El fiscal exculpa al agente que destapó el amaño de las oposiciones en la Policía Local de Palma

El juicio del caso Exámenes, la investigación por el amaño de unas oposiciones en la Policía Local de Palma en 2012 que desembocó en el caso Cursach, empezó ayer con una sorpresa de calado. El fiscal Juan Carrau retiró la acusación contra Daniel Montesinos, el agente que reveló la filtración de las preguntas del examen de ascenso a oficial y que había dejado constancia ante notario de las irregularidades. El efecto de esta decisión es doble: Montesinos quedó automáticamente absuelto y se convierte en testigo de la causa. Declarará mañana, después de los acusados.

En el banquillo se sienta la cúpula de la Policía Local con el alcalde Mateu Isern (PP), con Enrique Calvo, entonces director general de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Palma; Antoni Vera, que era intendente jefe de la Policía Local; y el comisario jefe Rafael Estarellas. También están acusados el inspector Emilio Quetglas y los agentes Tomás Más y Santiago Adrover. Están imputados por delitos de revelación de secretos, prevaricación y omisión del deber de perseguir delitos. Se enfrentan a peticiones de un año y medio de prisión e inhabilitaciones de hasta 12 años para cualquier cargo público.

El amaño, según la Fiscalía, se produjo en una oposición para cubrir 14 plazas de oficial de la Policía Local celebrada en 2012. Vera y Estarellas formaban parte del tribunal y redactaron siete de las diez preguntas de una de las pruebas. Hicieron llegar el cuestionario y las respuestas correctas a Calvo, que llamó a Montesinos, entonces interino, y le envió las preguntas por correo electrónico. El policía las reenvió después a Más y Adrover seis días antes de la prueba. 

En el examen, los dos aspirantes solo contestaron a las siete preguntas que conocían de antemano. Vera, a su vez, envió el cuestionario completo a otro agente, pariente suyo y que obtuvo la máxima puntuación. El objetivo de la filtración era que Más y Adrover lograran sendas plazas de oficial y permitieran a Montesinos conseguir un puesto fijo en el cuerpo. Este policía acudió en agosto de 2012 a un notario para dejar constancia de la filtración y tener así un as bajo la manga. Con esta maniobra, logró supuestamente que los mandos policiales archivaran denuncias y expedientes contra él y le permitieron volver a su destino en la playa de Palma, donde según las denuncias contra él llevaba a cabo actividades ilegales. Montesinos fue juzgado y absuelto en el juicio del caso Cursach, pero tiene pendiente otra causa por corrupción en s’Arenal.

De testigo a imputado

Carrau consideró que, como sostenía el abogado de Montesinos, Pedro Casado, se cometieron irregularidades procesales. Cuando la Guardia Civil inició la investigación, el agente fue interrogado cuatro veces como testigo por el amaño y luego acabó imputado, una situación que según la Fiscalía vulneró sus derechos. Carrau anunció que retiraba todos los cargos contra él y el tribunal, en consecuencia, lo absolvió en el acto. Montesinos se convierte así en el testigo clave de la causa. Será interrogado el viernes y estará obligado a decir la verdad. 

En la sesión de ayer, las defensas plantearon sus cuestiones previas. La abogada de Vera sostuvo que la Guardia Civil obtuvo de «forma irregular» el acta notarial que daba fe del amaño y que se trata por tanto de una «prueba ilegal». La Fiscalía rechazó esta tesis y argumentó que se trata de una copia simple de una escritura obtenida en una investigación penal. 

La letrada también apuntó a la «falta de imparcialidad» del fiscal del caso, Miguel Ángel Subirán, contra Vera y pidió su comparecencia como testigo en este juicio. El tribunal lo rechazó. Los seis acusados declaran hoy.