décadas de 1970 y 1980? Según algunos antiguos internos y trabajadores, era vox populi. «Todos lo sabían, empezando por el director y el resto de responsables, pero nadie hizo nunca nada, preferían mirar a otro lado», comentan varios de ellos, que piden preservar su anonimato.

La denuncia de Toni Estela, un hombre de 51 años que estuvo interno en Nazaret varios años a principios de los 80, ha llevado a declarar como investigado en un juzgado de Palma a F.C.M.F., de 68, que ejerció como monitor en el centro a lo largo de toda esa década. En octubre del año pasado Estela fue a la casa del hombre al que acusa de haberle violado en repetidas ocasiones cuando era niño, y logró que le pidiera perdón ante la cámara. «Igual pudimos hacer algo hace treinta o cuarenta años, pero yo ya lo olvidé y me arrepentí», dice el presunto pederasta en la grabación.

(VÍDEO) Sucesos en Mallorca | Una víctima de abusos sexuales se presenta en casa del presunto pederasta para exigirle que le pida perdón

Redacción

La publicación de este vídeo removió los recuerdos de otros antiguos internos, hoy ya en la cincuentena, que corroboraron los hechos. «Todo lo que dice Toni Estela es verdad», explican. Cuentan que F.C.M.F. se aprovechaba de su situación. Era el único monitor que se quedaba al cuidado de los niños durante las noches, y muchas veces se llevaba a sus favoritos de excursión con su furgoneta. En esas ocasiones, afirman, mantenía relaciones sexuales con los menores. «Los abusos se repitieron numerosas veces, y puede haber una treintena de víctimas».

El exmonitor denunciado, a su salida ayer de los juzgados de Vía Alemania.

El exmonitor denunciado, a su salida ayer de los juzgados de Vía Alemania. / GUILLEM BOSCH

En su declaración el pasado miércoles en los juzgados de Palma F.C.M.F. negó las acusaciones. «Todo es mentira», afirmó a la salida del edificio de Vía Alemania. Sin embargo, en su manifestación reconoció que en aquella época tenía una furgoneta como la descrita por los denunciantes, y que solía utilizar para llevarse a los niños internos de excursión los fines de semana. Todo ello, según dijo, con el conocimiento y la autorización del director y patronato de la fundación.

«Yo entré a trabajar en la imprenta de Nazaret a finales de los años 80, con apenas veinte años», cuenta un testigo. Entonces ese monitor al que han denunciado ya no estaba allí, pero si había otro, que ya ha fallecido. En el centro había también monjas, hermanas de la caridad. Un día la madre superiora me llevó aparte y me dijo: ten cuidado con ese monitor, que le gusta tocar a los niños. En aquel tiempo no se denunciaban los casos de pederastia, ni se le daban demasiada importancia. Le pregunté a la monja si el director lo sabía y me dijo: sí, está enterado».

Según explica este testigo, en aquel tiempo el monitor ya era un hombre mayor. «Era un trabajador que llevaba muchos años, y parecía que era el amo. El director de entonces no se metía con él, como si le tuviera miedo. Estoy seguro de que sabía lo que pasaba, pero prefería mirar hacia otro lado».

Otro hombre, que estuvo interno en Nazaret aquella época, confirma esta visión sobre el mismo monitor. «A mí no me hicieron nada grave, pero a este tipo le gustaba chuparnos la oreja a los niños. Era asqueroso». Añade que todos sabían que este hombre se llevaba algunos a menores a su casa y mantenía relaciones sexuales con ellos. A la pregunta de si cree que la dirección conocía estos hechos, responde: «Es imposible que no lo supieran. Todos lo sabían y todos se callaban, se tapaban unos a otros».

Abusos y malos tratos

sufrió repetidas agresiones sexuales a manos de F.C.M.F. «Entre nosotros no hablábamos nunca de este tema, aunque sabíamos que otros estaban pasando por lo mismo. Tras mantener relaciones sexuales te hacía un pequeño regalo, como unos bolígrafos».

Otro exinterno, José Méndez, en la actualidad de 61 años, llegó a escribir un libro en 2014 sobre su estancia en Nazaret, entre 1968 y 1975, en el que recoge los abusos sexuales que sufrieron, tanto él como otros menores, a manos de varios monitores. «Y no solo abusos sexuales, los malos tratos eran diarios. Así que era imposible pensar en denunciar. ¿Cómo íbamos a hacerlo? Si lo denunciabas, además te hinchaban a hostias». Cuando Méndez pidió permiso para consultar su expediente para escribir el libro, no se lo dieron. «El actual director me dijo que el Obispado estaba preocupado con lo que iba a contar», comentó.

Sin embargo, el director del centro en aquella época, Juan Picornell, que tiene en la actualidad 86 años, negó haber tenido nunca conocimiento de estos abusos. «Lamento que estas personas hayan tardado tanto tiempo en denunciar», comentó en una entrevista a Diario de Mallorca .

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