Fútbol. Primera División.

El día que la afición del RCD Mallorca se sintió extraña en su propia casa

La afición del Mallorca se indigna ante el caos provocado en Son Moix por la gestión de la ubicación de los seguidores del Betis, que fueron recolocados en asientos destinados a abonados

El club pide disculpas a través de un comunicado

Aficionados del Betis, recoloados en la Tribuna Oeste de Son Moix.

Aficionados del Betis, recoloados en la Tribuna Oeste de Son Moix. / Guillem Bosch

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Sentirte extraño en tu propia casa es una sensación muy desagradable. Eso es lo que padecieron muchos mallorquinistas este sábado en el RCD Mallorca-Betis de Liga disputado en Son Moix. La afición verdiblanca, con más de mil seguidores repartidos por el campo, dio lugar a imágenes insólitas que indignaron al mallorquinismo, especialmente cuando se decidió que por seguridad debían colocarse en el sector adyacente a la pastilla visitante, obligando a socios bermellones cuya localidad estaba allí a tener que buscarse la vida para encontrar un asiento libre.

La imagen en Son Moix en la zona de la Tribuna Oeste Norte no se puede repetir. O sí, pero con mucho más control y planificación para no perjudicar al seguidor mallorquinista. Un error de previsión del club, la seguridad del estadio y la Policía Nacional (CNP) que dejó una estampa insólita a pocos minutos de comenzar el partido, con decenas de aficionados saltando la pequeña valla que separa el Fondo Norte de la Tribuna Oeste para colocarse junto al resto ante la inacción de los trabajadores del estadio. Todo ello ordenado por el CNP, que tomó esta decisión «por motivos de seguridad». 

La previa de la afición verdiblanca en s’Escorxador, con más de 600 aficionados de botellón, ya hacía presagiar que su llegada a Son Moix traería cola. Esta gran cantidad de seguidores no era un hecho ajeno ni para el Mallorca ni para la Policía Nacional. El club, en un comunicado emitido ayer por la tarde a modo de disculpa por lo que sucedió en el campo, dejó claro que tenían constancia de que acudirían en masa al estadio, ya que identificaron «un número elevado de compra de entradas (960) geolocalizadas en Sevilla». A pesar de suponer solo un 3,7% del aforo total del estadio, fue un hecho que pusieron en conocimiento de la policía para que tomara las medidas oportunas.  

A su llegada al campo, según testigos de la escena, lo hicieron sin control por parte de la policía a través del parking y la ‘fanzone’ dispuesta en el exterior, en la que había numerosos seguidores y familias con niños con el riesgo que conlleva al mezclarlos.

La pastilla visitante de Son Moix tiene una capacidad aproximada de 160 seguidores. Vista la situación que estaba generando, se decidió recolocar a la mayoría de béticos lo más juntos posible. Es por ello que decidieron ubicarles en el sector de asientos adyacente a la visitante, zona en la que, según el comunicado, «había menos abonados» del conjunto bermellón. 

43 socios reubicados

El problema es que en esa zona había 43 socios del Mallorca –además de aficionados que habían comprado entradas en último momento–, que vieron cómo se les despojaba de su asiento (que no cuesta menos de 565 euros al año) y se les indicaba que debían buscar otro sitio.

 Toni Perelló fue uno de los afectados de esta medida y a través de su cuenta de X @obiku78, expresó cómo se sintió ante ello. «Mi hijo y yo hemos tenido que buscar dos sitios como mendigos porque los nuestros estaban ‘okupados’ por aficionados visitantes. Me he sentido un extraño en mi propia casa por primera vez en mis más de 30 años de socio. Absolutamente lamentable», criticó. En este sentido, el club está contactando con los afectados para disculparse personalmente y buscar una compensación. 

La afición, especialmente a través de redes sociales, no dudó en mostrar su rechazo e indignación en especial a través de las redes sociales. Moviment Mallorquinista, federación que engloba a diversas peñas, criticó lo sucedido, añadiendo que lo más grave fue «la libre circulación de aficionados visitantes entre todas las gradas, algo estrictamente prohibido», exigiendo una explicación a la directiva del club. 

«No podemos permitir que los aficionados y socios mallorquinistas, que son el activo más importante del club, se sientan desplazados y expulsados de su propia casa. Ni tampoco que se trate de manera más favorable a los visitantes que a los propios locales», concluyó el comunicado. 

«Sin incidentes»

El Mallorca, dada la magnitud de la polémica, aclaró que durante el encuentro no se registró «ningún incidente» y pidió disculpas a los aficionados a través de un escrito, asegurando que «tomará medidas para redimensionar la grada visitante de cara a las ocasiones que así lo requieran y continuará trabajando junto a la Policía Nacional para evitar que estas situaciones se repitan en el futuro». 

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En lo deportivo, la derrota del Mallorca ante el Betis (0-1), unida a los resultados de este domingo, deja a los de Javier Aguirre a cuatro puntos del descenso tras no pasar el Cádiz del empate frente al Athletic (0-0) en el Nuevo Mirandilla. Por otro lado, el Celta cayó frente al Girona (0-1) y el Sevilla no pudo ante Osasuna (1-1) en el Pizjuán. 

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