Carnaval en Mallorca | Palma se convierte en un “parque de atracciones” para celebrar Sa Rueta

 Los más pequeños han podido lucir sus disfraces en una Palma repleta de actividades

Miles de personas han acudido este mediodía al centro para pasear junto a sus hijos  

Carnaval en Mallorca | Miles de niños de niños y niñas disfrutan de las actividades de Sa Rueta en Palma

E. Calvo

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

 Día de fantasía para los más pequeños. Palma ha celebrado este domingo Sa Rueta y sus calles se han inundado de niños y niñas disfrazados quienes, junto a sus padres, han disfrutado de una mañana repleta de actividades en CIutat.

Las Ramblas, el Passeig del Born, la Plaza Major, y otros lugares de la ciudad han albergado multitud de talleres para pintarse la cara, espectáculos de mímica, exposiciones de varios cuerpos de seguridad como los bomberos, quienes habían traído un camión con el que los pequeños han quedado impresionados, e incluso escenarios con algún que otro concierto.

Àngela, acompañada de sus padres y su hermano pequeño, ha decidido convertirse esta mañana en Cenicienta: “Hoy soy Cenicienta y es súper guay porque he visto a una Blancanieves y a una Sirenita”. Entre la multitud, también se ha dejado ver algún Charles Chaplin en miniatura, el cual todavía no estaba en edad de hacer declaraciones.

Se han podido observar disfraces en familia, carritos de bebé modificados especialmente para la ocasión, y hasta alguna mascota que también ha aprovechado Sa Rueta para lucir sus mejores galas. Cientos de personajes de ficción como Harry Potter, las Totugas Ninja o Catwoman han sido encarnados hoy por los más pequeños.

El sol y el buen tiempo han sido al tónica general de una mañana en la que miles de personas han paseado por las calles de Ciutat. Algunos padres y madres, que entablaban conversación mientras paseaban con sus hijos, comentaban: “Aprovechan cualquier ocasión para sacar de casa a sus hijos, y si es gratis todavía más”.

Sin embargo, la mejor definición de esta edición de Sa Rueta la ha hecho Pedro, quien a sus ocho años y disfrazado de Thor explicaba que las calles parecían “un parque de atracciones” con “tanta gente y tantos amigos paseando”. No le faltaba razón.