La antigua cúpula de la Policía Local de Palma proclama su inocencia: «Hemos sufrido una persecución inhumana»

Los ex altos mandos de la Policía Local cierran el juicio del caso Exámenes cargando contra el fiscal Subirán 

Las defensas de los cinco encausados sostienen en sus informes finales que no hay pruebas del amaño en las oposiciones

Los acusados, hoy durante la última sesión del juicio por el 'caso Exámenes'.

Los acusados, hoy durante la última sesión del juicio por el 'caso Exámenes'. / B. RAMON

Marcos Ollés

Marcos Ollés

La antigua cúpula de la Policía Local de Palma cerró el juicio por el presunto amaño de unas oposiciones en 2012 cargando contra el exfiscal Miguel Ángel Subirán y denunciando una «persecución cruel e inhumana» en la que situaron también al exjuez Manuel Penalva y a sus propios compañeros del cuartel de Sant Ferran. «El fiscal que no es imparcial es un delincuente», sentenció el que fuera jefe de la Policía Local, Antoni Vera. «Nunca pensé que personas con mi uniforme me apuñalarían por la espalda», aseguró el comisario Rafael Estarellas. Los abogados de los cinco procesados, para quienes el fiscal Juan Carrau reclama sendas penas de un año y medio de prisión y hasta 12 de inhabilitación por delitos de prevaricación, revelación de secretos y omisión del deber de perseguir delitos. Además de Calvo y Vera, están acusados el entonces director general de Seguridad Ciudadana, Enrique Calvo, y dos policías que lograron plaza de oficial en aquella oposición. El juicio quedó visto para sentencia.

Vera esgrimió los mensajes de whatsapp entre Penalva y Subirán -condenados a nueve años de cárcel por su actuación en el caso ORA- para denunciar la supuesta inquina que tenían contra él. «Nunca pude imagen lo que he vivido en estos últimos diez años y medio. El fiscal me incriminó en cuatro causas», señaló. Más contundente fue el comisario Estarellas: «Estoy convencido de que Subirán fue manipulado por el verdadero autor intelectual de la cruel y inhumana persecución que hemos sufrido. Y sea dentro de la Policía o fuera de ella, prometo hacer lo posible y lo imposible para llevar ante la justicia a semejante monstruo», afirmó. Estarellas lamentó que Carrau no viera «en 10 años las tropelías» de Subirán. Calvo, por su parte, renunció a su derecho a la última palabra porque su alegato podría resultar «ofensivo» para algunas personas.

Falta de pruebas

Los abogados defensores, por su parte, reclamaron al tribunal en sus informes definitivos que absuelva a todos los acusados. Los letrados coincidieron en señalar que no ha quedado probado que se concertaran para filtrar las preguntas de un examen de las oposiciones y cuestionaron el testimonio de Daniel Montesinos, el policía que aseguró haber recibido el cuestionario por parte de Calvo para que se lo hiciera llegar a dos de los aspirantes. Afirmaron que su relato tiene «contradicciones» y es «absurdo», ya que su intervención no era necesaria para la presunta filtración. «Las condenas deben basarse en certezas», resaltó el letrado de Enrique Calvo. Al igual que la abogada de Antoni Vera, insistió en que es posible que se suplantara el correo electrónico de Calvo para acusarle después del amaño y sostuvo que existían «vulnerabilidades» en el sistema informático del cuartel de Sant Ferran. «La versión del fiscal es una oda al vox populi», resumió el abogado de Estarellas.