El campo de Mallorca exhibe músculo con más de 300 tractores colapsando el centro de Palma: «Si no nos escuchan, volveremos a la calle»

La manifestación de los agricultores superó las previsiones y exhibió su fuerza para reclamar «un gran pacto agrario»

La jornada se desarrolló sin incidentes

El delegado del Gobierno: el Ejecutivo «comparte la preocupación del sector primario, un sector clave para economía de España»

La tractorada toma Palma

B. Ramon / Rosa Ferriol

El campo de Mallorca tomó este lunes Palma. Literalmente. El sector primario hizo ayer una gran demostración de fuerza en la ciudad, con sus calles más céntricas cortadas al tráfico durante la protesta. Se manifestaron más de 300 tractores, cosechadoras y camiones, en una de las mayores tractoradas de la historia de la isla, siguiendo la estela de sus homólogos peninsulares y del resto de Europa. Sus reivindicaciones se pudieron sintetizar en estos dos lemas, que sobresalieron entre la multitud de pancartas: ‘Sin payesía, no hay alimentos’ y ‘Menjareu turistes’. Más allá de las inevitables retenciones de tráfico, la jornada transcurrió sin incidentes destacables.

A partir del mediodía, desde la Avinguda de Mèxic, adonde habían ido llegando los participantes desde todos los rincones de la part forana, una sinfonía de bocinazos se fue adentrando en la ciudad. Atronaban los motores y rugían las palas, mientras la tractorada llegaba hasta el centro, escoltada por un cuidado despliegue policial. Hubo restricciones de tráfico en vías neurálgicas como Avenidas y Jaume III, además de desvíos de autobuses durante buena parte de la mañana.

Como no podía ser de otra manera, tal estampa llamó la atención de los transeúntes. La mayoría quiso guardar ese instante en sus móviles. Muchos aplaudieron. Los hubo incluso que exhibieron pancartas de apoyo a los agricultores. ‘Gràcies, pagesos’, se podía leer en una cartulina portada por una niña. Y los hubo también que vivieron la jornada con el pasmo que da el desconocimiento de lo que está pasando, como los turistas que, con capuchino en mano en pleno Passeig del Born, alucinaban con la comitiva payesa. 

El punto de destino de la tractorada fue el símbolo del poder estatal en Balears: la Delegación de Gobierno. Allí, representantes de las organizaciones convocantes (Unió de Pagesos, Asaja, UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) y las cooperativas agroalimentarias de Balears se reunieron con el delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez Badal, mientras en el exterior representantes de PP y Vox se acercaron para saludar a los manifestantes. El sector primario reclamó, entre otras cosas, menos burocracia, luchar contra la competencia desleal y tener más en cuenta el factor insular, una reivindicación histórica del sector. 

«No venimos a pedir subvenciones, venimos a pedir soluciones porque el tema de la burocracia nos asfixia»

Baltasar Martí

— Secretario general de UPA-AIA

«Se requiere un gran pacto agrario para los próximos diez años en las islas», clamó el presidente de Asaja, Joan Company, quien destacó que la tractorada «había superado las expectativas». «Estamos muy contentos de que los ciudadanos nos hayan demostrado su apoyo», profundizó en este sentido el presidente de Unió de Pagesos, Sebastià Ordines, mientras que Baltasar Martí, secretario general UPA-AIA, dejó claro que no venían a solicitar ayudas. 

«Pedimos soluciones»

«No venimos a pedir subvenciones, venimos a pedir soluciones porque el tema de la burocracia nos asfixia», aseguró Martí. A su lado, la presidenta de las cooperativas agroalimentarias de Balears, Jerónima Bonafé, agradecía la «colaboración» de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para que la jornada se desarrollase con normalidad. 

«Se requiere un gran pacto agrario para los próximos diez años en las islas»

Joan Company

— Presidente de Asaja

Precisamente, ese «respeto a la convivencia pacífica» fue uno de los aspectos que destacó el delegado del Gobierno al referirse al desarrollo de la protesta agraria, que en otros puntos de España sí que acabó provocando algún que otro incidente. 

En declaraciones a los medios tras reunirse con las organizaciones agrarias, Rodríguez Badal subrayó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez «comparte la preocupación del sector primario, un sector clave para economía de España». «El Gobierno sabe que hay que seguir avanzando en medidas de mejora, que ya se han llevado a cabo, como la Ley de Cadena Alimentaria para evitar la venta a pérdidas», indicó el delegado gubernamental, quien recordó asimismo la devolución del impuesto de hidrocarburos en combustible agrícola, así como los 4.000 millones otorgados al sector primario en los últimos años. «1.400 millones de ellos en ayudas directas», apostilló.

Los dirigentes agrarios a los manifestantes: "Encara som vius. Si no ho solucionam, tornarem"

B. Ramon / Rosa Ferriol

«Sector clave»

Rodríguez Badal agregó que el Gobierno está «comprometido» para mediar ante Bruselas a fin de lograr «simplificaciones administrativas» y quiso recordar que las soluciones deben venir de un esfuerzo «conjunto» de todas las administraciones, autonómica incluida, en una alusión directa al Govern.

Mientras, fuera de la sede de la Delegación, decenas de payeses aplaudieron a rabiar a sus portavoces al salir de la reunión. Subido a un tractor, como colofón de la jornada reivindicativa, Company se dirigió a los allí reunidos y aseguró que lucharían «con todas sus fuerzas» para conseguir que esas reivindicaciones sean «una realidad». «Si no, volveremos a salir a la calle», advirtió. 

«Hoy hemos demostrado que somos muchos y que aún estamos vivos. Ahora quedan los despachos para lograr soluciones legales y caja, necesitamos dinero para sobrevivir económicamente y que las subvenciones se tramiten con rapidez», aseveró. Cerca de él, se podía leer en una pancarta: ‘Si vols arribar a vellet, menja tomàtiques de Ramellet’.

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