Fútbol. Primera División

La opinión de Toni Ruiz sobre el Osasuna-RCD Mallorca: La meta está a la vista

Torró y Copete luchan un balón aéreo

Torró y Copete luchan un balón aéreo / EFE

Un punto más, un paso más. El logro de confirmar la salvación matemáticamente se demora más de lo que quisiera el aficionado mallorquinista. Este miércoles puede que el Sevilla nos dé un alegrón y, si no sucumbe ante el Cádiz en el Pizjuán, se acabará el sufrimiento. Los de Aguirre dilapidaron otra ocasión para lograrlo sin la necesidad de esperar ayudas de terceros. Les faltó algo fundamental en el fútbol, ambición.

La primera parte fue, como lo han sido otras mitades en muchos partidos, un tiempo perdido. El equipo que parecía precisar la victoria fue Osasuna, que salió a morder, a tener la pelota, a crear ocasiones. El Mallorca, más allá de un centro del campo en teoría más creativo con Darder, apenas inquietó a Aitor Fernández. Ni un córner, solo tres remates, apenas uno de ellos a puerta y una posesión que no llegó ni al 50%. Y eso que los de Arrasate se adelantaron muy pronto en el marcador, ya en el primer cuarto de hora y eso hacía pensar que Raíllo y compañía se abalanzarían sobre la meta contraria.

La entrada de Abdón, inexplicablemente en el banquillo de inicio cuando no se contaba con Muriqi y había que buscar los tres puntos, cambió las intenciones del equipo, que se dio cuenta de que ese jugar a controlar, no llevaba a nada positivo. Llegaron las ocasiones y los que pasaron a tener miedo fueron los osasunistas, que perdieron el mando del partido. Darder quiso el balón y recibió el premio de ese gol que le libera de las malas sensaciones de toda la temporada. Por fín fue un jugador decisivo para amarrar al menos un punto, que fue todo lo que mereció el Mallorca. La meta está a la vista. 

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