Fútbol

Real Mallorca: De Darder a Raíllo, los cambios aportan

La entrada del artanenc, el cordobés y Samú Costa en la segunda parte mejoraron la cara de un conjunto bermellón que fue más fluido con cuatro defensas en Las Palmas

Samú Costa conduce el balón presionado pr Kirian.

Samú Costa conduce el balón presionado pr Kirian. / Elvira Urquijo A.

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Algo tenía que hacer Javier Aguirre. El Mallorca se fue al descanso perdiendo 1-0 después de una primera parte frustrante, porque no pudo desarrollar su juego y porque Muriqi había fallado un penalti y Dani Rodríguez había estrellado un balón en el palo. Y la decisión del entrenador bermellón no pudo ser más acertada. Cambió el dibujo, pasando de un 5-3-1-1 a un 4-4-2, pero lo que realmente le cambió la cara a su equipo fueron los que entraron al césped. 

Darder, que no había realizado ningún entreno con sus nuevos compañeros, y Raíllo saltaron al césped en el minuto 45. Uno fabricó el gol con un extraordinario lanzamiento de esquina, directo al corazón del área, y el otro cabeceó con el alma para marcar. Esta fue la jugada que sirvió para que el Mallorca pudiera empatar en el estadio Gran Canaria ante un Las Palmas que se defendió como pudo de las constantes ofensivas de los bermellones. Porque después entraron Samú Costa, que tenía el cuchillo entre los dientes, y Cyle Larin, que asustaba más por su presencia que por lo que realmente su físico le podía dejar hacer.

Pero lo cierto es que los de rojo y negro fueron otros. Con las ideas mucho más claras y capaces de someter a un adversario que reculó muchos metros para tratar de evitar de encajar el segundo. Y lo consiguió porque Muriqi no estuvo nada inspirado. Primero con un disparo en el que el punto de mira estuvo muy desviado y después peinando un balón que no encontró la dirección correcta de milagro. Y Dani Rodríguez, uno de los más destacados de los suyos, también puso a prueba al portero Álvaro Valles con un zurdazo que se escapó por poco.

El Mallorca había mejorado, mucho más fluido, porque la simple presencia de Darder le aportó mucho más dinamismo al juego y porque eso provocó que Morlanes y Samú Costa, sus escuderos, elevaran sus prestaciones a la hora de cortar y construir un juego más fluido. Esto solo acaba de empezar, pero el equipo se dio cuenta de que apostando por un plan B, que quizá será el A en la siguiente jornada, también se puede ilusionar a la afición.

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