Lletra menuda

La voluntad por encima del rigor transparente

FOTOS | Reggaeton Beach Festival de Can Picafort

FOTOS | Reggaeton Beach Festival de Can Picafort / M. B. Moneo

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Querían hacer el festival por encima de todo y lo han hecho. Lo demás son costes añadidos, efectos secundarios que se fían al paso del tiempo para ser diluidos. No es un modo de actuar nuevo en la gestión política del alcalde Monjo en Santa Margalida, pero esta vez adquiere una transcendencia mayor por la dimensión del fenómeno y la pobreza de argumentos esgrimidos para hacer prevalecer la voluntad política y los intereses ocultos bajo el estruendo del festival de reguetón de Can Picafort al que han tenido que asistir, por derroche de decibelios, incluso los residentes en Colònia de Sant Pere. No hablemos ya de las alteraciones en el medio natural del Parc de Llevant. Lo inusual de la petición de un informe de repercusiones inexistente, la posibilidad de indemnizaciones y unos hipotéticos altercados si se suspendía la magna convocatoria, son el amparo de la autorización, por parte del ayuntamiento de Santa Margalida, para un evento que ya estaba decidido desde el mismo día en que se localizó su ubicación. El PP asiente en silencio, el PSOE clama en el desierto y el alcalde guarda para sí los vínculos personales con los terrenos aplanados a ritmo de reguetón. El informe en contra del ingeniero municipal y el letrado asesor ofrece, sin embargo, párrafos suficientes para que el Ayuntamiento haya acabado actuando tal como quería hacerlo. Los traspasos en Medio Ambiente también han sido propicios para la gran confusión. Fiesta sin más para una gran masa de asistentes, negocio de por medio, gran atasco y molestias para los residentes, actuación municipal intencionadamente confusa. La voluntad personal del gestor público doblega la norma que está obligado a aplicar con transparencia.

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