Así celebra la Part Forana sus multitudiarios Pancaritats

El martes de Pascua está marcado en muchos municipios por los pancaritats. Igual que el Lunes de Pascua, son muchos los que aprovechan para degustar las últimas panades o cocinar deliciosas paellas en lugares emblemáticos como son las ermitas. Así, sin ninguna duda las romerías han marcado este martes en Montuïri que ha vivido su sentido Dia des Puig mientras que Petra, Vilafranca o Sant Joan han pasado el día en Bonany, igual que Algaida que visitado La Pau de Castellitx. En sa Pobla, la jornada ha tenido como protagonista Crestatx mientras que Campanet ha vivido su pancaritat en Sant Miquel y Llubí en su ermita.

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En Montuïri, el Dia des Puig ha levantado el telón a las nueve de la mañana en la plaza Major con la entrega de la vara de Batle des Puig por parte de la alcaldesa Paula Amengual a Joan Mesquida Llinàs, que se retiró el pasado año tras 22 años como dimoni y otros ocho años de cossier. Es Dia des Puig es como denomina popularmente en Montuïri la romería a este montículo donde se venera la Verge de la Bona Pau.

La comitiva, encabezada por la banda de música ha recorrido la calle Major, ha bajado la de sa Torre y, a la salida del casco urbano, junto al Pou des Dau, ha efectuado el concierto de ritual. Seguidamente, los numerosos peregrinos -más que nunca en este 2024- han iniciado la caminata de cuatro kilómetros a pie por el Camí Vell des Puig para participar de la fiesta en la cima y en la que destacan el ambiente familiar y de reencuentro de amistades, la comida de las “darreres panades i robiols de Pasqua” y la Misa del día.

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A las diez ha dado inicio la final del XXIX Campeonato Local de Tella en el que han intervenido el vencedor de la edición anterior más los diez primeros clasificados de la fase previa que este año ha alcanzado 41 participantes. El vencedor ha sido Tomeu García, seguido por Toni Font y Josep Cerdà. Tras la Misa en el oratorio de la Mare de Déu de la Bona Pau, se ha abierto el ball de bot en la explanada. La jornada ha estado amenizada por la banda de música y en cuyo transcurso el Batle de Puig y miembros del Consistorio se han paseado entre los asistentes a quienes invitan a confites, crespells y aperitivo. A mediodía, ha finalizado la romería con la vuelta a casa, también y de forma mayoritaria, a pie.

En sa Pobla

En sa Pobla, la diada de Crestatx ha estado marcada por la tradición. De buena mañana, las calles de Sa Pobla se han llenado de alegría y devoción mientras la comunidad se unía para celebrar la Diada de Crestatx. Este evento anual, más que una simple festividad, es un vínculo que conecta a los habitantes con su historia, cultura y vecindario.

Desde el repique de campanas en la iglesia parroquial de Sant Antoni Abat hasta la llegada en romería a Crestatx, cada momento ha sido una oportunidad para fortalecer lazos y recordar tradiciones. Los berretiners i berretineres, encabezados por los xeremiers, han salido en romería hacía Crestatx, portando con orgullo la imagen de Santa Margalida, patrona de Sa Pobla. Sebastià Serra ha sido este año el barratiner que hace más años que porta a Santa Margalida, en concreto doce años. Algunas pobleres se han unido por el camino a llevarlos con ellos. En las calles se podía ver como los vecinos han salido de sus casas para ver a la patrona. A la llegada, los asistentes a la romería han podido coger fuerzas a base del avituallamiento que ha repartido el equipo de gobierno.

Los xeremiers “Els Xirois”, “Germans Aloy” y “Xerebiols” han compartido su legado musical durante la romería. Ya en Crestatx La Coral de Sa Pobla ha ofrecido un emotivo concierto y la misa solemne ha sido un momento de reflexión y espiritualidad. Mientras, en la explanada, se preparaban los ‘calderons’ de arròs brut.

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Mientras en sa Pobla se ha celebrado una fiesta paralela. Personas merendando y en los bares, hasta que también han subido a Crestatx al bar que, este año sí, se ha montado para amenizar la diada. Después de comer los más jóvenes han disfrutado de juegos y carreras de joyas. Después ha tenido lugar la voladura de avellanas, que anuncia la vuelta hacía el pueblo.

La Diada culmina con el regreso a sa Pobla y la ballada de Marjal en Festa. La Diada de Crestatx es un recordatorio de que las tradiciones no solo se mantienen vivas, sino que también se renuevan con cada generación. Es un día para honrar el pasado y construir un futuro más unido. En sa Pobla, la historia se teje con su punto gastronómico típico de la ocasión, con su toque picante, que no puede faltar este día.

En Campanet

En Campanet, los vecinos principalmente personas mayores cumplieron con la tradicional baixada del Sant Crist hasta la antigua iglesia de Sant Miquel. A las 10 de la mañana los devotos de la imagen al son dels xeremiers de Campanet han emprendido el recorrido que tiene lugar des de hace varios siglos, el martes de Pascua, des de que se traspasó la parroquia al pueblo actual. Este lugar es emblemático para los campaneters, ya que allí vivieron los primeros pobladores de la localidad. Posteriormente después de la celebración ha habido “la trancada d’olles”, bailes populares, así como el “arròs brut” para quienes se quedan a comer en las inmediaciones del lugar. Finalmente por la tarde “els Quintos” deben cumplir con la hazaña de ascender al pino enjabonado que se había colocado el lunes, consiguiendo el obsequio de un apreciado jamón.

El Puig de Bonany es otros de los emblemáticos puntos del Pla que este martes visitan vecinos de Petra, Vilafranca y Sant Joan. Tras la misa, la jornada ha estado amenizada por las acrobacias circenses que han hecho las delicias de los más pequeños. Y como viene siendo tradición, las darreres panades se han degustado en este entorno entre familiares y amigos. Algaida también ha cumplido con su romería a La Pau de Castellitx, igual que Llubí a su ermita.