Lletra menuda: Paso preferente para turistas
Paso a paso, el senderismo se ha ido convirtiendo en una de las practicas intergeneracionales de moda, en cuanto a ocio y actividad física, en Mallorca. Incentiva la salud, permite socializar y fomenta la integración inocua en la fora vila de siempre que ahora tiene bastante de garriga por declive del cultivo, pero medio natural en definitiva. Ideal pues.
Sin embargo, el senderismo que es de alpargata y trazado familiar con coste insignificante para residentes, se convierte en algo exquisito y necesitado de inversión pública cuando se trata de turistas. Todo sea para orientar el buen trazado de la desestacionalidad. En beneficio de ella, los ayuntamientos del Llevant se despiertan ahora y rescatan su proyecto de ruta GR-226, desde Manacor a Capdepera, aprovechando cinco millones de la quiebra de Thomas Cook. Incluso la comisión de Medio Ambiente, ahora en el callejón de la supresión, les exime de informes de impacto ambiental. Veremos qué ocurre cuando bastones y deportivas se aproximen a las dunas de Cala Anguila o, todavía más, a la punta de n’Amer, por poner solo dos ejemplos.
Por supuesto, todo el mundo podrá disfrutar de la GR 226 pero, tal como se presenta y empieza a divulgarse, se desvela con paso preferente para el turista andarín. A los locales siempre les quedará el reducto de la concurrida Via Verda usurpada al tren.
Es un nuevo coste y avance de la masificación que no tolera una sola semana sin actividad turística. Ahora que muchos foráneos, ajenos a la idiosincrasia local y al sentido de lo público, cierran los accesos y paso a las fincas que adquieren, podrán disponer de un centenar de kilómetros de senderismo oficializado. Los ciclistas les han ganado en el apoderamiento de los caminos de tránsito colectivo.
Suscríbete para seguir leyendo
- Sorpresa en las obras de reforma de la plaza de la Iglesia del Pont d'Inca en Marratxí: un agujero que dio cobijo durante la Guerra Civil
- Viviendas en suelo rústico en Mallorca: Estos son los pasos que se deben dar para legalizar las construcciones
- La macrogranja de gallinas vetada por el Govern en Sineu busca reconvertirse en una gran explotación para cerdos
- “Quería alquilar con mi mujer y mi hijo un piso de dos habitaciones en sa Pobla, pero sólo aceptaban como máximo dos personas”
- “Ser dueño de un piso grande en Mallorca y sólo permitir que tenga dos inquilinos es legal, pero inmoral”
- El Ayuntamiento de Alcúdia adjudica la explotación de los cinco polémicos balnearios de playa
- Escaldados por el hotel
- Denuncian la peligrosidad de unas grietas enormes en un sendero litoral de Santa Ponça