Mallorca tiene un ‘paraíso fiscal’ en el impuesto municipal sobre vehículos

Palma es una de las capitales de provincia más caras para tener un coche mientras que en Escorca se paga la mitad y se sitúa entre los municipios más baratos del país según el informe de Automovilistas Europeos Asociados

Palma es una de las capitales más caras para los propietarios de automóviles

Palma es una de las capitales más caras para los propietarios de automóviles / Manu Mielniezuk

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Mallorca es un lugar de contrastes incluso en materia de impuestos municipales. Mientras que Palma es una de las capitales de provincia españolas más caras para tener un coche, la isla dispone al mismo tiempo de uno de los considerados ‘paraísos fiscales’ en esta materia, según se destaca en el último informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

A la hora de pagar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), que sustituyó al impuesto de circulación y que es conocido también como ‘el numerito’, Escorca aparece entre las poblaciones de España donde esta carga es más baja, lo que le otorga el calificativo de ‘paraíso’ para los conductores. Basta señalar que en este municipio se paga la mitad que en la capital del archipiélago, lo que provoca que muchas empresas opten por domiciliar en él a su flota de turismos. El resultado es que en Escorca aparecen matriculados 10,8 coches de empresa por cada habitante en 2023.

Impuesto de vehículos, diferencias entre Palma y Escorca

Impuesto de vehículos, diferencias entre Palma y Escorca / Fuente: AEA / DM

Grandes diferencias

El informe de AEA pone en evidencia las diferencias entre municipios de España a la hora de hacer frente al citado tributo, hasta el punto de que pueden llegar a ser del 900% en relación a los denominados ‘paraísos fiscales’. A la hora de marcar esas desigualdades, Mallorca tiene presencia tanto en la lista de zonas más caras como en la de las más baratas.

En el caso de un vehículo de tipo medio, de 11,99 caballos de potencia fiscal (CVF), al ayuntamiento de Palma hay que pagarle anualmente 68,16 euros. En el caso de las capitales de provincia, solo son más caras San Sebastián (87,83 euros), Vitoria y Bilbao (ambas con 71,45€). Al mismo nivel de Palma quedan Barcelona, Tarragona, Granada, Valladolid, Ciudad Real y Murcia. Las demás quedan por detrás, con Melilla como la más barata (17,04) junto a Santa Cruz de Tenerife (34,08), Ceuta (34,10) y Zamora (49,08). Como referencia, en Madrid hay que pagar 59 euros, y en Valencia 58,87.

Escorca es un 'paraíso fiscal' en el impuesto de circulación.

Escorca es un 'paraíso fiscal' en el impuesto de circulación. / S. Serra

El ‘paraíso’ mallorquín

Pero Mallorca cuenta también con uno de los ‘paraísos fiscales’ en esta materia, como es el caso de Escorca, donde el citado turismo de 11,99 caballos de potencia fiscal paga 34,08 euros anuales por ese concepto a su Consistorio, es decir, la mitad que en Palma. Esta proporción se mantiene en todo tipo de vehículos, lo que supone que sus propietarios se ahorran un 50% si los domicilian en este punto de la Serra de Tramuntana y no en la capital de la isla, independientemente de que sean turismos, motos o ciclomotores.

Ello da pie a un hecho que resulta como mínimo llamativo. Escorca dispone de 194 residentes, pero durante 2023 se matricularon en su suelo 2.104 turismos a nombre de alguna empresa, según los datos de AEA. Eso supone que la proporción es de 10,8 coches de empresa de nueva matriculación por cada habitante, superando los índices de Estados Unidos o de Japón. Esta situación es habitual en los citados ‘paraísos fiscales’ de España, con el municipio madrileño de Rozas de Puerto Real en cabeza, al concentrar 37,1 turismos de empresa matriculados durante el pasado ejercicio por cada residente. En relación a esta elevadísima tasa de nuevas matriculaciones, Escorca aparece en el sexto puesto de toda España.

Según se destaca desde AEA, «numerosas empresas de alquiler y de renting han concentrado la matriculación de sus flotas en pequeños municipios en los que han abierto sucursales por su favorable tratamiento fiscal. A cambio, cada año les toca la lotería del ‘numerito’ por el ingreso que reciben por un impuesto de unos vehículos que ni siquiera circulan, ni van a circular nunca, por esa población».

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