Calvià lucha contra la 'invasión' de excrementos caninos en su principal tesoro arqueológico

El Ayuntamiento ha instalado un punto informativo en la entrada del parque arqueológico del Puig de sa Morisca, donde se han colocado también pequeños carteles en los lugares donde se han encontrado cacas de perro para visibilizar el problema

Se han colocado estos carteles para concienciar.

Se han colocado estos carteles para concienciar. / Iñaki Moure

Iñaki Moure

Iñaki Moure

El ayuntamiento de Calvià, gobernado por PP y Vox, ha iniciado una campaña informativa para concienciar contra la proliferación de excrementos caninos en el parque arqueológico del Puig de sa Morisca, en Santa Ponça.

La campaña consiste en la instalación de un punto informativo en la entrada del parque, por el que pasan anualmente unas 70.000 personas, a fin de trasladar la idea a los propietarios de mascotas de que deben ser más cuidadosos mientras paseen por el recinto.

Además, los impulsores de la iniciativa llevan a cabo otras acciones de concienciación, como la colocación de pequeños carteles en los lugares donde se han encontrado esos excrementos. Esos cartelitos llevan frases como ‘Aquí había una caca’, con el el dibujo sobreimpresionado de un excremento, o ‘Sr. Perrito, eduque a su amo’.

Jaime Bujosa

El teniente de alcalde de Urbanismo, Jaime Bujosa (PP), quien estuvo presente en la presentación de la campaña, lamentó que haya personas que piensen, erróneamente, que dejando esas heces en este entorno natural está contribuyendo a su abono. “La caca no es abono”, señaló Bujosa, quien recordó que el lugar es muy frecuentado por grupos escolares y excursionistas.

El parque arqueológico del Puig de sa Morisca consta de un museo que aún no funciona a pleno rendimiento a la espera de recibir los fondos previstos del Museu de Mallorca, y a la espera también de que se desarrolle la fundación de la que forman parte el Ayuntamiento, el Govern y la UIB. La previsión, según apuntó Bujosa, es que el museo pueda estar abierto a pleno rendimiento a partir del próximo mes de febrero.

El recinto consta de espacios singulares, como varios elementos etnográficos y unos miradores con vistas privilegiadas.