Antiviolencia propone una sanción de 20.000 euros al Mallorca

La Comisión Antiviolencia ha acordado una propuesta de sanción de 20.000 euros para el Mallorca por deficiencias en las medidas de acceso y permanencia de espectadores, al permitir la entrada, en el entrenamiento abierto al público días antes de la final de la Copa del Rey, de una pancarta de grandes dimensiones que no había sido comunicada previamente al coordinador de seguridad, así como de varias bengalas activadas por seguidores radicales y violentos en el campo.

Aquel entrenamiento, al que acudieron cerca de dos mil aficionados, la mayoría de ellos niños pequeños con sus padres, se realizó dos días antes de la disputa del título en La Cartuja ante el Athletic Club. Una final que cayó del lado de los de Valverde tras vencer en la tanda de penaltis. 

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Además, Antiviolencia también ha propuesto una sanción de 30.000 euros al conjunto vasco por incidentes en la final, consecuencia de haber permitido que se introdujeran en el estadio varios petardos de gran potencia, escondidos en una pancarta de grandes dimensiones -solicitada y preparada por el club-, y un paquete con varios artefactos pirotécnicos en otra zona del campo, detectados por los equipos de seguridad.

La Comisión precisó que el Athletic Club solicitó y preparó el tifo señalado, eligiendo entre sus aficionados a treinta personas para que pudiesen acceder al recinto de manera previa, sin pasar los controles ordinarios de acceso, a instalar el elemento de animación indicado.

Igualmente, recordó que la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte sanciona la facilitación de medios materiales, que den soporte a la actuación de personas o grupos que promuevan la violencia, o que inciten, fomenten o ayuden a comportamientos violentos o terroristas.

Entre las decisiones de Antiviolencia figura otra propuesta de sanción de 30.000 euros a la Federación Vasca de Fútbol por permitir el acceso de diverso material pirotécnico (bengalas y petardos de gran potencia que fueron activados) al campo donde se jugó el amistoso entre las selecciones de Euskadi y Uruguay.

En este encuentro se desplegó una pancarta de grandes dimensiones que no había sido comunicada previamente al coordinador de seguridad, y de la que no se había presentado certificado ignífugo, y numerosos aficionados ocuparon las vías de evacuación del estadio sin que el personal de seguridad tomara las medidas necesarias para evitarlo.