El Govern recula con su decreto sobre el turismo de excesos por la fuerte oposición empresarial

Los hoteleros de Platja de Palma, la restauración y el ocio nocturno acusan al Ejecutivo de «dar rienda suelta al botellón»

El Gabinete de Prohens no se atrevió a aprobar ayer el documento que tenía preparado

El decreto sobre el turismo de excesos afecta a zonas de Palma, Llucmajor y Calvià

El decreto sobre el turismo de excesos afecta a zonas de Palma, Llucmajor y Calvià / P.J. Oliver

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

La durísima oposición expresada por amplios sectores empresariales de las islas contra las medidas previstas por la conselleria de Turismo para modificar el decreto de excesos ha obligado al Govern de Marga Prohens a dar marcha atrás y aplazar su aprobación que se había fijado para el día de ayer. El enfado de las organizaciones empresariales se refleja en el hecho de que desde la patronal CAEB se reconoce que en ningún momento ha sido consultada sobre la citada reforma, al tiempo que se reclama que tanto ella como sus asociaciones sectoriales puedan participar en la elaboración de este nuevo documento. Como puntilla, las asociaciones de ocio nocturno (ABONE), de Restauración-CAEB y la hotelera de la Platja de Palma emitieron un comunicado conjunto en el que acusan al Ejecutivo autonómico de «dar rienda suelta al botellón» en la citada zona turística. La intensidad de estas reacciones contra el borrador del decreto elaborado por la Conselleria hacen que la figura del director general Josep Aloy se esté viendo especialmente cuestionada.

El rechazo al nuevo redactado que el citado departamento autonómico pretendía dar al decreto ley contra el turismo de excesos ha crecido como una bola de nieve desde que Diario de Mallorca publico el pasado jueves el borrador que se había elaborado. El portavoz del Gabinete de Marga Prohens, Antoni Costa, justificó ayer que este tema no se hubiera abordado en la reunión mantenida por el Ejecutivo balear alegando que todavía se estaban «puliendo» algunas cuestiones de su redactado y que todavía no existe una versión definitiva.

Sin embargo, fuentes próximas al propio PP admiten que inicialmente estaba previsto que el nuevo decreto ley se aprobara en el Consell de Govern de ayer (el conseller Jaume Bauzà ya había dicho a principios de semana en el Parlament que ese paso era «inminente»), pero que el rechazo generado en el ámbito empresarial al conocerse el borrador habían obligado a dar marcha atrás.

Jaume Bauzà, conseller de Turismo

Jaume Bauzà, conseller de Turismo / B.RAMON

Crítica generalizada

Porque son muy pocos los cambios previstos por el Govern del PP que no han molestado a algunas de las principales organizaciones empresariales vinculadas a la actividad turística.

La reacción más dura durante el día de ayer fue protagonizada por la asociación hotelera de la Platja de Palma, la de Restauración-CAEB y la de ocio nocturno (Abone), que emitieron un comunicado conjunto en el que amenazan con que «tomarán las medidas necesarias en contra de una ley que ya estaba mal planteada y que ahora, con la modificación actual, da rienda suelta al botellón en Platja de Palma entre otros aspectos”.

La crítica se debe a que el Govern pretende mantener la prohibición de que se venda alcohol en los comercios de las zonas afectadas por el turismo de excesos (Platja de Palma, s’Arenal de Llucmajor y Magaluf en el caso de Mallorca) entre las 21,30 de la noche y las 8 de la mañana, pero suprime la exigencia de que esos establecimientos permanezcan cerrados durante ese horario nocturno.

Miguel Pérez-Marsá, presidente de la asociación balear de ocio nocturno

Miguel Pérez-Marsá, presidente de la asociación balear de ocio nocturno / MANU MIELNIEZUK

Proliferación de licorerías

Desde esas tres asociaciones empresariales se afirma que «se ha llevado a cabo un exhaustivo análisis del contenido del decreto modificado, encontrando numerosas deficiencias que afectan de manera desproporcionada al sector hotelero, de restauración y ocio, mientras que se pasa por alto el verdadero problema que afecta a la zona de Platja de Palma: la proliferación de licorerías encubiertas que fomentan el consumo de alcohol en la vía pública, dando lugar a situaciones de desorden y conflictos».

Según estas organizaciones, al volver a permitir la apertura de estos establecimientos, y al ser imposible controlar de forma eficaz su actividad, se va a dar pie a la compra de bebidas alcohólicas para su consumo en la vía pública, es decir, a la práctica del ‘botellón’.

Por ello, se insta al Govern y, muy concretamente a su conseller de Turismo, a reconsiderar su postura y a trabajar de manera colaborativa con el sector empresarial para implementar medidas efectivas que aborden de manera integral los problemas asociados al turismo de excesos”.

Patronal CAEB

Carmen Planas, presidenta de CAEB

Carmen Planas, presidenta de CAEB / B.RAMON

El reproche contra el Ejecutivo del PP respecto a que no ha buscado la participación de las organizaciones empresariales a la hora de modificar el citado decreto fue expuesta también desde la patronal balear CAEB que preside Carmen Planas, al admitir que en ningún comento la Conselleria les ha dado a conocer las medidas que está preparando sobre esta materia, por lo que ha exigido que se consulte tanto a esta confederación empresarial como a sus asociaciones sectoriales, entre las que se encuentran las tres antes señaladas.

Esa nulo contacto fue reprochado también por el presidente de la patronal de comercio Afedeco, Toni Gayá, que defendió que se trata de un tema lo suficientemente importante como para abordarlo conjuntamente entre Administración y organizaciones empresariales.

Rechazo hotelero

Hay que recordar que la primera en expresar su rechazo tajante a las medidas previstas por la Conselleria fue la asociación hotelera de Eivissa. Aunque desde la federación mallorquina se limitan a señalar que han ido trasladando al Govern las necesidades del sector, la presidenta de organización pitiusa, Ana Gordillo, reconoció su rechazo frontal a la medida prevista de suprimir el límite de plazas que esta en vigor sobre los albergues turísticos, algo que hizo llegar al PP y que hizo sonar las primeras señales de alarma en el seno del Govern respecto al malestar empresarial que se estaba generando.

Otras medidas contempladas en el borrador que se han cuestionado es la previsión de reducir en un 33% la cuantía de las multas previstas en el actual decreto (no ha gustado incluso en algunos ámbitos del propio Ejecutivo balear), y la supresión de la subcomisión para el fomento del civismo en las zonas turísticas, ya que es en ella donde están representadas las organizaciones empresariales.

Desde las patronales se admite que si finalmente se suprimen todas estas medidas, la reforma del decreto impulsada por el Govern puede quedarse en poco más del cambio de título del citado decreto, en el que se quiere suprimir el término ‘turismo de excesos’ para sustituirlo por ‘turismo responsable’.

Suscríbete para seguir leyendo