Domingo de Ramos en Mallorca: Sebastià Taltavull advierte de que “la lucha por el poder crea traiciones y negaciones”

 El obispo llama en su homilía a que en tiempos en que se busca más “la gloria humana y el bienestar personal” el Evangelio sea la “propuesta valiente” que “tanto necesita” la sociedad

La Catedral, abarrotada en la misa que da inicio a las procesiones de Semana Santa tras la bendición de las ramas de olivo y las palmas que portaban los fieles

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha centrado su homilía en la misa de Domingo de Ramos en Judas y Pedro, los dos discípulos del grupo íntimo de Jesús y su relación con la comunidad religiosa actual. Ha querido que la meditación en el primer día de la Semana Santa recayera sobre cómo “la lucha de poder crea traiciones y negaciones” en un mundo en el que “se va deteriorando la relación entre las personas”. Pide a los fieles que el Evangelio sea “la propuesta valiente” que tanta falta hace en la sociedad actual. 

En la Catedral de Mallorca no cabía un alma más esta mañana de domingo, preludio de la Semana Santa y culminación de la Cuaresma que se inició el Miércoles de Ceniza, como recuerdan desde el Obispado. Algunos hasta han tenido que seguir la homilía del obispo de pie para no perderse la eucaristía que marca el inicio de Pascua.

Primero, a las puertas del palacio episcopal, el obispo ha bendecido las ramas de olivo y las palmas que portaban la multitud de católicos que ha acudido a la llamada de la Iglesia para vivir el cristianismo con devoción, y en familia participar en la procesión de las palmas en la que se recrea la llegada de Jesús a Jerusalén, en el último momento de alegría antes de la crucifixión.

En el acto también han intervenido los niños de la Escolanía de los Vermells, el coro que dirige Gloria Berón. Los teléfonos móviles de los palmesanos dentro y fuera de la Seu han inmortalizado el arranque de las celebraciones. El obispo, los canónigos y el coro han ido en procesión hacia la Catedral para celebra la eucaristía.

Los canónigos Teodor Suau, Francesc Ramis y Joan Bauzá han recreado la lectura de la Pasión según San Marcos, después de que la pequeña Maria Mir cantara el salmo responsorial. Y la Capella de la Seu, bajo la dirección de Joan Company, ha hecho brillar más la celebración seguida con devoción por todos los congregados en la Catedral.

Judas y Pedro

Tras el relato de la Pasión, el obispo ha querido en esta ocasión fijarse “en dos discípulos del grupo íntimo de Jesús” y su “posible relación con nosotros: Judas, que lo traiciona y Pedro, que dice que no lo conoce”.  

“Hay un aspecto que siempre me ha sorprendido mucho”, ha continuado el prelado para desgranar el comportamiento de dos discípulos escogidos por Jesús que formaban parte de su grupo más íntimo. Ha recordado como lo habían acompañado a lo largo de tres años para preguntarse “qué tiene que ver con nosotros su comportamiento”. “¿Son tal vez una muestra de que puede volver a suceder?”, ha clamado ante las “nuevas traiciones lo largo de la historia” y “las negaciones también hoy”. Porque Jesús escogió a los discípulos que le traicionaron a sabiendas de conocer “sus tendencias y sus cobardías”. 

“El mejor amigo, compañero y confidente” traiciona a Jesús, ha subrayado Taltavull. “Judas representa un personaje que se repite en la historia y sigue repitiéndose hoy cuando el bien que se puede hacer a una persona degenera en el peor de los males”.

Precisamente, cuando toca “vivir a fondo estos días santos” el obispo ha llamado la atención sobre el momento actual, quizás en un paralelismo para los tiempos convulsos a los que asistimos en todas las esferas. “Observamos cómo se va deteriorando la relación entre las personas”, en una sociedad “donde la lucha por el poder, por cualquier poder sea del signo que sea, crea traiciones y negaciones, frustraciones encubiertas y mentiras”. Así las cosas, “solo la confianza, el amor incondicional, la voluntad humilde de servicio y la donación de la propia vida en bien de los otros, pueden constituir su auténtico valor y sentido”.

Monseñor Taltavull, este Domingo de Ramos, “día de conversión y de retorno a Jesús” ha dejado claro que la comunidad cristiana "rechaza todo aprovechamiento egoísta como el de Judas buscando éxito personal" y "se aleja de la cobardía de Pedro”. Por ello, pide que el Evangelio sea “una propuesta valiente para nuestra sociedad de hoy, que tanto lo necesita”.